Hoy he ido al kiosko y he comprado el ABC. Acababa de limpiar la jaula a mi canario y necesitaba algo para ponerle de suelo. Pero a lo que iba: he comprado el ABC y al ver en la portada todas esas caras, todas esas personas, he tenido una revelación, una epifanía, una gran verdad ha caído sobre mí y me ha llenado como a un molde.
Porque es cierto, como país tenemos muchos problemas: la corrupción, la violencia machista no para de matar, los modelos enfermizos de delgadez que transmitimos a nuestros jóvenes, la transfobia, Máxim Huerta diciendo en Twitter que va a publicar una nueva novela… Pero hay un problema de grandes dimensiones, bastante tocho, que todos pasamos por alto, algo que se silencia en las redacciones de periódicos, que los periodistas tachan de sus agendas todos los días. Hablo de la cocaína.
Como sociedad aún tenemos mucho que avanzar en este ámbito. Socialmente la cocaína goza de buena salud, aunque pueda parecer que haya pasado de moda frente a otras opciones más interesantes y entretenidas como la droga caníbal, aunque hoy sea vista entre sus colegas estupefacientes como la acabada de la fiesta, todavía se asocia a éxito y triunfo.
Por eso, en este medio siempre tan comprometido con las causas sociales, hoy queremos mostraros los efectos destructivos de esta sustancia que sigue siendo la cárcel para miles de personas y colaboradores de Sálvame.
- Daños permanentes al sistema circulatorio del corazón y el cerebro.
- Presión alta, que ocasiona ataques al corazón, apoplejía y la muerte.
- Daño renal, pulmonar e hígado.
- Si se inhala, destrucción de los tejidos nasales.
- Si se fuma, fallos respiratorios.
- Enfermedades infecciosas y abscesos si se inyecta.
- Desnutrición, pérdida de peso.
- Grave deterioro de los dientes.
- Alucinaciones auditivas y táctiles.
- Problemas sexuales, daño a los órganos reproductores e infertilidad (en hombres y mujeres).
- Desorientación, apatía, agotamiento confuso.
- Irritabilidad y alteraciones del humor.
- Delirio o psicosis.
- Frecuencia incrementada de comportamiento peligroso.
- Depresión severa.
- Tolerancia y adicción (incluso después de consumirla solo una vez).
Eres puro arte, maricón!
Tovar, si nos quedamos en casa cuando hay que votar y no-lo-hacemos-porque-¿para-qué?- y encima el PSOE y PODEMOS, no se quieren poner de acuerdo, me temo que el artículo que has escrito, seguirá vigente y actual 10 años después mínimo, sólo vas a cambiar las imágenes. Como la izquierda no nos pongamos de acuerdo … sólo las ‘afotos’, sólo.