Lo de Bowie no tiene nombre. Consciente de su muerte cercana, lo dejo todo atado y bien atado para que sus fans siguieran recordándole durante mucho tiempo. Es el ejemplo de artista que cuida su carrera hasta límites nunca vistos y todo con la intención de no defraudar, de mantener el nivel más allá de la muerte. Por eso es justo lo opuesto a Prince, seguramente con un talento natural más pronunciado pero peor, mucho peor aprovechado que el de Bowie.
La cuestión es que nos enteramos que (gracias a Reddit) un fan dejó la portada del disco (de vinilo, ojo) al sol y descubrió y descubrió que el papel que parecía servir de fondo a la estrella recortada, se llenaba de pequeñas estrellitas doradas. No es que al tío le hubiera caído aceite previamente ni fuera una casualidad, que otros lo han intentando y el efecto ha sido el mismo..¿No es flipante?
Muchos de los que criticaron el diseño de Jonathan Barnbrook en este momento deben estar pidiendo a gritos que la tierra los trague.
Estupetrificado me quedo… Pero mucho!