La ceremonia, los premios, el evento…Todo en los pasados oscars fue tan intrascendente e inane que ni siquiera dio para que le sacáramos punta en esta web, que mira que somos capaces de exprimirle el jugo hasta a un disco de Roxana, pero ni por esas. Tan soporífera fue la ceremonia que puede que mucha gente no cayera en la cuenta de que se entregó uno de los premios más acertados y justos de la historia, La categoría fue «Mejor película de animación» y el premio fue para Spider-Man: Into the Spider-Verse (en España se ha llamado Spider-Man: Un nuevo universo).
Pocas veces ocurre que la academia tenga ojo de futuro y premie una obra maestra tan clara. Apuesto a que en unos años tendrá millones de fans y se harán convenciones para celebrarla. En mi modesta opinión (o no tanto) es la mejor peli de superhéroes de la historia. Lo digo a bocajarro y me quedo tan ancho. Dame mucho de Spider-Verse y déjate de Caballeros Oscuros y demás tontás.
Y tras decir estas tres frases tan epatantes para llamar tu atención, deja que te lo argumente:
Si eres de los que como yo y estás hasta la misma guinda del chichi de superhéroes, no salgas huyendo aún. No temas, porque si te andas con prejuicios y no le das una oportunidad, te vas a perder una de las experiencias visuales más alucinantes, avanzadas y trabajadas que vas a ver en mucho tiempo. Si el cine es imagen, esta peli es pura estética en movimiento como pocas veces vas a disfrutar. Un largometraje que trasciendo su género y que va muchísimo más allá, manejando mil referencias de la cultura pop y mezclando acción con drama, la comedia y la emoción.
Es autentico disfrute, un espectáculo digno de ser venerado en la pantalla más grande que tengas a mano. No pasan tres escenas sin que abras la boca de asombro, con tal deleite para los sentidos, tan bien resuelta la trama y tan bella estéticamente que a los veinte minutos del metraje sabes que estás viendo algo especial. Al acabar ya eres consciente de que has visto más que cine palomitero porque es una obra de arte del siglo XXI. Se nota que detrás del proyecto había gente apasionada de su trabajo y que se han dejado la piel por demostrar su inventiva y su creatividad. Es un salto mortal muy arriesgado, pero lo fuerte es que les ha quedado perfecto.
Hay tantos momentazos que cuesta elegir o quedarse con una sólo. Pero es que encima consigue trasmitir el espíritu del cómic en general y en particular de lo que significa Spiderman en la cultura mundial de los últimos cincuenta años. Viñetas en las que te sumerges, que te transportan a otros mundos, de colores y mundos ficticios tan chulos que dan ganas de quedarse a vivir allí. Consigue también convertirse en la esencia del cómic con una habilidad que yo desde luego muy pocas había sentido. Sin necesidad de ser literal ni de copiar viñeta a viñeta (¿Te acuerdas de «Los 300»?). La inclusión de onomatopeyas o de encuadres típicos del cómic siempre es oportuna, justificada y hay momentos donde por fin se ha inventado un lenguaje híbrido entre cómic y cine sin que resulte artificial o de postureo.
No tardes mucho en darle una oportunidad. Te estás perdiendo una obra maestra.
Porno duro!
Disney y Pixar y demás antiguallas todavía deben estar sonrojados después de ver esta pelicula.
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