Y se lo deseamos porque gracias a él, los ochenta fueron más terroríficos y divertidos. Y porque nadie se acuerda de su pequeño papel en V. Y porque es una pena que el mundo del cine no le encontrara un hueco más allá de su papel mítico. Y porque ha sabido llevar en encasillamiento con gracia y donaire. Y porque todo el mundo que lo conoce de cuerpo presente dicen que es una gran persona digna de una conversación.
¡Felicidades Robert Englund! ¡Que usted lo pase muuuuy bien!