Fischerspooner ocho años después

Los dábamos por perdidos, pero han vuelto. Casi una década ha tardado el dúo norteamericano en volver a sacar una canción, que se dice pronto.

Si eres millennial, déjame que te cuente que es normal que los echemos de menos teniendo en cuenta que su penúltimo disco (Odissey) era una puta maravilla  que marcó a una generación porque era un disco casi perfecto que tenía joyas cómo…

O Kick in the teeth, de esas canciones que se hacen una cada década.

Su último trabajo,( Entertainment ) sin ser tan redondo, no era para nada desdeñable. Más disperso y más original, su escasa repercusión puede que incidiera en el descanso que se han pegado. Más explícito y sexual también era y claro, eso los hacía mucho menos radiables.

Y ahora vuelven. Con un vídeo casi experimental y una música que nos retrotae a los ochenta más oscuros y underground, sin renunciar a los avances electrónicos del siglo XXI. Es el avance de un nuevo disco que ha sido coproducido y coescrito por (ojito) Michael Stipe de R.E.M que se  llamará «Nikopanda». Baile de club, hedonismo y sexualidad marica que no renuncia al lumpen