De todas las festividades aberrantes que conlleva la inseparable unión familiar, o el encuentro con esos parientes que no ves desde el último velatorio; las comuniones, es por excelencia, la que se gana el premio Atroz, por todo lo que conlleva, y mira que a mi una Navidad y un pavo corriendo por la casa mientras el cuñado de turno se tira al vino fino, me parece lo mas…. Pero el mundo comunión… Es de otro planeta.
De entrada, que sentido tiene hoy en día semejante surrealismo pseudo religioso? Por que a mi que me lo explíquen, o que levante la mano el churumbel que hace tal performance por solamente el momento místico cual Santa Teresa de Jesús en pleno subidón…. A ver reconozcámoslo, si ya de por si, todo el proceso de la catequesis, es tan aburrido, y solo comparable con las clases teóricas de la autoescuela; las criaturas, lo que están deseando es pasar el trámite, y que le regalen la playstation…. Dejémonos de tonterías…
Por que… Ve todas las semanas a esas clases… Que ya me dirás tú qué sentido tienen…. Vístete de princesa Disney pasada por lejía, o marinerito pasteloso, que solo con eso tienes el primer trauma de todo el proceso…. Por que este es un gran tema: el traje de comunión, aquí las opciones son pocas: merengue de poliéster si eres niña, o marinero en sus vertientes de marinero raso o capitán general… O si tu madre es una moderna, trajecito de chaqueta marrón caqui (que es una palabra con un color espantoso, y que debería estar prohibida por salud mental y ocular) en definitiva, cualquier opción es una humillación pública a nivel de la santa inquisición.
Luego sufre la interminable sesión de fotos haciendo posturas imposibles, y que tu madre piensa que son ideales de la muerte y tu solo te ves como una niñata absurda haciendo que huele una rosa en el parque de tu pueblo que es donde mean todos los perros…
Antes, pasa por la peluquería, tu que ya empiezas a tener cierto criterio estilístico, y no es por que leas el Nuevo Vale de tu hermana a escondidas, y de repente tu madre te pela tipo raya al lado flequillo lengua de vaca…. Que eso no te lo quitas lo menos en seis meses…Para colmo, te hacen un álbum, que tienes que enseñar obligatoriamente a los 300 invitados y escuchar los 300 mismos comentarios: «ay que guapo esta, y que mayor» «si parece un hombrecito» (y tu loco por la tiara de flores de tu prima) vamos… Otro trauma….
Luego tienes la ceremonia, tu sin comer desde el día anterior, por que a tu madre le han dicho que tienes que ir limpio a comulgar, y tan a rajatabla se lo ha tomado, que parece que vas al casting de súper modelo, con un hambre y con el estomago para adentro como Kate Moss, y luego para que? Por que eso ni alimenta ni nada… Al contrario, te entran unos sudores y unos mareos, que ya no sabes si es por el hambre, por el plástico sintético del que está hecha la camisa, o por el dolor que te están haciendo esos zapatos de material bueno Made in China, que te han puesto, por no hablar de los calcetines caladitos… Que es otra gran tortura… Y como algo has atendido en las catequesis, tu piensas, «este dolor tan grande sera para que entienda el sufrimiento del señor en la cruz».. Pero vamos, esto y Guantánamo es prácticamente lo mismo. Y por cierto, la marca de los calcetines, con todos sus dibujos cual media de traje de huertano (homenaje al sector murciano) no te se va en tres semanas; con lo cual no te pones pantalón corto por la vergüenza de no parecer que tienes varices con tan tierna edad.
Termina la ceremonia, dolor de pies, mareos, calor… Y lo primero que ves al salir de la iglesia es a tu tía abuela la del pueblo, la que tiene mas bigote que Chuck Norris (y su misma fuerza…. Siempre sospechaste que era un camionero de Burgos, pero nunca te atreviste a preguntarlo) te planta media docena de besos sonoros que te dejan un pitido en el oído como si vinieras de un After en Alcorcón, y por supuesto, unos cachetes rojos como tomates que pareces Heidi con una intoxicación de gambas.
A esta espécimen, súmale, mas tías, abuelas, primas, vecinas, una señora que pasaba a comprar el pan, la cajera del correfour y mas animales fantásticos que te acosan cual fans histéricas de las Gemeliers…
Y ahí empieza la Oda al colesterol y los triglicéridos, los invitados se lanzan a las mesas como si no hubiera un mañana, o como si no hubiesen comido desde la comunión anterior…. vamos una orgía gastronómica donde el protagonismo lo tiene la fritanga y el platito de surtido ibérico: su poquito de jamón, su cuña de queso, y su buen despliegue de mortadela, choped y salchichón… todo muy bien puesto eso sí. Dependiendo de la región los platos cambian, y si eres del sur como servidora conventual, los caracoles son un must en toda celebración… con lo cual el aire se llena de toda una sinfonía de sorbidos acompasados que para mí que el año que viene será un hit en el SOS.
Y se come, y se bebe, y se vuelve a comer, y beben y beben y vuelven a beber, y mientras tu, de mesa en mesa, con tu album de fotos, y una loncha de mortadela en la mano, que será lo único que te dará tiempo a comer en toda la tarde… y foto, móvil, más foto, más móvil…. que luego piensas, para qué tanta foto?? si nadie las va a poner en un marco en el salón, y como mucho, dentro de un par de semanas las borraran por que se han quedado sin memoria en el teléfono….. Todos…. excepto tu madre, experta en crearte traumas, que ella sí, ella si que saca tu mejor foto en tamaño grande y la enmarca para ponerte en el salón justo arriba del sofá … y esa imagen te perseguirá para escarnio popular durante al menos 20 años, por los que pasarán familiares, amigos, amantes, el cobrador del ocaso…. y la distribuidora de avón. Mientras tu evolucionas, y pasas por diferentes etapas en tu vida: hippytrusky, grunge, moderno de pueblo…. esa imagen con su mirada perdida al infinito mientras en una mano tienes un libro con las tapas nacaradas y un rosario, y en la otra una paloma disecada con un ojo fuera…. permanece incorrupta cual Dorian Gray de provincias….
Pero llega el momento de la tarta; por fin vas a comer algo!! pero no, tienes que coger una espada (por dios que tienes 10 años) y posar junto a una parafernalia de merengue y si en tu entorno hay una moderna, junto a una bestialidad pasteril de esa cosa incomible llamada fondant; y es que tu prima, esa que dices… chiquilla para que te metes a hacer repostería creativa, que lo tuyo ya roza el paquidermismo… pues nada, ella se ha comprado los fascículos de cocina dulce y se ofrece a regalarte la tarta de fondant….. que traducido quiere decir: sal corriendo al dentista porque en cada bocado pierdes un diente y cuatro mueren por caries radioactiva.
Y pasamos a los recuerdos de comunión, esas cosas inútiles que entregas a los invitados y que sabes perfectamente que su vida media será como máximo de una semana….
Pues eso… galletas decoradas, fotos recuerdo, llaveros, figurita de cerámica rellena de pesadillas….
Todo un derroche de imaginación y mal gusto.
Y por supuesto tus regalos…. hoy los niños reciben de todo: un móvil, una play, una guitarra eléctrica…. ¿Dónde quedaron esos bonitos juegos de bolígrafos con sus bolas, una para poner los bolis, y otra con una foto del papa?
¿Dónde esa Nancy de primera comunión, que siempre envidiaste a tu hermana? ¿Dónde ese reloj casio con luz, deseado por toda moderna que se precie hoy en día?…
Nada, hoy la tendencia es otra, y es que los tiempos cambian…. del misal con tapas de nácar, a un samsung última generación…. y es que realmente…. ¿tiene algún sentido todo esto??
Horror máximo…y también negocio y fariseismo a espuertas. Y también mucho mal gusto y surrealismo (porque lo de los trajes de almirante con galones o marinerito o princesa Disney…).
Madre del amor hermoso, acabo de tener un momento remember!!
Que creo yo que hace mucho que no vais a una comunión.
Trabajo en un restaurante y estoy deseando que se acabe este mes. Más que comuniones parecen bodorrios a todo lo que da. Ahora llegan cual diva se cambian el traje y se tiran el día corriendo y jugando en los photocalls y en los castillos hinchables y comiendo chucherías. Mientras los padres sacan barriga (esto no ha cambiado nada).
Ahora… las tonterías que montan los padres son muy fuertes. Sobre todo en Levante y Murcia el «sacabarriguismo» sigue siendo un modo de vida.
Menos mal que yo tuve una comunión muy de años ’80. Mi regalo más potente fueron los pendientes de oro, con una perlita y anillo a juego, que son bastante bonitos (para ser de oro, que no me gusta), un reloj blanco y, atención, un juego de cubiertos con mi nombre grabado y que aún utilizo (de hecho, en mi familia todos tenemos nuestro juego y nadie utiliza el del otro).
Anda, a mi también me regalaron pendientes de oro! Estaba estupendo.
Post con fotos d la redaccion please!
A ver quién se atreve!!
Iba a ser hardcore