Con la edad uno se va volviendo más prudente. Yo,al menos, intento hacer los menos juicios de la vida de los demás porque quién la lleva la sabe y quién eres tú para opinar. Sin embargo una cosa es no dictar sentencias y otra practicar la amnesia con según qué temas. Por el día contra le violencia de género, algunas webs volvían a compartir las declaraciones del director italiano allá por el 2013 donde reconocía que la famosa escena de la mantequilla en «El último tango en Paris» había sido una violación porque no fue consentida por la actriz.
De las declaraciones, pese a que tienen ya tres años, aún me pone los pelos de punta que tras la cara de compungido en un primer momento (postureo al máximo nivel) luego recula y suelta un discurso de «todo por el arte» de lo más vomitivo, teniendo en cuenta que él no fue el violado. El asunto es especialmente nauseabundo sabiendo que cuando Maria Schneider denunció el tema en los medios, fue repudiada, apartada y su carrera jamás fue más allá. En ese momento, ni Brando ni Bertolucci dijeron mu, los muy valientes y cuando Bertolucci hizo estas declaraciones tuvo tan poca trascendencia que tres años después están montando un escándalo tal que parecen recién dichas.
Me estremece que este tipo de asuntos no le pasen cuenta a nadie (hasta ahora) y que su fama no se vea mermada, porque sí, Marlon Brando puede que sea uno de los actores más importantes de la historia, pero que era un sádico despota que arrastró a toda su familia al abismo, también. Y ahora además podemos considerarlo violador, eso no se lo debería olvidar a nadie. A Bertolucci también lo deberíamos recordar con esa anotación biográfica; ya que nunca pagó (ni va a pagar) por este hecho, al menos que su reputación no salga indemne. A ver si por una vez no somos permisivos y compresivos con hechos de este tipo. Seamos consciente de algo especialmente duro para Maria; no solo fue violada, sino que el momento terrible fue captado por las cámaras y visto por todo el mundo en las pantallas envuelto en un halo de pelicula intelectual y de prestigio, por si la humillación ya de por sí era poca. Por puro karma, la peli ha envejecido malísimamente, convertida en pildora soporífera y pasada de moda. Que Bertolucci hiciera las declaraciones una vez muerta ella (ocurrió en el 2010), que la pobre pasó sus últimos años de psiquiatras y manicomios, es especialmente sangrante.
En los comentarios a los medios, es fácil comprobar como muchos tratan de ponerle algodones de azucar a los hechos y hablan en plan «bueno, llamarlo violación sería excesivo» como si hubiera grados posibles, con esa complicidad que muchos tienen a la hora de exculpar en estos temas. Así que yo no estoy aquí para juzgar a nadie, pero sí para recordar, entre otras cosas porque las declaraciones tuvieron muy poco eco en los medios. Recordar es algo muy bueno para que cada cual ocupe su justo sitio en la memoria colectiva. Y Bertolucci merece un hueco… lleno de kilos de mierda.
Puedes recordar la escena aquí y verla con otros ojos:
https://www.youtube.com/watch?v=I2WAS31za7I
Es cierto que la noticia es antigua, pero yo la verdad es que no tenía constancia de ella hasta la semana pasada que se cruzó por mi muro de Facebook y me quedé sin palabras.
Es probablemente de lo más torcido y vomitivo que he leído en mucho tiempo!!
Aunque no tiene la misma notoriedad por ser algo sabido hace muchos años, no puedo evitar recordar que Polanski confesó haber tenido sexo con una menor de edad… y cuántos otros casos habrá que nunca sabremos.
Lo que me da miedo es la posible horda de intelectuales (léase: viejos gordos y calvos) que aún defenderán eso en pro del arte y de la transgresión. Siempre, claro, desde su óptica que miembro dominante de la sociedad.
Nunca veo cine de Polanski por todo lo que el tío lleva a sus espaldas. Y tampoco lo haré ahora con Bertolucci.
Hay un Change que no para de crecer pidiendo firmas para solicitar a Hollywood la condena pública de lo ocurrido en en Último Tango.
Jessica Chastain ya ha comentado que no volverá a adular nunca ni a Brando ni a Bertolucci.
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