No pasa una semana sin que aparezcan un porrón de novedades musicales, canciones y discos nuevos que probablemente pasarán de puntillas por tu reproductor y muchos ni siquiera llegarás a escucharlos porque no hay tiempo material. Así que vivimos en una espiral interminable donde todo es leve, nada pesa, nada deja huella en una huída sin fin para abarcarlo todo, escucharlo todo y no profundizar nada. Así que si eres de los que busca intensidad en tu vida (no tengas miedo a reconocerte intensa, yo lo soy y no me avergüenza decirlo en público) busca una hora libre, deja todo, pon en silencio el móvil, prepara una copa de vino, un poco de maría también puede estar bien, elige tu mejor sillón y entonces, sólo entonces dale al play y ponlo a sonar. Escucha Para los que aún viven tal como merece. Con ceremonia.
OID
La primera vez te abrumará. La segunda te quedarás con algún trozo que te guste especialmente aunque te des cuenta de que necesitas muchas escuchas para quedarte con todo. Puede que a la tercera empieces a ser consciente de la grandeza del disco. Y sonríes, sonríes porque sabes que te quedan muchas horas, muchas escuchas donde el secreto guardado en cada nota musical se irá desvelando. Y sabes que establecerás una relación larga y profunda, de las que dejan huella para siempre. Es posible que a la quinta ya asumas que en realidad no estás escuchando. Te estás sumergiendo, casi te ahogas.
Visitas una geografía virgen, muchos de los torrentes que esquivas son nuevos, ignotos y acaban de ser creados. Es un continente musical nacido de la nada, lleno de canciones que son cómo ríos de metal fundido y que desembocan en un océano asolado por el huracán .Tú, como un ser ínfimo, tratas de mantenerte a flote entre la inmensidad del sonido que, repito, llega a abrumar. Hay que carecer de corazón para escuchar «Europa muda «sin un nudo en la garganta. Que temarraco más inmenso, joder!
A veces hay que agarrarse al asiento de puro vértigo. Metal que pesa y cante que va más allá del flamenco le dan todo el sentido al nombre de la formación.
Ya no quiero descender por tu patria
Ya no puedo recoger tu bandera
Y guardarla en el cajón de los miedosYa no tengo intención de cuadrarte más las cuentas
Ya no puedes contar más conmigo
No podrás descender a mi casaNo podrás desvestir a las muñecas
No podrás esconderte más del lobo
Son otros mis amigos, ya no hay tiempoNo sobran ni dos balas más de tiempo
En vomitar tu nombre, Europa
El muro sonoro que han creado tiene un empaque de la altura de un tsunami y la voz del Niño sirve como salvavidas, con cotas de brillantez vocal pocas veces vistas en nuestro país. Cada palabra cantada por el Niño tiene más enseñanza y más poso que casi el resto de música que vayas a escuchar este año. Da la impresión no de haber grabado un disco en un estudio, sino de haber trabajado en una fragua.
Un grupo de gente que se conoce desde hace relativamente poco tiempo (por un lado Toundra, por otro Niño de Elche) y que sin embargo han conseguido un empaque, una coherencia y una madurez que le dan al disco un sonido sólido, que pesa. Por eso me da la impresión de que es un trabajo que hay que escuchar como un todo, sin parones, entendiéndolo como una obra total que necesitas escuchar entera para aprehender el sentido. Por eso acabas exhausto .Quedarse con una o dos canciones, escucharlo a trozos es hacerte un flaco favor a ti mismo y casi diría que es escucharlo mutilado. Perderse el viaje al que invita Para los que aún viven es imperdonable si aprecias el valor de experimentar sensaciones fuertes en tus carnes. Es afilado como el metal y las guitarras que suenan, y si no llevas cuidado, corta, hiere y hace daño. El trabajo tiene una personalidad tan fuerte que en minutos olvidarás todas las referencias anteriores y asumirás que han creado un mundo propio y único, apuntalado con los versos de Enrique Falcón.
Un hombre se está muriendo y no hace ruido
—por temor a la chicharra
repliega musgo tras el corredor de la muerte
también ella, como yo, se mirara en las manos
asfixiando los pulmones tras el odio del mundo
el
desmoronamiento en desuso
de todos los sentidos
revientan las matanzas y hacen guiños al cielo.
Es un hombre el que no muere
(las manos con agujeros por donde asoma el hombre)
no hace ruido
en una pérdida constante de peines de caídas de flores de paredes
alguien no hace ruido y palpita
la luz en el vaivén de los barcos.
Mejor disco nacional del año sin duda alguna!
Es quizás la reseña más preciosa que he leído nunca. La declaración de amor más intensa, bella y apasionada que se ha hecho sobre un trabajo discográfico. Unas palabras que te obligan a sumergirte en ese río de sentimientos y darle una oportunidad a este desconocido género por descubrir, para comprobar si realmente el álbum está a la altura de este soberbio texto.
A ver, hay muchas cosas que dices en el post que no puedo más que estar de acuerdo contigo. Es un disco para escuchar del tirón y las canciones de manera aislada pierden todo el sentido del mundo.
Aun así a mi me ha dejado cierto poso de decepción, hay veces que la música va por un lado y la voz por otro y no termina de estar bien cohexionado. Quizás la sombra del Omega es demasiado alargada y la comparación en ciertos momentos es inevitable.
No obstante es sin duda uno de los discos del año y un trabajo de dimensiones espectaculares. Arriesgado, complejo y con muchas aristas que merecen una especial atención en cada escucha.
Ojalá todas las decepciones me supieran a esta!!
Hace mucho tiempo y muchas escuchas ya que no recuerdo a «Omega» cuando lo escuchó, fijate. Primero porque en aquel disco cada canción era un mundo y creo que partía del flamenco para ir a otros sitios. Este, sin embargo, lo único que tiene de flamenco es la voz, no creo que ni siquiera que lo hayan tenido en cuenta para hacer el disco aunque la voz flamenca pese tantísimo. Por eso decía que han inventado un nuevo género, llámalo «metal jondo». Evidentemente todo lo que se haga con fusión se comparara con Omega, peeeeero los Exquirla han entrado por la misma puerta y han seguido un camino totalmente distinto que poco o nada tiene que ver. De hecho, Omega ganará mil veces más en otros aspectos, pero que este es mucho más coherente y más una obra total, eso no me lo quita nadie. Porque en Omega había una idea de experimentación un poco sin saber donde les llevaría. Con este disco sí que se nota que hay una intención de llegar a un sitio concreto.
Y fíjate también que creo que lo de la voz y la música es algo totalmente buscado; le da al trabajo un rollete más fantasmal.
Eso depende del tipo de música que escuches habitualmente, porque llamarlo «Metal Jondo » es poco más que un sacrilegio…te recomiendo que escuches a los japoneses Mono, a los canadienses Godspeed You! Black Emperor, los escoceses Mogwai y un sin fin de bandas a las que tú llamas «Metal» y que no deja de ser post rock. Vamos que tampoco es que musicalmente hayan inventado la aspirina y que no estoy diciendo que el disco sea horrible, pero que si esperaba más de esta propuesta.
Bueno, con comprobar cuantos discos han salido que intenten algo parecido en los últimos veinte años tras el Omega es fácil de comprobar….A ver que piense…¿Ninguno?
Lo de «metal» era una manera de hablar, me da igual las denominaciones y lo usaba más ,metafóricamente de lo que me trasmite esa música, la sensación, paso bastante de etiquetas musicales. Claro que hay gente que inventa mil cosas más y más importantes en el mundo ¿Y? La cuestión es que con el cariz que tiene ese disco, en ningún otro país se ha hecho algo parecido…En Japón inventarán lo suyo, en otros países inventarán otras cosas peeeero, como pasa con el arte mudéjar; lo único que se puede exportar a otros sitios desde nuestro país que sea único y exclusivo es lo que hacen Exquirla.
Y para que salga otro disco así habrá que esperar otro montón de años, me temo. A no ser que se vuelvan a reunir de nuevo
Me encantan. A ver, no hacen nada nuevo, ya lo hemos oído en ocasiones anteriores, pero siguen siendo muy refrescantes. Son los dignos herederos de Omega.
Al final del documental de OMEGA dicen: «kizas dentro de X tiempo empezará a brotar las semillas de este disco»…..y ya keda claramnt demostrado q el flamenco y el rock se acompañan bastante bien…pero a dia de hoy todavia se percibe ese miedo a esta increible fusión puesto q ningún artista en pleno siglo XXI se arriesga a salirse de los canones puros dl flamenco…ENHORABUENA A EXQUIRLA!
Creo que es la primera vez que coincido con una críica en MondongpSonoro.
http://www.mondosonoro.com/criticas/discos-musica/exquirla-quienes-aun-viven/
Y me parece flipante que en muchas críticas que estoy leyendo se usen los mismos calificativos. Lo de «abrumador» se repite hasta la nausea.
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