Estos días ha salido en todos los noticiarios la (ya no tan rara) noticia de una brutal paliza a una pareja de chicos por besarse en público. Puede parecer coña, pero hace nada hablábamos del magnífico corto de David Velduque y parece que la ficción cada día está más cerca de la realidad.
Asociaciones como HazteOír envían mensajes de odio a todo lo que va en contra de su “orden natural” y está calando en imbéciles que se creen que valen más que otros. Dentro de nuestra tan “tolerante” sociedad cada vez hay más cavernícolas que se creen que pueden atacarnos, amedrentarnos, meternos a base de hostias sus principios y NO, eso no se puede tolerar y no lo van a conseguir.
Esto me ha hecho reflexionar sobre el hecho de tener miedo por darse un simple beso, por un roce, por tener pánico a que se den cuenta de que eres del colectivo LGTBI. Me he acordado cuando tenía 20 años y mi (paciente) novio de entonces tenía que soportar que pegara un bote cada vez que me cogía de la mano en público o intentaba tener una actitud cariñosa en un sitio abierto. Era una tortura, porque le hacía daño a él por rechazarlo y me hacía daño a mí porque era consciente del dolor en la cara de mi novio y me odiaba. Dudo que nadie de HazteOír o con pensamiento homófobo lea este post, pero ¿Sabes el daño que produce en un joven cuando tiene que esconderse, tiene que ocultar lo que siente, está alerta todo el día por miedo a sufrir una agresión?
Yo tuve suerte, me quité esos prejuicios y desde la seguridad de la edad, de tener una relación fuerte y que te apoya, dije que ya estaba bien y que si a alguien le molestaba que mirara para otro lado; que yo tenía el mismo derecho. HazteOír habla de la defensa de los heterosexuales y yo me pregunto: ¿A cuántos heterosexuales han pegado por cogerse la mano? ¿Por darse un beso? ¿Los han echado de bares o de algún sitio público por hacerse una carantoña? Así que cuando ahora lloran porque nuestros derechos los amenazan me echo a reir de su cinismo e hipocresía.
Seguid pegándonos, seguid maltratándonos, seguid difundiendo vuestra campaña de odio pero antes o después, antes o después, esos “machitos” que van dando palizas se van a llevar una sorpresa. Puede que tarde o temprano me toque a mí, pero lo que tengo claro es que me llevaré a alguno por delante conmigo.
A pesar de que la cosa terminara con palos, me alegro que la pareja no se amedrentara y siguiera besándose. Es un paso, ya no nos avergonzamos. Lo siguiente es devolver las hostias y que queden tan jodidos como los agredidos.
Qué asco tener que leer esto día si, día también! Esta batalla hay que ganarla.
Jo pues yo tengo una duda, inquietud o como lo queráis llamar, es decir, partiendo de la base de que no me ha pasado nunca y que no sé cómo reaccionaría. Desde luego intentaría que fuese por la vía legal y nunca devolviendo con la misma moneda. Quiero decir que no me enfrentaría nunca físicamente. Pero claro hay que verse en la situación…
Yo igual que tu, no se como reaccionaria en caliente. Pero ahora desde la seguridad de estar ahora sentado en mi sofa creo q la via legal es lenta, ineficaz y estigmstiza mas a la victima de lo que sanciona al agresor. Yo cada vez entiendo mas a la gente que no solo no pone la otra mejilla, sino que responde con una hostia bien dada. Y luego ya si eso…reclamamos.
Afortunados vosotros… yo soy antiviolencia, pero creo que esta vez sí me giraría y contestaría…
No hacer nada significa dejarse apalear hasta que los niñatos digan? Noooo hijaaaa, nooooo. Un patadón en los güevos se comen seguro.