No me ha gustado Dolor y gloria. Me gustó mucho Julieta. Lo digo en primer lugar por poner las cartas sobre la mesa, porque no quiero que parezca que este post tiene intenciones de polemizar. Nada más lejos de mis bragas. De hecho, he esperado tres semanas para escribir este post y ser prudente, a ver si me cambiaba la percepción de la peli. Pero no. Sigue sin gustarme. Y es que con Almodóvar me ha pasado varias veces, que vas con tantas expectativas que el primer visionado nunca esta a la altura de las ansias, pero pasan los días y te va creciendo en un recuerdo que se vuelve bueno. Años más tarde disfrutas la peli más relajadito y entonces lo flipas. En un tercer visionado, directamente se te va la olla.
Sin embargo, con Dolor y Gloria no me ha ocurrido nada parecido. De hecho, la olvidé nada más salir del cine el día del estreno. Para lo único que me acuerdo de ella es para reflexionar buscando el por qué no me ha gustado. Porque yo quería que me gustará, lo juro. Estaba viéndola y pensaba cosas como esto es muy yo . O pensaba esto me debería gustar. Pero no. Me dejo más frío que un tempano cuando se supone que es un largometraje que me debería quemar con su temática tan a corazón abierto. Pero ya digo, ni me afectó. Puede que sean cosas mías y no tuviera buen un día. Ojo, que yo nunca diría que es una peli mala y de hecho la última escena me parece magistral y digna de un maestro, pero…Esa escena me la esperaba desde mucho tiempo antes, no me sorprendió. Le reconozco a la última obra del manchego una inteligencia a toneladas, buen gusto y mesura. También le reconozco una valentía en la manera de exponerse. Tampoco voy a discutir que Antonio Banderas hace la mejor actuación de su carrera desde…desde…desde..¿»Átame»?
Pero soy testiga y las testigas tenemos que decir toda la verdad así que lo digo aquí y que se entere toa España. Me pareció un simple ejercicio de estilo con mucha maña y poco más, porque le vi las costuras. En todo momento su naturalidad me resultaba falsa, impostada, demasiado consciente. Y ahí creo que está mi gran problema con la peli, porque me da la impresión de ser pelín tramposa. Me da la impresión de que Almodóvar no necesitaba desnudar su alma, si no que al rodarla lo que deseaba es que su público, el de siempre, el que lo ha ido abandonando, se apiadara de él y otra vez lo quisieran. Visto lo visto con la taquilla y las críticas, no seré yo quién niegue que lo ha conseguido. Yo lo tuve claro cuando la veía, que nadie podría hacer leña del árbol caído, que ya se da bastante caña Pedro en su propia película, la más biográfica que ha rodado. Pero a mí no me llegó.
Me quedó la sensación de que Almodóvar jugaba una partida con el espectador y sus cartas estaban marcadas de antemano. Que su desnudez formal y moral ante los espectadores es demasiado evidente, muy poco sutil y de tan consciente, pierde la naturalidad de una obra que debería ser desgarrada y se convierte en anécdota. El que use su propio domicilio para rodar algunas escenas me prueban que no voy tan descaminado, porque….¿Quién le va a negar la valentía a un ejercicio de autoficción así? Sin embargo, yo me pregunto si es autoficción o en realidad es vulgar autoconsciencia de lo que se está haciendo con la intención de gustar (y ganar premios, que apuesto a que se va a llevar un buen puñado). A lo mejor estoy siendo muy duro, pero es de la rabia de que no me gustara más. Y te voy a decir algo más que te dejará turulato; sólo un gran, grandísimo director es capaz de embaucar con una peli de truco tan evidente. Eso lo vuelve a definir como un maestro y a mí la peli me habrá dejado frío, pero le reconozco el arte del artificio y ahora lo admiro mucho más.
Es otra, y cuántas van, película menor que por su presunto contenido autobiográfico mantiene interés (a falta de que la Pedro se siente en Sálvame, pues buenas son tortas)… La Banderas está bien (no como la Aitor que está como siempre)… De los comentarios y criticas a las películas de la Almodovar nunca hay que fiarse… La camarilla de pelotilleros (solo superada por los lameculos de Fangoria) es de padre y señor mío.
Pues mira, opino todo lo contrario.
A mí Julieta me pareció un bodrio: no me interesaba nada de lo que estaba contando, no me creía a ninguno de los personajes y los actores me parecieron penosos.
Eso sí, las almodovaradas en casi todos los planos: que si los libros que leo, que si la música que me gusta, que si el ejercicio de decoración de interiores de segundo de escaparatismo (esa pared con el puerto al fondo y la cerámica de Sargadelos, pordioooos) y los contrastes de colores marca de la casa.
Un coñazo.
Sin embargo en Dolor y Gloria veo sentimiento, veo que cuenta muchas cosas sin decirlas explícitamente, y veo verdad. Almodóvar ha jugado a hacernos creer que es una falsa autobiografía, y es lo que es. Que probablemente esos personajes y esas situaciones no sean reales, pero estaban inspiradas en hechos o son lo que podría haber podido pasar y no pasó.
Y Banderas está que se sale.
Vamos, que después de los tres últimos blufs: Abrazos rotos (la Portillo en plan intensa cuando no te la creías ni de coña), Amantes Pasajeros (cuando nadie se atrevió a decirle al director que se le estaba yendo la olla) y Julieta (una mierda pinchada de un palo), me he reencontrado con un Almodóvar sentido, real y creíble.
Los detalles repipi de mariculta (libros que supuestamente ha leido, etc.) también los hay en este pestiño, cariño, así como los gustos de nueva rica… Y ya lo de la secuencia absurda de la Gatti ni te cuento… Cariños, el tiempo nos devora y sin darnos cuenta Pedro es un anciano haciendo peliculas sobre la decrepitud…
En ésta hay almodovaradas, pero están mucho más disimuladas, no es abrir un cajón y que lo primero que se vea es el título de un libro como ocurría en el coñazo de Julieta. Y hay muchos menos planos únicamente estéticos.
¿La secuencia de la Filmoteca no te produjo vergüenza ajena?
Infinitamente menos que la del cambio de cara con la toalla Verónica-Style, un ciervo tras un tren, la escultora enrollada o aquella escena de vuelvo al pueblo a ver a mi familia.
Chacha, tres comentarios distintos con tres nicks distintos…A ver si alguien va a pensar que estás loca o que eres una troll…
Yo es que fue ver a la Echeandia con esas pintas, esas chaquetas de cuero, esos anillos… y me dio la risa… No me creí nada…
Y con este ya son cuatro comentarios con distinto nick de la misma persona…Pero nada, tú misma.
Éste no he sido yo, cojona.
Ya, hombre. Hablo de Rosa, la Cespedes, Purificación y cya
Troll o no, estoy totalmente de acuerdo con los puntos que critica de «Julieta» (un simple pescador con personal de servicio!). Esta todavía no la he visto… así que no opino.
Y vivir en una aldea pesquera gallega y salir de casa vestida de Phillip Lim gritando «Taxi!» con un edicion de AD. Maravilloso.
Creo que el propio Almodovar lo reconoció en una entrevista hace un porrón de años, mucha de la genialidad de los años 80 se retroalimentaba con la «locura» y el petardeo, entre otros, de McNamara. Yo, personalmente, adoro a Mari Carrillo en «Entre tinieblas», y me «meo toa» cada vez que aparece la Carrillo en esa película.
con el paso del tiempo y haciendo balance, creo que la mayor aportación de Almodovar ha sido su primera etapa que nos ha hecho mear de la risa, pero en cuanto ha ido adquiriendo «madurez artística», y el drama ha ido ganando peso frente a la comedia, no tengo tan claro si con esta vertiente dramática alcanza siempre cotas de maestría, en el sentido de que se te quede en la memoria recuerdos imborrables de sus últimas películas.
de su primera etapa me viene a la memoria genialidades como Mari Carrillo en «Entre tinieblas», Verónica Forqué en «Qué he hecho yo para merecer esto», la sensación para volverte loco y no recuperar la cordura en toda tu vida que me provocó la escena en que Miky Molina yace muerto en su cama en «La Ley del Deseo» (de un impacto visual por el color, por el dramatismo que me parecen brutales).
También discrepo un poco con MM, a mí Julieta me desconecto mucho antes de acabar, no quiero resultar reiterativo pero coincido en que (y no quiero parecer un Carlos Boyero) no resultaban nada creíbles los personajes.
El otro día lo hablaba con una amiga, ojalá llegue el día en que Almodovar (ya que ha perdido un poco la vis cómica) haga una peli sin referencias autobiográficas, que se invente una historia de personajes que le resulten totalmente ajenos, para calibrar el nivel de su talento ya en su madurez.
con el rollo que he metido antes se me ha olvidado hacer algún comentario sobre «Dolor y Gloria», a mí me ha gustado más que Julieta
la película gana cuando aparece Sbaraglia, porque aunque Etxeandía me cae genial esa parte del guión me resulta más artificiosa; he coincidido con algunos conocidos de que se disfrutan más los flashbacks en que aparece ese adorable niño (brutal la escena en que el cura hace una prueba o ensayo con unos críos para un coro, ahí el cura está «flipante», de un verismo que parece que lo han sacado de la Conferencia Episcopal)
Penelope Cruz empieza un pelín floja (adoro a Penelope), pero no está muy creíble cuando imita el acento manchego, va ganando peso cuando avanza un poco más la peli, y me encanta cuando pone esa mirada de suspicacia cuando observa a su hijo y al pintor (brutal la escena en que al niño le da una calentura con la insolación)
película interesante, pero reitero que ya toca una pelí sin referencias autobiográficas, con personajes alejados de su universo, de su zona de confort
Ya la he visto: mejor que las últimas (todas desde 2010) pero aun así floja. El refrito de infancia manchega a lo Volver me sabe a recalentado y el reencuentro con el antiguo amor (Sbaraglia) me dejó frío (por qué contarlo en plan conversación-terapia? No había otra manera fílmica de hacerlo o le daba pereza?). Prácticamente no funciona nada excepto un par de gags con Etxeandía.
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