Que bonita es la nostalgia, cuando ésta se lleva bien, sin que se convierta en obsesión o en un mantra del tipo: ‘ya no se hace música como la de antes‘. Claro que se hace música como la de antes, lo que pasa es que no la saboreamos igual. La inmediatez ahoga el disfrute de la incertidumbre; de la espera; del desconocimiento. Antes no había ansiedad, en este sentido, porque las noticias no volaban tan rápido como hoy. Para escuchar una canción nueva, de tu grupo favorito, tenías que esperar a que, por casualidad, soltarán la bomba en la radio de turno y a ti te pillara escuchando esa emisora en concreto. Cuando Los 40 (Principales) eran religión (sic).
Recuerdo, perfectamente, esa magia. Entonces a uno se le ponían los pelos de punta. Y así fue cuando, de repente, una tarde de 1990—a las 17,00 horas exactamente—una locutora de la mencionada emisora alertaba de una novedad muy esperada que sonaría tras un pequeño bloque de publicidad y un par de jingles promocionales . Novedad, que no Disco Rojo, eso sería la semana siguiente. Estreno absoluto. Y solo tuvieron que sonar tres acordes para ponerme en alerta. «Esto es de Depeche», pensaba yo. El riff de guitarra del inicio vino a confirmarlo y cuando sonó la voz de Dave Gahan el vello se me escapaba del cuerpo. Pocas veces se me ha erizado de esa manera y durante tanto tiempo. Un orgasmo inmenso. Puesta de largo de ‘Enjoy The Silence’, canción mítica no solo de la banda, yo me atrevería a decir que de la historia de la música, así de forma genérica. El segundo avance de ‘Violator’ tras la machacona (y extraña) ‘Personal Jesus’.
Todo lo que vino después ya lo sabemos: que ‘Violator’ vendió más de 13 millones de discos en todo el mundo, que les consagró como grupo de estadio—algo que ya habían conseguido con ‘Music for The Masses’— ,que fue su mejor álbum (no sobra ni una sola nota) y que, desde aquello, ya nada podía ser igual. ¿Que tocaron techo? Yo creo que a nivel creativo aún les quedaba un as importante en la manga, el perfecto ‘Songs on faith and devotion’, pero eso se podría discutir muy mucho entre sus fans más acérrimos.
Dicen que nació como una balada y que gracias al bueno de Alan Wilder #cuantoteechamosdemenos, se convirtió en lo que luego fue. Alabada sea la visión del productor y el músico. También dicen que no era de las favoritas para su propio compositor, Martin Gore, ángelico. La canción se fue quedando, poco a poco, entre nosotros. Su elegante estructura, sus arreglos, la forma de cantar de Dave y, en buena medida, el vídeo clip de Anton Corbijn, construyeron el mito que hoy es. Una de esas canciones salvavidas que nos invitan, curiosamente, a disfrutar de la vida en silencio.
¿Es esta su mejor canción? ¿Es el Yesterday de los de Basildon? El debate está abierto…
Ay! Cómo acabo de llorar! Si, para mi es su mejor canción y una de mis tres favoritas de la historia de la música. Gracias por volver a traerla y contarlo tan bien.
¿Y cuales son las otras dos? Gracias a ti, tu emoción es el mejor reconocimiento a esta página.
«Blue Monday» de New Order y «Such a Shame» de Talk Talk. Como disco de DM no se si lo pondría en primer lugar, creo que ese está reservado para «Black Celebration».
Depeche Mode, New Order y Talk Talk juntos en una misma respuesta… Os van a cerrar el blog…
Tres clásicos para la historia, si señor.
Fue mi primer álbum en formato CD que estrené junto con el primer equipo con este tipo de dispositivo. Luego lo compré también en Vinilo.
Coincido mucho con Mocico y me parto en tres respecto de los mejores trabajos de estos genios: «Music for the Masses», «Violator» y «Songs of Faith and Devotion»
Creo que para mí son una Trinidad.
Pero «Enjoy the Silence» es la más especial sin duda.
Tres…sí, totalmente. Pero ni MFDM ni SOFAD fueron discos tan completos como Violator. Aún así mi canción favorita es y será, Walking in my shoes
Sin duda, “Enjoy the silence” es una de las canciones más bellas de la historia del pop, gracias a esa melodía oscura, sus memorables sintetizadores y al halo épico que le otorgaron tanto la producción como el legendario vídeoclip que acabó de inmortalizarla.
Pero más allá de rendir homenaje a un tema tan grandioso de los de Basildon y tan emblemático dentro del pop electrónico de aquella época inmortal, me ha removido por dentro esa triste constatación de que muchos de los nostálgicos que gozamos tanto en aquellas décadas, nunca volveremos a disfrutar la música como antes, cuando la radio era incuestionablemente el principal medio de difusión y promoción de la música. Se me agolpan los recuerdos de la emoción con la que descubrí el “Better days” de Gun, la descarga de adrenalina la primera vez que las ondas me arrojaron el “Unbelievable “ de EMF, la conmoción ante los primeros compases del “Entre dos tierras” de los Héroes, la tensa espera hasta que los 40 estrenaron el esperadísimo “Domino dancing” de Pet Shop Boys una mañana de septiembre del 88, el delicioso aroma francés del “Voyage, voyage”, el primer estremecimiento ante el «Caravan of love» de los Housemartins, la serena conmoción que me produjo descubrir el “Pure” de Lightning Seeds, la plenitud que sentí cuando “Drama” y “Chorus” de Erasure me abdujeron a través de las ondas, o el brutal impacto cuando escuché por primera vez la grandiosa versión de “Where the streets have no name” de Pet Shop Boys… fueron momentos irrepetibles en los que la sorpresa y la emoción se apoderaban de mí, efímeros momentos de felicidad plena, que dejaban casi inmediatamente una desazón y un ansia casi enfermiza por volver a disfrutar esas canciones, esperando con síndrome de abstinencia la próxima escucha en el siguiente repaso a la lista del programa de radio, la próxima actuación televisiva, y aguardando con febril devoción la fecha de salida del disco. Recuerdos y sensaciones que la era de internet ha sepultado, pero que permanecerán para siempre en nuestras memorias sintéticas.
Lamento discrepar tan ostensiblemente con algunas de las particulares preferencias que exhibe sin pudor ni anestesia C. Palote, con quien sin embargo comparto un extenso bagaje de gustos y artistas de cabecera.
Jajaja, pero que pudor voy a tener con mis canciones favoritas!! Esas son las que más me han emocionado al escucharlas y además me han preguntado, que yo no tenía intención de decirlo.
Farrow, deberías volver a escribir por aquí…..
Evidentemente Enjoy the Silence es una maravilla, pero el problema de este grupo es (era) que al intentar hacer un top 10 de sus canciones favoritas se te atascan treinta temas y no hay manera de clasificarlos.
One Caress
The Sun and the Rainfall
Ice Machine
Here Is the House
Walking in my Shoes
A Question of Lust
Surrender
Never Let Me Down Again
My Secret Garden
Shame
Sister of Night
Photographic
Waiting for the Night
Lie to Me
A Question of Time
World Full of Nothing
Tora, Tora, Tora
Only when I Lose Myself
Home
Leave in Silence
Personal Jesus
Fly on the Windscreen
Sea of Sin
Shake the Disease
Stripped
Strangelove
More than a Party
It’s No Good
Freelove
Stories of Old
In Your Memory
Judas
Dangerous
See You
Blue Dress
If You Want
Dressed in Black
Told You So
New Life
Comatose
Fools
But Not Tonight
Get the Balance Right
I Want You Now
Sacred
World in My Eyes
Happiest Girl
Barrel of a Gun
Any Second Now
Two Minute Warning
The Bottom Line
Alone
Useless
Hala. Más de cincuenta y en mi opinión ninguna baja del sobresaliente.
Y yo me quedo con una que ni siquiera está en la lista y que me ha acompañado durante años. Everything Counts.
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