Si hay un tema abonado al cuñadismo es el del cine español. Es una temática donde la gente tiene el cuajo de soltar un topicazo tras otro y no sólo se les castiga con argumentos cual jarro de agua fría sino que encima se les aplaude y jalea. Que si las subvenciones, que si la guerra civil, que si los de la ceja…Pero si hay una frase que define al cuñao más casposo e impresentable es «El cine español es un cine de putas, yonkis y maricones«, que es tan complejo y profundísimo como decir que el cine de Scorsese es un cine de «machos, coca y mafiosos«. Y no sólo eso; también esconde unos prejuicios, una moral putrefacta y una altura de criterio a la altura de una hormiga. Pues bien «La puerta abierta» habla de justamente eso, «putas, yonkis y maricones» que de todo eso sale en la peli para escarnio de cuñaos Y sin embargo, la peli mola una barbariddady. ¿Y por qué hablo precisamente ahora de una peli que se estrenó hace meses? Pues porque acaba de salir en DVD . Y si solo una persona se la compra o la ve en una plataforma digital, habrá merecido la pena escribir sobre ella. Porque todos los implicados en este joyita merecen que les demos un poco de beneficio, para que puedan seguir trabajando en lo suyo.
La peli es un festival de Carmen Machi, pero de la Machi más comedida, sutil y menos histriónica. A un lado deja el rollete Aida y aunque el personaje también es de extrarradio, aquí no hay hueco y ni un ápice para la comedia, porque risas, pocas. Todo es amargo; su vida, su casa, su madre, su destino. La peli además acierta en su aire costumbrista y en su feísmo. Es lo que toca. Machi estuvo nominada al Goya y posiblemente se lo debería haber llevado, porque, ¿Saben? Nunca ha sido premiada con un Goya, Al lado tiene a Terele Pávez, una mujer que hace diez años parecía perdida para el cine y por suerte la hemos recuperado (de la mano de Alex de la Iglesia). Su relación tóxica, enfermiza y de espejos que reflejan lo peor de cada una es la base fundamental de la película. Y es que ser puta muchas veces se hereda y es un aspecto (que por mucho que se empeñen los cuñaos) nunca hemos visto reflejado en el cine.
Las dos, además, van a convertirse en una pareja casi clásica al ritmo que llevan de trabajar juntas en los mismos proyectos.Curiosamente, para mí el papel más flojo es el que hace Asier Etxeandia, que no me creo nada el papel de travesti fina que hace. A lo mejor no es cosa suya, a lo mejor es que estaba escrito malamente. Todo es tan real, tan de verdad en esta peli que su papel resulta casi de plastico. Tampoco me gusta nada el cartel con el que se anunció, demostrando que uno de los grandes pecados del cine español no es que se hagan pelis malas (que se hacen, pero no todas ni mucho menos) sino su ceguera para saber armar una buena campaña de promoción y distribución, Marketing, que lo llaman.
Nunca podremos saber cual hubiera sido el resultado si Amparo Baró hubiera estado viva, pero la vida le pasó por encima y solo nos quedan las fotos promocionales. Yo no la eché de menos, es cierto. Y si tras esta reseña te da un poco de perezón por lo deprimente y tal, no te apures. La película maneja como pocas la ternura, y no es que se agarre a ella, es que se aferra. Y dentro de lo posible y de lo que cabe, hay esperanza en su final. No lo vemos, pero se atisba.
Q peliculon
Carmen Machi sí tiene un Goya, por 8 apellidos vascos. Por lo demás genial artículo, me habéis despertado las ganas de comprar la peli.
Tooooda la razón; como sería de intrascendente ese Goya que ni me acordaba.