Y chica, que orgullo da que sea solo apenas unos días de la matanza de Orlando y se convierte en el primer monumento LGTB. El local de chaperos y travestis donde empezó todo en 1969 porque amiga, ellos no dejaron que les pegaran otra vez ni pusieron la otra mejilla; se rebelaron y lucharon. Algunos gays que ahora van de formales y de que el desfile «no me representa porque son unas mamarrachas» deberían aprender un poquito de allí. En la actualidad se ha convertido en un lugar más feo que otra cosa que huele a madera vieja, pero su fuerza simbólica sigue siendo igual de grande. Así que, chica no lo dudes; si los cristianos van al Vaticano, tú deberías ir al menos una vez en la vida a Stonewall.
Querida MariRichi Na Delahiel, madre mía qué complicación de nombre. No hace mucho que estuve en el Stonewall y debo decirte que la cosa a cambiado mucho. Sigue siendo el local de madera barnizada de siempre, pero merece la pena pasarse por allí. Aunque sólo sea por peregrinación mariconil, y hacer los honores.
La verdad es q aun se siente ese espiritu rancio y viejo d los 70…y creo q es mejor asi, q no lo hayan explotado y convertido en la meca d D&G ó cualkier otro garito deslumbrante megawaypijo rollo leticia sabater…engaaaa to2 a la calle a celebrarlo!!