Mi madre tiene 71 años, mi padre 73. Son una pareja de las de antes. Por edad y por convicción. Han tenido sus momentos buenos, sus momentos malos y sus momentos.
Kent Harouf nació en el 43, como mi padre, y murió a los 71 años, la edad que tiene ahora mi madre. Después de su muerte se publicó su obra póstuma, Our souls at night, traducida al español como Nosotros en la noche. Una historia sencilla, de personas que quieren querer, que nos abre la ventana a un tema tabú en la sociedad: la necesidad de cariño de los ancianos. Del bien mayor.
La premisa es muy simple. No os voy a destripar el argumento, porque sale en la contraportada del libro: una mujer, anciana, viuda, está harta de dormir sola y propone a su vecino, también anciano y también viudo, que pase con ella las noches. Pero como en todos los buenos libros, lo importante no es lo que se dice, sino lo que no se cuenta. Lo que se dice son muy pocas páginas de letra grande, adecuado para esos días donde te apetece descansar la vista. Lo que no se dice te revolverá sentimientos y te hará crecer.
Mis padres duermen separados. Es más cómodo para los dos, así no se molestan con los ronquidos y con la sonda. Me contó mi madre que, después de terminar el libro, mi padre fue a dormir con ella.
De lo mejor que he leído en los últimos años!! Es un libro que desarma por completo, una historia pequeña que se hace grande poco a poco y se instala definitivamente en la memoria. Una auténtica gozada reencontrarse con la literatura de esta manera.
Ay! ¿Donde lo puedo conseguir? Ve que te abrace…
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