Contaba hace unos días el anuncio de matrimonio de Kylie Minogue y un poco malvadamente hablaba de que su novio actor, Joshua Sasse, no es muy conocido que digamos. Como tenemos lectores de lo más actualizados, varios me comentaban que estos dos tortolitos se había conocido en la serie Galavant y me decían que molaba mil. La serie. Y como yo soy muy de hacer caso a una recomendación apasionada,me la he merendado en dos días. La telecomedia musical es un disparate ultragay, una fantasía medieval donde el caballero Galavant se verá enmedio de mil aventuras para salvar a su amada. Con dos temporadas cortitas y episodios de veinte minutos, se flipa muchísimo cuando se está viendo mientras te debates entre las risas y los nodarcreditismos, con el agravante mariconil de que es un musical y cantan, cantan muchísimo. Pues bien; en la segunda temporada, Kylie fue a hacer un numerito en plan actuación estelar y ta chan…¡Surgió el chispazo del amor!
La escena transcurre en una taberna medieval `poblada de hombres solos, peludos y que gustan de la compañía de otros hombres sudororos y viriles. Kylie es la dueña del lugar y Galavant observa atónito como entra en escena la australiana. Pluma visual sin fin y mucha, mucha gracia.
Yo también me habría enamorado…
Et moi…
GRANDEZA.
Me alegro de que la recomendación no haya sido en vano :D.
Es un momento para mojar braga, sí.
Llego a tener tropecientos años menos y me forro la carpeta con éste, hombreyá!!
Creo que yo también le estoy amando muchísimo
Plan para secuestrar al Galavant éste en el próximo cónclave.