Tengo que decir que llevo varios días intentando escribir esta «crónica-crítica» porque me duele especialmente hablar de los compañeros; pero por otro lado, también pienso que al público hay que respetarlo y que no todo vale escena; así que voy a exponer los hechos…. y juzguen ustedes…
Hace una semana asistí a un pase general de «Cabaret», la nueva producción que ha llegado a la Gran Vía de Madrid (Eso de intentar que sea un nuevo Broadway…. ni yendo de rodillas, desnuda y con el cuerpo untado en miel con una marabunta de hormigas asesinas comiéndote las ingles, de peregrinación a Lourdes, vamos… que nos queda muy lejos)
Volviendo al tema… Llega el otoño y con él un nuevo musical, y lo primero que te preguntas es «¿Cabaret?, otra vez?» y si, la sombra de Natalia Millán y Asier Etxeandía, es demasiado larga… y ya la de la Minelli ni te cuento, larga y con olor a Gin tonic. Pero bueno; démosle un voto de confianza. Y ves el cartel de promoción….
Y lo primero que piensas es… «El museo de cera tiene nuevas figuras?» Edu Soto está más muñeca de famosa que nunca, Cristina Castaño, tiene una «sonrisa»? entre asco arcadas y vete tu a saber… y el otro… esto… ah si… Daniel Muriel (lo he tenido que buscar en google) parece Raphael de joven) Pero bueno… démosle un voto de confianza….
Empieza el espectáculo; debo decir que el día que fui, el público se debatía entre megafanSS (con mayúsculas y dos SS por lo radical) de los musicales y los que salían a escena (con gritos, aplausos, risas y bravos hasta donde no había nada que decir… vamos que ni que les hubiesen dado un bono para el burguer de la esquina) y señores mayores que se fueron en el descanso.
Y lo primero que ves es un telón metálico con estética steampunk y un objetivo por donde sale el maestro de ceremonias… y piensas, mira que moderno; le han dado un toque nuevo a lo que ya conocíamos… Y claro, este es el problema… si algo funciona, por qué cambiarlo?? y si lo cambias, o le quieres dar un nuevo enfoque… hazlo bien… sino, quédate en tu casa maricarmen.
La escenografía, en un teatro que es tremendamente complicado, es muy correcta, y muy en la línea de lo que el texto exige; así que bien; por ahí vamos bien…
El vestuario…. ay dios! vamos a ver, todos tenemos una imagen muy concreta de como vestía Sally Bowles y los habitantes del Kit Kat Klub, pues olvídate chica… como decía una compañera, no sé si vengo de ver «Cabaret», «Priscilla» o una actuación en el «LL» o el «Black & White»; la parte «real» de la función muy correcta, muy de época tirando a decadente, que es lo que le pega; pero la parte del local de copas… ay dios mío…. vamos que aquello es un despliegue del carnaval de Tenerife hecho en un todo a 100. NO hay por donde cogerlo… y ya si hablamos de los vestidos de la pobre Sally… sólo deciros que estuve a punto de subirme al escenario a coger el bajo del vestido y quitarle la peluca; ¿o era un tic nervioso eso de tocarse el pelo 8 millones de veces en cada frase?
Aquí algunos de los figurines de la función; he de decir que A. Belart es un magnifico figurinista, y sólo me puedo explicar tal desastre a una muy deficiente elección por parte de dirección.
La iluminación va por el mismo camino: una parte realista, muy bien iluminada, y todo un despliegue de luz y colorinchi para los números musicales, muy de discoteca de los 90!.
Y aquí todo el elenco, vestidos para la ocasión, atención a la dichosa peluca de Cristina…. que alguien le prenda fuego por favor.
Pero bueno, sigamos con lo que importa en un musical, y más en este…. las canciones….
Y aquí viene el gran problema… vamos a ver…. si ya son conocidas, y más para el mundo mariconil, si ya lo hizo Natalia, que decías… oye, mira que bien está…. Para qué meterse …. como decía el refrán: si no sabes torear, pa’ que te metes… Y es que Edu, pues afina, lo hace medianamente bien, y tiene su gracia (otra cosa es que el texto le acompañe y los chistes estén mas sobados que la entre pierna de alguna que otra ursulina en la pista del Bearby) Pero la pobre de Cristina…. lo intenta, lo intenta… y se queda en eso… en el intento; Se le nota toda la función que tiene el culo apretado por que se va acercando el momentazo de su canción y claro… el resto de la obra se la pasa TOCÁNDOSE EL PELO, recogiéndose el vestido… haciendo lo que hace siempre (tan joven y ya tan encasillada…. por favor que algún director le de caña a esta criatura, por que creo que lo vale) hasta que llega…. «Maybe this time» ¡¡¡¡¡MOMENTAZO!!!
Y la pobre lo canta, o mejor dicho… sale del examen como puede… correcta, pero no puedes evitar todo el tiempo la sensación de «ay ahora es cuando la caga….uhy no… ahora ….. huy no…. ahora…. ummm casi….» y no es que uno vaya a juzgar, es que vocalmente, no llega, aprueba a lo justo… y para ese personaje… un 5 no es suficiente…. Y por otro lado dices…. ¿está entendiendo la letra? ¿sabe de lo que está cantando? … pues sinceramente, creo que no…
Y así va avanzando la función, entre chistes rancios del tipo José Mota (humor que detesto) o Marianico el corto (ese es el nivel) y canciones más o menos bien defendidas… hasta que llega el número final… «Cabaret» y ahí es cuando ya le has levantado la tapicería al reposabrazos de tu asiento; no se puede cantar con más tensión ni provocar más tensión en el respetable… como decía una comentarista al salir….»un gato negro maullando, lo haría mejor»… ahí lo dejo…
Y por qué pasa todo esto???? Pues básicamente, por una falta de dirección; un musical es algo muy complejo, un musical que es de sobra conocido, es mucho más complejo; y si quieres renovar, dar la vuelta, hacer versión o lo que te salga del potorro, hazlo, pero hazlo bien; no esto… Este cabaret es producto de una temporada, pensado para turistas que lo mismo le da ver ocho que ochenta, y esto se nota. No se han cuidado ni la estética, ni las coreografías, ni nada… da la sensación de que lo que importa es hacer caja, cosa que no me parece mal, pero hagámoslo con calidad… que en una producción como esta, se puede y se DEBE.
Es que Natalia es muy Natalia, querido.
Vayaaaaaa repaso!! Jajaja me he partido de la risa leyendo la critica y seguro que tienes toda la razón del mundo!!
Del montaje anterior, sólo sacrificaba a Chtulu a Manuel Bandera; Asier y Natalia estaban para divinizarlos.
Seguro que acabaré viéndolo, pero las comparaciones siempre son odiosas, y después de leer la crítica, más todavía.
Pues entonces…
pues nada, una pasta que nos ahorramos. Y por cierto, entrepierna es todo junto: PUTA!
Entrepierna es perinabo??
Pereza Sr. MuTarr, pereza extrema ….. escribo como me sale del potorro… he dicho. Fin del mensaje.
Yo la vi en Barcelona cuando giró el montaje de 2003 (es decir allá por 2007-2008). Y el único que destacaba era Víctor Massán de MC. Después ya vino Asier y ahí ya ha convertido este papel en un regalo envenenado para cualquiera que lo pille. Aunque, oye, yo soy fan de Edu Soto, espero que le vaya bien… Vista tu crítica (¡gracias, hacen falta más como esta!) tengo claro que me ahorro el viaje a Madrid.
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Joder, mira que me ha costado encontrar una crítica realista sobre el espectáculo… A mi me ha tocado hoy una despedida de soltera borrachas todas, faltando al respeto a los actores… espeluznante. Y yo pienso… ¿cómo no van a hacer caja si la prensa los pone por las nubes? No creo que sea culpa de los intérpretes, pero he de decir que he visto cosas en escuelas de arte dramático que le daban millones de vueltas a esto con la mitad de medios y de experiencia, pero está claro que las caras mediáticas y bonitas son más importantes en este país que el verdadero talento. Pero, oye, qué bonito todo eh?