Se ponen muy pesadas las feministas, verdad? Siempre exigiendo, siempre malhumoradas, siempre reivindicando. Una queja que la llevan incluso al arte o la ciencia. Que han silenciado a muchas mujeres importantes, dicen. Que se ha ninguneado la aportación de las pocas mujeres a las que dejaron ejercer algo importante más allá de cuidar niños, dicen. Pesadas, sí.
Y entonces encuentras a un personaje como Maria y te das cuenta de que…Ellas tenían razón.
Han tenido que pasar más de trescientos años para que Maria Sybylla empiece a ser reconocida en el mundo, tiene muchos ovarios la cosa. En el mundo de la ciencia y en el mundo del arte. Pero también en el mundo del feminismo sin ni siquiera ella saberlo o enarbolar una bandera. Y ojo que no voy a escribir por hacer un poco de cuota feminista. Es que, honestamente, me parece una artísta increíble con una vida novelera y mítica. Como para no reivindicarla.
Su caso es un ejemplo paradigmático de lo que les ocurrió a muchísimas grandes mujeres que fueron pioneras, desarrollaron un trabajo inmenso y pese a ello, el tiempo (y el machismo) arrasó con su memoria hasta dejarlas escondidas en el olvido. Hasta ahora. Gracias a la exposición de sus trabajos por toda Europa (actualmente en Londres se puede visitar una) se va sabiendo más de esta mujer absolutamente fascinante .
Nacida en Frankfurt (1647), aprendió del segundo marido de su madre el arte del bodegón, pero ella más que en las plantas se fijó en los insectos. Para tener en cuenta su valía, hay que saber que aún en el siglo XVII nadie estudiaba a los insectos porque casi se los consideraba demoniacos.
Ella se sintió especialmente subyugada por las metamorfosis, el misterio de la transformación de orugas a mariposas. En su pintura siempre usa guache o acuarela porque (y este dato explica mucho de todo lo que tuvo que luchar) las mujeres tenían prohibido pintar al óleo ¿Cómo te quedas?
Casada y posteriormente divorciada, tuvo que esperar a los 50 años para poder hacer un deseado viaje a la que era colonia holandesa (Suriman). Puede parecer intrascendente pero no lo es; se considera el primer viaje científico de la historia. Para poder viajar, tuvo que venderlo todo y esperar a que las autoridades le dieran permiso,. Allí pasó menos años de los esperados porque contrajo la malaria. Al regreso, tuvo que aguantar como sus obras fueron objeto de burla y risa,.Famosa fue la polémica lámina donde una araña se merienda a un pájaro que fue recibida con cachondeo por sus contemporáneos, acusandola de fantasiosa y de fraude.
..Hasta que se descubrió que esa araña come-pájaros existía y que Maria Sybylla no se lo había inventado. Lo fuerte, lo increíble es que ni siquiera hoy en día se atribuye a María el descubrimiento de la araña gigante o»Goliath»
Su gran obra Metamorfosis de los insectos del Surinam resultó un trabajo tan caro y costoso que pasó toda su vida con dificultades económicas. A esto hay que sumar al olvido que sufrió hasta tiempos bien recientes en los que se la llega a reivindicar incluso poniendo su cara en los billetes.
Ella es un ejemplo más de que sí, hubo mujeres científicas y artistas importantes antes del siglo XX pero que ya se encargaron muchos de esconderlas para que no se conociera su labor. Hasta hoy.
Pese a su gran labor científica, se la valora ahora mucho más a nivel artístico y se ha converido en una de las más buscadas y cotizadas por las casas de subastas y no me extraña. Me hipnotiza su detallismo casi enfermizo, la manera en que tiene de presentar los descubrimientos científicos tan equilibrados, en composiciones que serían la envidia de un renacentista que aspirara a la claridad, la simetría y la buen exposición.
Un día, descubriremos como Maria Sibylla ocupa las salas más importantes de los museos más señeros del mundo, que muchos la nombran como su artista favorita y que sus láminas se pueden encontrar decorando casas en un lugar de privilegio. Sólo en ese momento podremos decir que se ha hecho justicia y que esta grandísima precursora está donde debe estar.
Es maravillosaaaaa!! Me encanta, junto con Mutis (aunque él no era quien pintaba las laminas) yo creo que es de los personajes más interesantes que ha dado el mundo de la ilustración!!
Y me reafirmo en el componente feminista de su gesta, que por aquel entonces debió ser un auténtico calvario!!
Algunos de los dibujos parecen auténticas fotografías, es impresionante el detallismo que los impregna. Y buceando en el trasfondo de su historia, con el calvario que tuvo que soportar y las dificultades para realizar sus viajes científicos, una vida así sólo se puede calificar como admirable. Aunque es triste que una mujer pionera como ella haya permanecido tanto tiempo en la sombra, nunca es tarde si los medios actuales permiten una amplia difusión de su vida y sobre todo de cara al reconocimiento de su obra. Por la visibilidad científica YA.
Muchas gracias por acercarme a Maria Sibylla! :)
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