Reflexiones (I) con el pene como una cremallera

Si has llegado a los treinta y pocos años y tu cosita sigue con capucha, pueden pasar varias cosas:

1. Tienes un pene de revista -en ese caso, mi cuenta de Twitter es @FlanaganMcPhee, sígueme y te sigo y me la mandas por DM- o

2. Follas poco y no te has dado cuenta de que esos tirones cuando la metes no son normales. O

3. Eres tan pasivo que no te coges el pene ni para mear (porque lo haces sentado).

atroz fimosis

A mí me pasado la número 2. Desde hace un año llevo notando que de vez en cuando, si la cosa no está muy lubricada, en medio del acto sexual mi varita del amor sentía un latigazo que, muchas veces, acababa con el acto sexual en ese instante. Lo cual era un mal trago para mi compañero sexual y para mí. Mi compañero sexual porque se quedaba a mitad de polvo (tampoco es que fuera la repolla, pero bueno, el sexo es como la pizza: si es bueno, es muy bueno, pero si no, sigue siendo pizza y la pizza mola siempre). Y yo me quedaba con un dolor que me acompañaba un buen rato. Además de quedarme también a medio polvo, que siempre te deja de mala hostia.

Así que, tras descartar que los tíos últimamente tienen el culo muy apretao y por eso no iba bien la cosa, y puesto que nadie me había respondido a mis fotopenes con un «qué pene más hermoso, debería estar en un museo», me planteé, por décima vez, que igual tenía fimosis.

El médico, tras una exhaustiva revisión de mi pene que duró algo así como 2 microsegundos, me dijo que sí, que a cortar. Me dio cita, que tuve que cancelar, me volvió a dar cita… Y llegó el día de la operación.

atroz chulazo porque sí

He de empezar diciendo que la operación no duele lo más mínimo. Es como si le estuvieran cortando el pene a un señor de Murcia. Pero, eso sí, desde el momento en que te pones la bata, la sensación es de «estoy haciendo el ridículo más absoluto». Os cuento.

En primer lugar, te dicen que te desnudes y te quedes en calzoncillos, calcetines y zapatillas. Te pones una bata de las que cierran por detrás, un gorrito verde y unas fundas para las zapatillas. Look total. Luego entras en un quirófano con dos señores que, muy amablemente, te dicen que antes de tumbarte te bajes los calzoncillos hasta la rodilla. Bien, ahí, manteniendo la dignidad.

En esas llega el doctor, pregunta por las agujas y, no sé al resto, pero a mí se me puso el pene en la garganta. Se escondió. Era pequeñito pequeñito. Diminuto. Pero no pasa nada, porque el buen doctor te mete dos pinchazos en la base del pene. Sin avisar. Que cuando gruñes de dolor se extraña y todo. Se nota que no es su pene.

En esas te avisa: «ahora no te muevas, que te tengo que dar un último pinchazo en el glande y este puede molestar un poco». ¿MOLESTAR UN POCO, HIJO DE PUTA? QUE ME ESTÁS CLAVANDO UNA AGUJA EN EL PUTO CAPULLO. Eso es lo que piensas. Decir no dices nada. El miedo te paraliza. Y los dos enfermeros te están cogiendo de las piernas para que si te quieres mover, no puedas. (Nota: señor doctor, pregunte antes si el operado es homosexual, porque poner dos enfermeros sacados de un catálogo de Abercrombie & Fitch puede resultar un poco contraproducente).

A partir de ese momento, ya como si cortaran un jamón. Tú no te enteras de nada. Ves movimientos, alabas las aptitudes del doctor para el punto de cruz, hueles un poco a cerdo a la barbacoa,… No sé si es lo normal, pero vamos, estás en un estado de «por dios, que me quede la polla bonita, que me quede la polla bonita».

Luego viene una enfermera, en mi caso Elisa, muy maja, que va hablando con el enfermero buenorro nº1 de sus cositas, mientras te cose y te cose y te cose, que estoy convencido de que a mí me puso «Recuerdo de Matalascañas» en punto de cruz, porque si no, no lo entiendo. Y te venda. Cuando sales de la operación tienes entre las piernas un cilindro que bien podría ser un códex de los de El Código Da Vinci. Que te pesa el rabo como si llevaras mes y medio sin follar (supongo que para que te vayas haciendo una idea de lo que te van a pesar los huevos por el tiempo que pasarás sin descargar).

atroz vendaje

 

Y hasta ahí, todo bien. Pasas dos días que no te enteras. Eso está tan apretado que no sientes ni padeces. (Nota de nuevo y #FlannyConsejo: siéntate para mear, cógete el cilindro y tíralo lo más hacia atrás que puedas. Eso está tan apretado que va a salir la orina como si fuera un spray de grafittero. Y no queremos ponernos a limpiar con el mocho hasta el techo del baño. No, créeme, no queremos).

¿Primera aventura? La noche. Durante el día bien. Estás consciente de que te acaban de cercenar el capuchón de tu querido miembro viril y, por tanto, eludes cualquier cosa que sea mínimamente sexual. Incluidos los anuncios de ropa interior. Pero, ah, querida amiga, llega la noche. Y con ella, las erecciones involuntarias. ¿Sabías que puedes tener hasta 15 erecciones involuntarias en una noche? Pues créeme que lo vas a saber. 12 tuve yo la primera noche.

De nuevo, #FlannyConsejo: me han recomendado muchas acciones para bajar rápidamente una erección: lata de cocacola en los huevos, hielo, los pies en un barreño con agua con hielo… Pero la mejor, sin duda es bajarte los pantalones hasta los tobillos y sentarte en el suelo con el culo y los huevos tocando baldosa. Mano de santo. Pero, de nuevo, ridículo.

De todos modos, el momento más divertido es cuando, dos días después, te tienes que quitar la venda. Que entre sangre, orina que se te cae (por más limpia que seas, Mari, ahí te va a caer orina) y lo pegada que tienes la venda, te recomiendo que lo hagas bajo la ducha o después de meter el cilindrín en un bote lleno de manzanilla. Sí, porque el desinfectante que mi médico me ha recomendado es AGUA DE MANZANILLA. Precioso todo.

Ahí ves las estrellas. Y todo lo que antes era «Mira tú qué bien que no me duele ni nada» se convierte en «madre mía, tengo el rabo como una bota de montaña». Limpias, arreglas, lloras, maldices, te cabreas, te arrepientes… Pero da lo mismo. Tu pene ya no va a tener capucha nunca más. Y lo vendas. Vendarlo es importante, porque si no lo vendas apretando, en cuanto se te pone morcillona ves el star system norteamericano y, si me apuras, hasta el de Bollywood.

Así todos los días, hasta la siguiente sesión de limpieza.

atroz aquí estoy (Conflicto de codificación Unicode)

Y aquí estoy, sentado en el borde del sofá para que mis genitales vayan a su aire mientras escribo unas líneas para todos aquellos que se encuentren en la misma tesitura que yo: ¿Me hago el pene cabrio o sigo coupé, como hasta ahora?

Pues te lo cuento, querida amiga, cuando se me vayan los puntos. Porque, por el momento, no te sé decir. Eso sí, tengo un capullo PRECIOSO que estaba oculto por una capucha que le venía pequeña. Así que algo hemos mejorado.

atroz puzzzle

41 comentarios en “Reflexiones (I) con el pene como una cremallera”

  1. Y yo en lista de espera para pasar por lo mismo. Creo que esta noche voy a tener pesadillas con pinchazos en el glande.

    1. Flanagan McPhee

      Tranquilo, McTetis. Es como una picadura de avispa. Nada grave. Eso me dijo el médico, al menos.

      1. jajajaja bueno, tengo que reconocer que el leer esto me ha servido para saber lo que me espera, que hasta ahora no tenía ni idea. Solo queda esperar a que a los señores de sanidad les acuerde llamarme para rajarme, que ni fecha fija me han dado.

        1. Lo de los pinchazos no es pa tanto; le pasa como a las agujas de los dentistas, ya llevan el anestésico incorporado y este, que es un exagerao, lo ha usado pa meter drama en la narración. Pero tranqui que ni te enteras.

          1. Flanagan McPhee

            Por los cojones, MM. El pinchazo no lo notas (mucho). La inserción de líquido en la base, la notas. En el glande he de decir que no mucho. Pero impresiona saberlo.

  2. A mí me operaron hace 5 años. Cuando estaban terminando de coser se me pasó el efecto de la anestesia. El enfermero no se creía que sentía los pinchazos hasta que vio cómo se me saltaban las lágrimas a cada puntada, y le entraron las prisas. Ahora tengo un pene remendado, pero le tengo cariño, oye.

    1. Flanagan McPhee

      Acabas de darme un dolor de pene que ríete tú de los puntos que (aún) llevo… Pobrecito!

  3. Mi caso era una mezcla del 2 y el 3 (aunque desde que me operé soy más activo, eso que gané).
    El caso es que me operé con 28 años (ahora tengo 38) y si llego a saberlo me hubiera operado mucho antes. La doctora muy maja, uno de los enfermeros muy buenorro pero estaba tan acojonado que ni me fijé. La operación fue bien, me iban explicando lo que hacían y me dejaban hacer preguntas y todo. Al terminar me hicieron un cilindro con una gasa alrededor del ciruelo pero con el capullo al aire, que tapaba con otra gasa. Cuando tenía que mear sólo tenía que levantar la gasa que tapaba el capullo y después volver a tapar. Me hacía las curas yo en casa cada día, desinfectando con betadine (lo de la manzanilla no tenía ni idea). Sólo me dolío el primer día y algunas noches que me despertaba empalmado, pero se me pasaba rápido. A los pocos días se me fueron cayendo los puntos y al cabo de dos semanas me hice la primera paja (todavía con algunos puntos y con un condón, por si acaso). Al final acabé con un ciruelo bien bonito, más grande que antes (supongo que al no estar cerrado, puede «salir» más) y sin casi sufrimiento. Lo dicho, que de haberlo sabido me hubiera operado mucho antes

    1. Flanagan McPhee

      En esas estoy yo, Leo. En el punto de antes. Pero de que los puntos se cayeron en pocos días, qué suerte. A mí se me han caído 3, de momento. De unos 15 en total, creo. Llevo 13 días sin tocarme y estoy que me subo por las paredes. Y mi novio a punto de dejarme (no, esto es coña). Doler me ha dolido una semana, así que no he tenido tanta suerte. Y lo del cilindro es que apretaba tanto que el pis salía hasta por los cojones. Pero vamos, que estoy contento, eh? Cuando folle por primera vez os cuento más.

      Lo de «mezcla de 2 y 3», MUY FAN #OrgulloPasivo

      1. Deseando que se te caigan los puntos y nos cuentes y tal. Yo, cuando perdí la «virginidad activa» casi lloro de la emoción.

        1. Flanagan McPhee

          Dame 15 días más y hago un post de las maravillas de estar circuncidado.

    1. Flanagan McPhee

      Eso me da menos drama. El pene me está quedando TAN bonito que es para enmarcarlo ^.^

  4. starfightergc

    Nunca agradeceré lo suficiente a mi madre cuando de pequeño me decía que tirara el glande para atrás y yo lo hacía entre con un repelús y un miedo por el dolor. Eso sí, con leyendo tu texto me han entrado unos mareos… Gracias mamá!!!!

    1. FlanaganMcPhee

      Vivan las madres! (Eso me ha faltado; será que la mía insistió poco).

  5. A mí me operaron con 14 años, y cada vez que lo recuerdo me entran sudores fríos… En el glande no me pincharon, pero me hicieron un boquete en la base con una aguja gorda. Y encima querían empezar a cortar antes de que hiciera efecto la anestesia. Ah, y yo que no me despierto ni con la bomba atómica, me despertaba por las noches muerto de dolor y con el rabo tieso como un palo. Menos mal que de eso hace ya un montón de años…

    1. Flanagan R. McPhee

      ¡Ay, a mí me pasa lo mismo! Culo tocando baldosa, la única forma de bajarlo :(

  6. garlic_lemon

    Que prosa, que dominio de la palabra, me he emocionado y me ha removido tu relato, como me emociono cada vez que abro tu Twitter, eres grande y eso se ve, y tu pene tiene que ser una maravilla según hablas y cuanto hablas de el, en verdad es que parece que no hablas de nada mas. Que suerte tiene tu nuevo novio. Tu me dirías si el mío es de revista? Y más siendo hoy miércoles o ya no hay miércoles de DM?

    1. Flanagan McPhee

      Oye, Garlic_lemon,que también hablo de otras cosas. Mi novio, por ejemplo. Y tíos buenos. No sólo hablo de mi pene… Para eso tiene cuenta propia :P

      Los #miércolesdeFlanny a los que te refieres ya no son cosa pública y notoria, pero si alguien quiere mandar su pene por DM, mi novio y yo lo valoraremos objetivamente encantados :)

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  9. Pues si le operan el pene a un señor de Murcia… eso duele. Por lo menos a mí me duele que soy murciano.

  10. Yo ya fui dos veces al urólogo y me dijeron que me tienen que circuncidar por el tema de la fimosis… El tema es que NO quiero, pero los dos médicos me dijeron que va a ser peor si lo pospongo. También soy homosexual, y me da miedo porque a mi no me gustan mucho circuncidados, pero trato de buscarle lo positivo porque la verdad es que molesta mucho tener una ereccion y no poder tirar todo para atrás porque lloras de dolor.
    Ahora bien; pregunta: ¿no te duele cuando el glande rosa con la tela de los calzoncillos? O es que eso dura poco? ¿tienes que implementar un nuevo método de masturbacion? :S
    El frenillo desaparece? No queda NADA de piel del prepucio? o queda como en el rompecabezas? jajaja
    Espero tu respuesta amigo! (y que no me toquen los de Abercrombie!)

    1. Flanagan R. McPhee

      A ver, Fred:

      Lo primero de todo, si te duele, opérate. Yo tampoco era mucho de descapuchados y mira, mi novio cabrio y yo recién hecho descapotable. Y encantados. Si te duele, no lo pospongas más. SI no te gustan sin capuchón, pues aprenderás a cogerle el gusto. A mí me ha quedado un pene en erección que, no es por nada, pero es precioso. Aunque esté mal que yo lo diga. Y mi novio opina que mucho mejor ahora, dónde va a parar.

      Lo del roce es un cosquilleo. Una vez pasa todo. Ten en cuenta que yo te hablo con 18 días de operación y aún no puedo tener penetración anal, porque me molesta (pero oye, ya no me duele, lo cual es un punto).

      Implementación de método de mastubación… Un poco sí. Es como antes, pero más abajo. Aprendes en seguida. Yo ya llevo 3 pajas y oyes, tan feliz. Eso sí, lo que antes se quedaba en la mano, ahora vuela (Flannyconsejo: usa toalla de corridas; aunque lo explicaré en la segunda parte de este post, que vendrá en unas dos semanas).

      El frenillo vaya si desaparecen: te lo quitan y te ponen tres puntazos. De hecho, lo que hacen es ponerte un «falso» frenillo en la base del glande. Te lo enseñaría, pero no quiero hacer alarde de pene 2.0 por aquí, jejeje… Pero no, no queda como el del rompecabezas. Sí que es cierto que a mí me ha quedado la cicatriz para dentro y el capullo se mete un poquito sobre el glande, pero nada, cuestión de un centímetro, no como el del puzzle…

      Pero si te duele, opérate. La sensación de follar (que intentos ha habido) es completamente diferente. Y mola.

      Métete esto en mente: el sexo (y más el gay) es, quizá, lo único que es únicamente para disfrutar. Así que si no disfrutas al 100%, no está bien hecho ;)

      Espero haberte servido de ayuda, de verdad :*

    2. Si te dijeron que lo tienes que hacer, hazlo, y cuanto antes mejor (antes se te curará, y antes podrás disfrutar de verdad).

      El glande te molesta al rozar al principio, pero luego la piel se te hace como más fuerte y ya no molesta.

  11. Pingback: Reflexiones (II): Mi vida con el pene cabrio | Atroz con leche

  12. Ay, estoy leyendo esto en diferido y se he ha escondido de la empatía hasta el fondo. Ahora es un clitorix.

    Yo es que con las agujas no puedo, y si son para clavármelas en el pene…me entra flojera de pensarlo. Encima la baldosa de mi casa no enfría (sí, sí, lo que yo te diga). Vamos que no va a poder ser, yo tengo que hacer ejercicios de mantenimiento rutinarios o algo porque no.

    Ay! Me la has dejado atontá para todo el finde!

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