La magia de David Copperfield está en su pelo

Pues sí, chica, como puedes ver hoy me toca meterme con el pelo de un hombre. Como la semana pasada me acusaron de machista por meterme con las gafas de una mujer, he pensado ir haciendo posts donde le de caña alternativamente a hombres, mujeres, animales, corporaciones, grupos sociales y cosas . No me va a costar nada porque a mí un salseo me pone loca del coño y lo que más me gusta del mundo es criticar y criticar, sea a minorías, mayorías, viceversas, mujeres o gorilas. Y es que encima me sale bien, que ya decía mi madre que tenía gracia, la jodía.

Pero en fin, vamos al furúnculo grano. Si te pensabas que iba a hablar  uno de los magos más famosos del mundo por una noticia que lo ha vuelto a poner en el candelabro, pues chica, te equivocas.

La verdad es que no sabría qué decir al respecto, ya que  siempre he pensado que David era de la acera de enfrente y si se echaba novias famosas como la Schiffer era por mantener lustroso el armario, así que esta acusación me deja  con el culo al revés  desconcertada. Yo he de reconocer que a mí él siempre me ha dado mal rollete y me ha resultado de lo más inquietante y oscurillo. Y chica, no me preguntes la razón porque nunca lo he sabido muy bien  pero puede que ahora la sepa. Repasando sus fotos en varias décadas (porque el tío empezó  como bufón en la corte del rey Arturo) sus distintos peinados me han dejado espachurrada ¿Por dónde empezar? Pues por el confín de los tiempos, en el precámbico…

Devid (pronúnciese con fonética inglesa, pliiiiiis) era un chaval esmirriao  que por las fotos que he encontrado bien parecería haber nacido en la postguerra española. En sus cejas se podía jugar un partido de cricket y tenía unas orejas que en un principio hizo pensar a sus padres que podría hacer el papel de Dumbo (chiste para que se enfaden los de orejas grandes). Cuando fue rechazado en el casting, fue cuando vio a la magia como una opción para hacerse famoso (chiste para que se enfaden los oportunistas de la magia) . Pero chica, yo he venido a hablar aquí del pelo de este señor y como vemos, ya anunciaba grandes alegrías con ese brillo, tan tupido, denso y el corte que siendo famoso ya recuerda a un casco de moto hecho en homenaje a una coliflor (chiste para que se enfaden las coliflores)

(Gesto de llevar las bolas chinas todo el día metidas en el orto y justo para la foto, se le han movido)

Con la estética Brummel por montera, un tierno David ya nos mostraba dos obsesiones capilares que se mantendrán durante toda su larguísima carrera artística.

 A saber; el color azabache de brillo deslumbrante y  un peinado que le cubriera tímidamente la parte superior de las orejas, que por tenerlas al más puro estilo elfo (chiste para que se enfaden los elfos) al que le han pegao un martillazo, arrastraba complejos variados al respecto (chiste para que se enfaden los acomplejados).

La laca triunfaba en los ochenta y preso de un ataque de tanorexia (chiste para que se enfaden los pasados de moreno) David decidió homenajear a nuestro Camilo Sesto con su peinado (chiste para que se ofendan los fans de Camilo Sesto),  dejando además que en su cara brillara una dentadura que hay que ponerse gafas de sol para que no te deslumbren esos marfiles dignos de un castor. Claro que como el mago siempre ha sido muy de cráneo diminuto, el efecto con ese matojo de pelo peluca es un tanto jibarizante (chiste para que se enfaden los jíbaros)

Es decir; cabeza reducida o cerilla con peluca.

Otro ejemplo de jibarismo mágico…

Los ochenta pillaron a David muy rollo cantante de Modern Talking (chiste para que se enfaden los fanes de Mordern Talking), ese cantante que era más blando que una cagarruta de paloma (chiste para que se enfade los colombicultores).

Con sus tracas en la nuca y sus mechones estrategicamente distribuidos sobre la frente, so 80´s.

Pero en los ochenta también triunfaba la gomina y el pelo encrespado y ahí estaba David, que demostraba también que había descubierto las pinzas de depilar para las cejas  o el cortacesped, vaya usted a saber.

También descubrió los filtros, coqueteando con una estética más propia de un cantante pop. Pero es que en el fondo, David ha jugado un poco a estrella de la música y a marcar pómulo.

Como la cosa capilar no daba para más y el mago no es muy de innovar, al llegar los noventa Copperfield hizo un reciclaje de sus dos peinados conocidos en los ochenta y la cosa quedó tal que así:

La cuestión es que a partir de estos años, el mago debe sacar la acertada conclusión de que una frente despejada siempre vende, se olvida de los mechones estratégicos sobre el cráneo y así pasará unos cuantos milenios años.Su pelo cambia, sí, pero esa sonrisa-mueca ya es un clásico y no se la quita nadie de la cara ni a base de hostias.

Sí, esa puta sonrisa de bienqueda que tanto gusta a las suegras…

Es en esta época donde el pelo, que parece natural, a base de un tinte obtenido del petróleo, adquiere ese rollo peluca de los chinos, (chiste para que se enfaden los chinos) artificioso y con tufo a plástico que tanto ha caracterizado al mago con mucho de pista de aterrizaje en la frente. El moreno de piel viene y se va pero oye, el negro azabache del pelo  que apesta a tinte barato siempre está ahí (chiste para que los fabricantes de Farmatín se endaden).

Pero entonces llegó el siglo XXI y la cosa empezó a tomar un carácter de lo más perturbador, la sonrisa se le quedó congelada, rollo payaso terrorífico (chiste para que se enfaden los payasos terroríficos). Y sin embargo el pelo…¡Lo tenía más tupido, frondoso y azabache que nunca!  Ya no más mechas flotantes, ya nunca más frente como pista de despegue. Vuelve el look casco de moto tan sospechoso que apesta a implante capilar…¿O es magia? Con ese truco del almendruco corte ce pelo, el cráneo ha pasado de la jibarización…

 …al rollete máscara africana (chiste para que se enfaden los coleccionistas de arte africano). Y la cosa tiene guasa, porque hasta la máscara tiene una sonrisa como más natural.

Chica, yo al menos le voy a reconocer que las operaciones de cirugía le sientan bien pero sigo hipnotizada por ese fulgor cabellil, sino fuera porque parece que le han dado un martillazo en el cráneo y se lo han hundido en el cuello (chiste para que se enfaden los de cráneo hundido)

Ya sé que tiene la cara pelín de latex, pero vamos a reconocerle que no ha sucumbido a los excesos visibles de otras estrellas con el bisturí o el botox (chiste para que se enfaden los que se han inyectado botox). Sin embargo, el pelo cada día parece más y más de otro planeta…

Se destruirá el mundo, desaparecerá la humanidad y chica, yo tengo clara (lago) que cuando una civilización extraterrestre venga a conocer como fue nuestro mundo (chiste para que se enfade Iker Jimenez), encontrará el pelo de David Copperfield , sabrán que ha sido testigo primordial de la historia las costumbres y modas y se convertirá en un símbolo de nuestro planeta al grito de Abracadabra