Ya habíamos hablado puntualmente de los singles y vídeos que han ido publicando el dúo neoyorquino Fischerspooner, Casey Spooner y Warren Fischer, a lo largo del pasado año, podéis recordarlo pinchando aquí, aquí y aquí. No podíamos, por tanto, dejar de reseñar el álbum que los contiene y que ya está en la calle, «Sir», el cuarto de su carrera y un trabajo que les/nos ha costado la friolera de nueve años en facturar/esperar. Uno de los problemas de entregar tanto tema de adelanto es que se pierde la capacidad de sorprender y se van acrecentando las expectativas, que eran bastante altas gracias a que cada uno de ellos tenía algo especial. Pues bien, lo que nos pasa ahora con el que probablemente sea su álbum más experimental es que tras haber escuchado todos esos buenos singles lo demás nos sabe a poco. Si a eso le sumamos que están colocados al principio del disco, la escucha del resto se hace árida y monótona. He de reconocer, en su descargo, que tras varias pasadas he podido rescatar algunos matices y temas, pero sinceramente creo que ha sido más por mi devoción que por la calidad del material. Es una pena porque prometía y mucho, pero yo sigo echando de menos sus melodías instantáneas y aquellas canciones que me hacían bailar irremediablemente.
«Sir» se trata de un trabajo conceptual, al que está asociado una exposición realizada en el MUMOK de Viena, en el que el dúo y sobre todo el ahora musculitos Casey promulgan el sexo entre hombres sin tapujos ni prejuicios. En su elaboración ha colaborado otro homosexual insigne, el líder de R.E.M Michael Stipe, que se ha ocupado de la producción y de alguna de las composiciones, y que además tiene un cotilleo, ya que fue el primer amante, el que robo la virginidad, del propio vocalista del dúo en una de sus salidas por la ciudad de ambos, Athens. En lo vocal han contado con Caroline Polachek de Chairlift, Andy LeMaster, Jphnny Magee y Holly Miranda, pero ninguno, a excepción de la primera, consigue elevar el resultado a la altura de sus anteriores éxitos. Es lo que tiene la experimentación, que a veces es incomprendida y despreciada, pero no voy a desgranar sus temas para justificarlo, prefiero que seáis vosotros quienes emitáis el veredicto final. Os dejo para ello con un mini reportaje-entrevista sobre la exposición y con el enlace del álbum para vuestro juicio.
Yo todavía no lo he escuchado, pero lo han puesto mínino!!!
Un disco fácil y que entre a la primera no es. Tampoco es malo. Puede que hubieran tenido que recortar minutaje y echar atrás al menos dos o tres o incluso cuatro canciones, también que un productor con cabeza les dijera «dejaos de tontás y vamos al grano de la melodía y la canción, que aquí hay potencial para un temazo» pero dudo mucho que buscaran eso. Han hecho el disco que querían sin concesiones, para lo bueno y para lo malo y además no creo que vuelvan nunca esos Fisherspooner que a algunos nos enamoraron.
Y aún así, con todas esas consideraciones, todos los días lo escucho varias veces y quiero seguir escuchándolo más.
Ya, yo tampoco creo que sea un disco malo, pero si bastante difícil y largo como dices. Aún así le daré alguna oportunidad más.