La Matute es Dios y en este país no somos dignos

«A veces se me oye, durante las vendimias. Y algunas tardes, cuando llueve»

Este es el mejor final de libro que he leído nunca. Ocurría en «La torre vigía«, y para entender porqué es un final tan bueno, hay que leerlo. Cuando los juegos de tronos y los dragones aún no estaban de moda, la Matute ya hacía como treinta años que había creado su reino imaginado donde la crueldad y la inocencia peleaban en una lucha sin cuartel dejando como secuela la LITERATURA, en letras mayúsculas y de oro. Bien dijo: “El mundo hay que fabricárselo uno mismo, crear peldaños que suban, que te saquen del pozo. Inventar la vida” 

Porque para escribir que han asesinado a alguien a tiros en «Fiesta al noroeste» lo escribe diciendo (sobre cómo sale la sangre de su pecho) que estaba «sorprendido de amapolas» y eso, señores, ya vale toda la historia de la literatura de este país del siglo XX. Y no somos dignos ( siempre lo digo cuando hablo de la Matute) de una escritora así en este país. Tuvo mala suerte; si fuese anglosajona sus novelas nos saldrían por las orejas, tendría cientos de adaptaciones al cine y sería un orgullo nacional, pero aquí ha costado, ha costado reivindicarla como una escritora grande más que como una escritora infantil, ese calificativo que algunos le daban despectivamente sin tener ni puta idea; bien lo decía ella:«Me apena la ignorancia de este país»

matute

Pienso en la Matute y me invade una felicidad tristísima porque es mi escritora favorita y me siento orgulloso de haberla disfrutado tanto en tantos momentos de mi vida. Desde pequeño, en el colegio, donde nos obligaban a leer trozos de sus cuentos cercenados sin un principio y sin un final. Hasta que no los encontré y pude saber como empezaban y como acababan, sentía como si mi vida no fuese completa. Y ya no pude parar y tuve que leerlo todo de ella porque nunca jamás hubo una sola línea suya que no me gustará. Yo, si soy lo que soy, si me gusta lo que me gusta, si leo lo que leo es por ella sin duda. Aquí, hace años, hable de los libros que más me gustan de ella ( y repito muchas cosas de las que digo aquí, por si a alguien le interesa), pero hoy quiero hablar de la persona, no de la escritora, porque muchas veces las obras que admiramos no se corresponden con quienes las hicieron, pero la Matute era tan excepcional escritora como persona. Ha hecho de la dignidad un arte, ha aguantado depresiones y represiones franquistas, ha sido una feminista luchadora cuando nadie lo era y ha mantenido una lucidez pese a su edad avanzada que ya la quisiera yo a esta edad mía. Si mi vida solo se pareciera un cachito a la suya, ya podría morirme feliz, porque puede parecer pose o falsa actitud, pero yo a esa mujer la quiero, la quiero con un amor infinito y sobre todas las cosas, la quiero y nunca estará muerta porque siempre estará dentro de mí.

 

 

Hoy es un día muy muy triste. Hoy el mundo es un sitio muchísimo peor.

Pero, tan maravillosa es esta mujer que aún brillará despues de muerta.

 

Y recuerda; «Nunca te fíes de nadie al que no le guste beber»

6 comentarios en “La Matute es Dios y en este país no somos dignos”

  1. Cotilla Misántropo

    Qué día más negro. A ver si el libro bueno se lo dedica al marido «malo» y se desquita del muy cabrón que fue.

    1. ¿Tú sabes lo que me costó encontrar una edición de ese libro? Eso demuestra que no, que no ha sido tan apreciada. ( como decía arriba) y porque en la segunda parte de su carrera escribió «Olvidado rey Gudú», que si no, se la estaría comiendo el olvido.

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