Año 1982, el año de gracia del tecno pop, propiamente dicho. Teclados aquí y allá adornados por rasos de color pastel, mucho lazo en el pelo y drapeado en los vestidos. Las chicas mandaban como “frontgirl” y las avispadas compañías de discos buscaban espejos brillantes que siguieran el ritmo de éxito de la Torroja o la Larráz. Rubi venía de Argentina con un novio que tocaba en un conjunto beat y se quedó en Madrid, para siempre, como otra de las grandes musas de La Movida, la primera parte de la misma. En el 82 grabó un primer álbum que pasó sin pena ni gloria pero que nos dejaba varias piezas para recordar con nostalgia en este futuro. “Yo tenía un novio…” fue un éxito enorme que eclipsó todo lo demás, incluido este hit, compuesto por Nacho Cano, que podría haber sido un éxito masivo si en vez de María Teresa lo hubiese cantado una Ana Torroja para el disco “Dónde está el país de las hadas” de 1983, álbum menor del trío que adolecía de las canciones tan directas e instantáneas de su debút, “Mecano”, a excepción del eterno “Barco a Venus”. Aún así Rubi consiguió cierta repercusión con este sencillo que hablaba de una rutilante estrella enamorada de un seguidor al que jamás se acercó, por miedo. Misterio.
La canción tuvo una segunda oportunidad en la voz de unas adolescentes mexicanas que hicieron trizas este y otros éxitos del tecno pop español—léase el “No controles” de Olé Olé o esa versión censurada de “Los Salvajes” de Magenta, “los salvajes SE ME ACERCAN, ME QUIEREN TOCAR (sic)”. Eso ocurría a finales de los 80 y tal mamarrachada conquistaba medio mundo gracias a ese trío imposible.
Mi hermana la tenía grabada en una cassette y llegué a escucharla de manera obsesiva…La gracia del tema es que no entendía la letra porque no entendía los conceptos…¿Qué era ese tal fan del que hablaba la canción?