Por ahí… por ahí, amigos. Por ahí debería discurrir la carrera de los de Basildon. Dejar de hacer música por negocio. Dejar de tener la obligación de sacar cualquier cosa, cada cuatro años, para asegurar unos ingresos mastodónticos por girar unos discos pésimos y poco atrayentes, física y emocionalmente. Y a los fans que les (nos) den. Este es el claro ejemplo de que pueden seguir haciendo vibrar a las masas, emocionar con melodías poderosas, oscuras e inspiradas. Pero no, hoy no hablamos de Depeche Mode, lo hacemos de su iluminado cantante. Dave Gahan, junto a los Soulsavers, se acaba de marcar uno de esos discos de otoño que invitan a escuchar una y otra vez sus canciones. Todas, además. Porque me ha resultado de una belleza tan brutal que no puedo parar de reproducir estas joyas.
Planear sobra la oscuridad, el blues, incluso el góspel y quedarse tan ancho no es tarea fácil para un señor cuya voz es tan icónica que parecía estar condenado a nos brillar fuera de su grupo de cabecera. Este mes de octubre ha visto la luz el segundo trabajo colaborativo entre Gahan y los Soulsavers, después del lanzamiento de “The Light the Dead See’ en 2012. Un trabajo éste al que, reconozco, no le presté atención alguna.
Pero aquí ya se vislumbraba algo grande tras la publicación de este maravilloso single de adelanto del álbum “Angels & Ghosts”.
Un disco muy directo, aunque complejo en cuanto a sonoridad. Pero es la voz lo que lo impulsa hacía un poderío poco habitual en los últimos discos de Depeche Mode.
Ando tan dejado con Depeche que ni sabía que Dave había sacado este disco y coño, suena muy bien; me ha encantao «One thing». Eso no quita para que despues de ¿Cuatro? ¿Cinco? discos tan malosos de Depeche, tenga alguna esperanza en que como grupo vuelvan a hacer algo que merezca la pena.
El single…uffff es de lo que te pone los pelos de punta y patrás. No paro de escuchar el disco desde que hace unos días me lo recomendaron.