Hay escritores que nacieron para contar y otros nacieron para contarse . Seguramente Maruja Torres es de las segundas. Me explico; la Torres siempre ha sido una mujer pegada a un estilo, sobre todo en el periódico; ácida, mordaz, roja (y no solo por el tono del pelo),salvajemente libre… No se callaba ante nada ni ante nadie, o eso parecía. Con la crisis de Nuncajamás-Prisa (con Cebrián convertido en un capitán Garfio de baratillo) la vida la puso a prueba y ante todo y ante todos, le tocó demostrarlo. Dejó El País, los mandó a freir esparraguERES, renunció a una cómoda posición de dinosauria (a lo jarrón chino, que diría Felipe González) y se lanzó al vacío; a colaborar con medios online emergentes (que anuncian una nueva manera de informar), a ser parte importante de lo más libre que se puede leer hoy (Mongolia, of course) y a escribir un libro.
Y el libro es DIEZ VECES SIETE . Seguramente, lo mejor que ha hecho nunca, porque ha aprendido a contarse de la mejor manera, a asombrar a los lectores con su honestidad, su sabiduría y su sentido del humor, el sentido del humor que da cumplir siete décadas (que se dice pronto) y tener ganas de contarlo. Yo que soy muy fan, sentía que en sus novelas había algo que ay, no me acababa de llegar, seguramente culpa de ser una escritora pegada a una personalidad y a un estilo del que hablaba antes. A veces eso se paga. Tantas veces emocionao con reportajes, columnas o panegíricos por alguien del cine muerto ( habla de cine como pocos en este país, qué quieren que les diga…) y sin emgargo sus novelas, guay, pero sin arrebatar.
DIEZ VECES SIETE es otro rollo. En ese libro hay tantas frases para enmarcar, se ve tan claro el camino que marca la Torres si quieres llegar a los setenta sin que se te caiga la cara de la vergüen…¿Saben que es lo que hace que no se caiga? La dignidad. Antes muerta que en cuclillas. Y cuanto antes lo aprendas mejor. Y eso es lo que hace la Torres; contarlo, Tú decides si sigues su camino o no. Cuando estés encima de esas siete décadas sabrás que lo has conseguido porque ya nunca ves tiburones, sólo delfines que pretenden asustar y que casi dan risa.
Es curioso; el libro también es una absoluta y rendida declaración de amor, pero nunca a un hombre, que seguramente nunca lo mereció; es una declaración de amor a las ciudades que fueron testigos complices de su vida y la acunaron y mimaron aunque fuese con bombas; Barcelona, Beirut, Atenas y en última instancia, Cádiz.
En el ¿libro? ¿novela?¿biografía? la Torres se dedica a arreglar cuentas, pero curiosamente, es piadosa. Se intuye, se lee entre líneas que podía haber sido mucho, muchísimo más cruel y sin embargo, no toca, Con quién más arregla cuentas es consigo misma y sobre todo, con su madre. Una madre que casi parece la esposa muerta de Rebeca, un fantasma oscuro y terrorífico que la ha perseguido toda su vida y a la que ha conseguido sobreponerse y de alguna manera, hacer las paces, porque tras tantos años, parece que la entiende y si entiendes a alguien acabas queriéndolo; es ley universal.
Los puyazos más salvajes ( y también más divertidos) van siempre dirigidos a Cebrián, a un director de El País del que nunca pronuncia su nombre, a Prisa en general y a El País en particular, ese periódico que fue suyo, mío , vuestro y nuestro y que ya no es nada. Bueno sí que es algo pero me lo callo, porque me saldría una ordinariez y tal.
Si no tienen lectura a la vista este verano, de verdad, no se la pierdan. Es imprescindible y se lee taaaan agusto y taaaan bien..
Hace mucho que no tengo el gusto, así que procuraré!
Pues mira, me has convencido. Y eso que la tengo un poco de tirria desde vete tu a saber que pájara mental mía. La voy a dar otra oportunidad
Muy ella, si sr.
Lectura agradecida para el verano, me lo apunto!!
viva Maruja!!
Estoy en ello. Tienes toda la razón. Es de los que cuesta parar de leer.
Yo lo terminé en un día, y sólo paraba de subrayar para secarme las lágrimas.
Maruja no necesitas colaborador??
¡Como pa no leerlo!!! Con este pedazo de crónica…
Me superencanta la Torres y me superencanta este artículo :)
Me compro el libro para el veranito,¡ya!
Hace poco vi una entrevista con ella tenía en mente esta lectura porque da gusto escucharla y verla.Desprende eso que describes: la tranquilidad que da la conciencia limpia, la seguridad de no haberse vendido…
MM, tu entusiasmo me ha terminado de convencer: me
lo agencio para estos días de vacaciones.
Muy granda la Torres. Recuerdo ser un cuasi tierno infante y seguir sus columnas sin entenderlas del todo pero recibiendo mensajes importantes.
Le recomiendo «Un calor tan cercano», otra novela-no-novela que escribó años ha y que me encantó.