Qué está desencantado, que no quiere hacer más pruebas, que en el teatro se siente mejor. Y uno se pregunta…¿Se puede permitir este cine «español» quedarse sin el malvadísimo agitanao de «La ardilla roja? ¿Quedarse sin uno de los pocos que han podido recitar verso y salir triunfante en «El perro del hortelano«? ¿Quedarse quién fue de los primeros en interpretar a un poli enrollado con una etarra y que no diera la risa en «Días contados«? ¿No tener ya nunca más al agrónomo que decidía su vida según eligiera una u otra mujer en «Tierra«? ¿El personaje arrastrado por una serie de desdichadas casualidades en «La noche de los girasoles«? Si se dan cuenta, todos los títulos ya tienen unos años y aunque no ha parado de trabajar, cada vez lo hace menos y con más espacio temporal entre cada proyecto.
Osea que a lo mejor no es que nuestro cine no se pueda permitir no trabajar con Carmelo…Es que ya lo ha hecho. Y es una verdera pena.
La verdad es que cuando salía en muchas pelis se le criticaba. Y ahora que no lo hace tanto, ciertamente, se le echa de menos.
¿Quién lo ponía mal? ¿Con qué derecho? Que pongan a la Bullock mal se comprende, pero a Carmelo?