Pues eso, que ya van cinco días entre cuatro paredes y estoy en un punto en que me permito hacer caso de las recomendaciones del algoritmo ese que nos quiere escoger hasta la ropa interior. Además, si resulta que es de carne y hueso, es un amor, se llama Edu Pé y está compartiendo confinamiento conmigo pues ¿cómo no prestarle atención?
La cosa es que empezaron a sonar y fue como una descarga eléctrica. Rápido fui a mirar de quien se trataba y resultaron ser unos tales Pardon Moi con un hitazo de principios de 2019 que se llama Rodeo Star.
Igual me decís que ya están muy vistos (aunque lo dudo) pero si el Italo es bueno y está bien producido es un tipo de sonido que me hace mover los pies como si llevara las zapatillas rojas de Karen pero sin el mal rollo del cuento que escribió ese malaje de Andersen.
Y ¿Quiénes son estos que firman con una frase mal escrita en francés? Pues los productores enloquecidos Thomas Freudenthal y James Brook que decidieron convertirse en pareja electrónica para hacer música pasando de las tendencias.
Tiene guasa que el mejor sonido Italo venga de fuera de Italia, en este caso desde Berlín donde resulta difícil encontrar mala música.
No voy a calentaros más, os dejo con esta locura.
Y si el coronavirus nos pilla, que sea bailando.