Hay pocas ciudades que conserven rincones mágicos de verdad, espacios escondidos a plena vista que poca gente frecuenta ya. Andalucía es una tierra mística en sus interiores mas privados si nos alejamos del bullicio y de los destrozos causados por los abusos turísticos.
Jaén, llamada capital del Santo Reino, es una de esas bellezas durmientes y escondidas repleta de pequeños edenes aun no pisoteados por hordas de visitantes donde uno puede olvidarse de todo por un rato sin necesidad de trepar una montaña, descender a una gruta o recorrer medio hemisferio.
En la zona más alta y antigua de la ciudad se encuentra un pequeño remanso en torno a la pileta de un manantial de aguas sin tratar que lleva dando de beber a jardines, huertos, personas y animales desde tiempos de Tartesos. Allí puedes permanecer horas dejándote mecer por el murmullo del agua limpia que lo impregna todo, puedes quedar embelesado por el movimiento del agua en la pileta como si fuese un fuego líquido color turquesa. Allá se renueva el alma y se limpia el corazón. Os invito a buscar y descubrir el Raudal de la Magdalena, uno de mis paraísos más privados: Buscadlo, encontradlo y acordaros de mi cuando esteis allí. DMalignus
Mi paraíso favorito es un concierto y ya si es el festival WARM con los amigos murcianos, las risas y los pasteles de carne, lo flipo. Pocas cosas hay ahora que me gusten más que la música en directo. C de Palote
Pasajes de San Juan . En cada momento de una vida, habrá instantes que se identificarán con un sitio. O tenemos lugares que, cada vez que visitas, se te quedan en el recuerdo por su impronta. Y las imágenes que en un click hace tu teléfono móvil huelen a humedad, a embarcaderos semivacíos, a pescadores con las arrugas rotas por la mar; a sus casas que a dos metros recorres entre pasillos de piedras; a redes de pesca casi rotas.
A luces medio apagadas entre la caliza y el salitre. Otra vez a mar; a tierra verde mojada por la desembocadura de El Faro de la Plata.
A mí me ocurre con Pasajes de San Juan, a 5 kilómetros de Donostia.
Y ahí, en cualquier metro del camino, uno puede sentarse y mirar. Nada más. En una piedra. Ese es el lugar. Ángel del Olmo
Mi viaje a la India fue un suplicio y no pienso volver en mi vida pero, durante cinco días, nos escapamos con un vuelo local en un avión que se caía a trozos a Dharamshala & Mcleodganj, un lugar perdído de la mano de dios a 2500 metros de altura, en le Himalaya Pradesh, donde esta la residencia oficial del Dalai Lama. La experiencia fue brutal así que recomiendo visitarlo si es posible. Aquí os dejo el video de esta chiquilla, que se lo ha currado mucho con el montaje. David Miralles
Me da miedo decir Calblanque, porque ya está demasiado saturado y no quiero que lo conozca nadie más. Quiero ir durante todo lo que me que quede de vida y estar solo con dos o tres personas en la cala que más me gusta del mundo. Quiero que siga teniendo siempre la misma arena dorada, el mismo mar azul, la misma sombra que dan las rocas. Quiero seguir recorriendo sus senderos y desde las alturas, continuar divisando un trozo del Mediterráneo más bonito. Quiero que siga oliendo a pino, a tomillo y a romero. Quiero tener tiempo al día después de que llueva, coger el coche y conducir hasta allí, para pasar muchos minutos inspirando fuerte. Quiero que nunca deje de ocurrirme que, al regresar de Calblanque, y note como si me hubieran limpiado el alma. Quiero estar siempre cerca y no quiero olvidar todos los maravillosos recuerdos de una playa donde, tantas veces, he sido feliz. Te quiero Clablanque. No sabría vivir sin ti. MM
No puedo quedarme con un lugar en particular como paraíso personal, pero debo ser justo con mi emoción y nombrar un lugar que queda al Norte de Inglaterra, en el condado de Northumberland, llamado Tynemouth. Allí se avista una colina, un cerro cuajado de hierba y flores silvestres que corta abruptamente en el mar, y ofrece bancos. Bancos del recuerdo (ya sabéis que en muchos países sufragan gastos públicos con dedicatorias). Y allí, en un banco con un metal grabado que ensalza el cariño de un señor a su dama fenecida, uno se acomoda, mira al frente, orea el mar, escucha las gaviotas, padece siempre el viento y el tiempo se para. Añadido a la compañía, encarnada en una de mis compañeras de alma, que salió de España por la situación de precariedad laboral que jodidamente vivimos, y que comparte conmigo ese espacio de vibración aterciopelada, de estatismo mental y exponente vivencial que allí se percibe. Fon Cole
https://photos.app.goo.gl/dNoUGdpkKa6StuZd8
Esta foto es Bagan, en Myanmar. Hace 14 años fuimos mi chico y yo y flipamos con los miles de estupas de color rojo ladrillo que hay en este area arqueologica. Tras recorrer montones de ellas yendo en bicicleta durante todo el dia, nos subimos a una de ellas para ver la puesta de sol mas bonita de mi vida. El sol se mete y el rojo de los ladrillos resalta aun mas, los arboles q de dia eran verdes se vuelven gris ceniza, los lugareños encienden hogueras para q el humo aleje a los mosquitos, huele a hoguera…mi chico habia grabado un porron de musica en un mp3, y en ese momento saltó por casualidad una cancion de Dido que se llama See the sun. Sin duda ese fue nuestro rincón.
Me encantan todos y trataré de recorrerlos… ❤️
Por aportar el mío, todo el Pirineo Oscense. Desde los Mallos de Riglos hasta los Llanos del Hospital.
Maravilla de post … Compartir emoción es bien siempre
Precioso post, casi me atraganto cuando he encontrado el rincón jiennense… Que soy de allá, yo.
:D