«A partir de los 35 en el mundo gay dejas de existir». Eso era en el mundo gay pre-vigorexia, pre-botox (no dejéis de leer el interesantísimo artículo de Carry Nurse sobre el tema) y pre-carillas dentales. Ahora podríamos ampliar a los 45 o por ahí, y un poco más si hablamos de osos, que siempre han sido más de aceptar a todo bicho viviente, ya sea animal o persona. Pero siempre queda la duda de si realmente te estará diciendo la edad que tiene realmente. Sobre todo en esa franja cercana a los 40, que está fenomenal pero que acojona mogollón. Y es que los heteros tienen la crisis de los cuarenta, se echan una chati que podría ser su hija y se compran una moto o tunean su Opel astra, de acuerdo a sus posibilidades. Y nosotros, pues nos empezamos a quitar años.
Y aquí es donde entro yo, vuestro ciberconsejero más dicharachero, para indicaros unas pautas, preguntas básicas e indicaciones para, de una manera segura y efectiva, acercaros lo máximo posible a los años al otro lado de la pantalla naranja y negra.
Tiene cuenta de Hotmail: Uhh, mayor de 40.
Te dice 34 pero su email es @hotmail.com: es pre-smartphones. Posiblemente se abrió la cuenta en el ciberclub de su ciudad de provincias, desde un ordenador con Windows 95. Probablemente también tiene otra cuenta igual en gmail pero le parece muy complicado de usar. Es de los de Hotmail (leído “jomeil”) de toda la vida.
Brillos extraños sobre su foto de perfil en la playa
De repente ves un tierno efebo en el perfil y piensas “uff, a este le comía yo hasta la goma del gayumbo”. Pero hay algo que no cuadra… La foto desenfocada, como con un filtro vintage de instagram, pero en raro. ¿Qué sucede? Pues lo más sencillo del mundo: nos encontramos ante el típico caso de señor que ha hecho una foto con su flamante móvil nuevo a la foto del salón, esa del verano en Sitges en 1996, que estaba monísimo y morenísimo. Y claro, los años no pasan en balde, ni para las fotos, que amarillean, ni para los cuerpos, que la gravedad es la misma para todas, bonitas.
Pero ojo: quien tuvo, retuvo, no nos olvidemos, señoras!
Si sabe terminar frases como:
“Busque, compare y si encuentra algo mejor…”
“¿Cómo estaba la plaza?”
O si usa expresiones como:
“Y hasta aquí puedo leer”
“Así son las cosas y así se las hemos contado”
“Toma ya Kas manzana”
Y de premio, una pregunta básica:
¿Cuántos años tiene un niño de segundo de la ESO?
No falla: si lo sabe, menor de 32, maestro o padre de familia con hijos preadolescentes. Si no lo sabe, dinosaurio. Si tarda más de cinco segundos en contestar… lo ha mirado en internet.
Lo de la cuenta de Hotmail es una apuesta segura por la edad jajajaja
Hay otro truco muy bueno si el tema es con las fotos; si solo enseña una parte, digamos, un ojo, la mano, o parte de la cara, es que esconde lo demás…Y lo que esconde suelen ser calvas, michelines, arrugas miles y canas hasta en la raja del culo.
No puede usted leerla pero mi dirección de correo es de jomeil….
Jajaja pobre pixie (si te sirve de consuelo, la mía también)
Hay algo que no falla nunca cuando quedas en persona con alguien para saber la edad, basicamente es que cuando se pone como a intentar impresionarte te dicen algo como «sabes? yo conozco a Alaska», señal inequivoca de que el maromo en cuestion es vieja pelleja
Pingback: gATROZnomia: Ensalada de col | Atroz con leche
Pingback: Diez consejos de seguridad en Internet | Atroz con leche