Querido homóbofo recalcitrante
Mira, maricón
Amos a ver, maldito retrógrado
Estimado Sr. Luis Pérez Requejo:
Recientemente he tenido la paciencia el gusto de leer su artículo objetivo y científico, para nada basado en opiniones homófobas e irrespetuosas, o sea, para nada, se lo juro señor mío; y me ha suscitado una curiosidad bastante entretenida y un pelín hijadeputa irreverente que me gustaría compartir con usted.
Según concluye en su vomitiva bazofia artículo, la homosexualidad no es una enfermedad, no es normal, no es natural y no es racional; cuatro afirmaciones que se permite usted hacer bastándose en artículos científicos del año de la polca llamémosle clásicos. He aquí las conclusiones del artículo:
Siguiendo su línea de «argumentación científica«, voy a plantear, del mismo modo que usted ha hecho con la homosexualidad, la siguiente pregunta: ¿es el celibato en el sacerdocio una enfermedad, es normal, es natural, es racional?
En cuanto a la primera parte de la pregunta, ¿es el celibato en el sacerdocio una enfermedad? Hemos de concluir que la Organización Mundial de la Salud (OMS) no refiere artículo alguno en el que lo afirme o desmienta.
Claro, que también lo tiene para dejar claro que la homosexualidad NO es una enfermedad y usted comenta que fue algo realizado desde la presión de los grupos ultrahomosexualistas y que nada tiene que ver con que los psicólogos empezaron a entrar en razón y le falta a usted decir que «sería una enfermedad si no fuera porque los maricones son muy influyentes, puto Imperio Gay y su Gaystapo«. Bueno, para qué explicarlo, si usted lo explica que es una delicia:
Pero dejando a un lado esto porque usted no quiere influenciar sobre nadie ni verter opiniones de mierda personales, podemos concluir que el celibato en el sacerdocio no es una enfermedad, aunque (y ahora me lo invento porque me sale de los cojones, como a usted) debido al alto número de casos de pederastia que han salido recientemente en los medios de comunicación, podemos inferir que debido a este celibato, los curas se enferman de pederastia. Así que, indirectamente, sí, el sacerdocio es una enfermedad. O puede llevar a enfermedades derivadas del celibato en el sacerdocio, como la pederastia.
Siguiendo con su argumentación científica y nada personal ni subjetiva, se lo juro señor que no, que no quería que no, podemos pasar a la segunda pregunta: ¿es el celibato en el sacerdocio normal? Pues tal y como usted explica en su artículo sobre la homosexualidad, considerando normal como «lo corriente», podemos llegar a asumir que el celibato en el sacerdocio no es normal, puesto que la mayoría de los hombres no la practican y, por tanto, al no ser corriente y habitual, podemos deducir que es «anormal», sin que esto sea una afirmación peyorativa o insultante.
Es sencillo, es claro y no le voy a repetir los autores que cita porque, señor mío, usted mismo los ha citado recientemente.
Continuamos. En la tercera parte de la pregunta, ¿es el celibato en el sacerdocio natural? Tenemos que considerar que no existe en la Naturaleza, tan sabia e importante (hasta que le sale a usted de las pelotas saltársela, pero ese es otro tema), un ejemplo de sacerdocio en ningún grupo de animales y, por tanto, de célibes sacerdotes. Pudiendo explorar algunas visiones de la naturaleza, encontraríamos en el film de animación «El Rey León» una especie de sacerdote en Rafiki, del que no se le conoce relación alguna, aunque sí que recomienda a los animales que practiquen sexo. Por lo que, probablemente, él también lo desee o anhele.
Por tanto, según su propia argumentación, podemos responder que el celibato en el sacerdocio no es natural. Es decir, es antinatura.
Para finalizar, y respondiendo a la cuarta parte de la pregunta: ¿es el celibato en el sacerdocio racional?, podemos hacer uso de sus mismas premisas y entender que, según «el progre» de Kant, racional es aquel comportamiento que se realiza y cuya realización masiva supondría una Ley Universal deseable.
Puesto que el celibato en el sacerdocio no garantiza la perpetuación de la especie, algo que toda Ley Universal social en humanos, según usted, debe cumplirse, podríamos llegar a la conclusión de que el celibato en el sacerdocio no es racional.
Concluyendo, que es gerundio: el celibato en el sacerdocio no es una enfermedad per se pero sí puede derivar en enfermedades mentales como la pederastia, no es normal, no es natural y no es racional. Casi que prefiero ser maricón, vamos.
Y ya como apreciación personal: métase usted en sus propios asuntos, que bastante tiene con las cositas de la Iglesia, y deje a los homosexuales, bisexuales y transexuales en paz.
Ah, otra cosita, ¿podría pasarle esto al obispo Cañizares? Es que me da en la nariz que me tiene block.
Voy a buscar un marco bien grande para enmarcar este pedazo de post
Gracias, querido. GRACIAS.
El debate sobre el celibato lleva mucho tiempo abierto. Hay confesiones religiosas que lo asumen como algo no natural y en las que no es obligatorio. La homosexualidad, en cambio, suele estar mal vista en casi todas ellas. Pero, eh, no hay homofobia y no hace falta un Día del Orgullo Gay.
Lo sé, pero, por el momento, la Iglesia Católica, con el Papa Francisco I a la cabeza, lo considera como obligatorio (aunque me consta que lo están estudiando). Así que… Sigamos con sus dogmas. Quícir…
Sólo voy a decir una cosa ¿Quién no se lo ha hecho nunca con un cura? Ahí lo dejo caer…
Más de un amigo mío se lo ha hecho con algún cura. Lo que confirma que muchos curas no sólo son pederastas, sino que algunos se lo hacen con hombres… pese a que sus directores espirituales proscriban la homosexualidad, cuando muchos de ellos lo son (si es que no hay más que ver la cara de Cañizares).
Pingback: ¿Es el celibato en el sacerdocio natural?
Esto es cruel, ahora me tenéis hecho un mar de dudas… tenía pensado colgar un enorme cuadro en casa con los mejores momentos de la Undécima, pero estoy pensando poner en un cuadro la frase:
«el celibato en el sacerdocio no es una enfermedad, aunque debido al alto número de casos de pederastia que han salido recientemente en los medios de comunicación, podemos inferir que debido a este celibato, los curas se enferman de pederastia».
No hay suficientes rincones en el ático de Rouco para esconderse.
Me descubro el cráneo ante usted. Ojalá haya réplica.
Hola y avemaríapurísima.
A ver, oigan, que este señor es de la Universidad CATÓLICA de Valencia… A ver, qué coñe hace una universidad católica (esto es una contradicción de términos ¿no?) con un máster de Bioética… lo de Bio será como lo de los yogures, digo yo, y lo de Ética … si es católica pues ya sabemos de qué palo va (y nunca mejor dicho lo de «palo»)… Es lamentable que esta gente pueda soltar sus perlas y quedarse a gusto y bien descansaditos, pero la verdad es que no merece la pena ni indignarse. Que la ley actúe, pero de verdad, en los casos en los que tiene que actuar, y que los curas sean todo lo célibes que les salga del papo, o que forniquen entre sí a diestro y siniestro, y dejen en paz a los monaguillos y catequizandos, y se mueran todos de unas purgaciones como centollas. Y condiós.
Maravilloso.
Yo añadiría, citando a mi troll favorita la homeópata new age Moonstar, que tampoco comer yogures es normal ni natural. De entre todas las especies del reino animal, solo una parte pequeña de la humana y mi gato comen yogures. No es por tanto normal ni natural. Ni tampoco racional, se deduce, ya que el acto yogural no conduce a la perpetuación de la especie.