Hemos hecho una entrada comunal para elegir a los jefes más odiosos que nos ha tocado sufrir en nuestra larga vida laboral.Y tenemos un buen ramillete :
Uno de esos así como enrollado, con decir que me hizo la entrevista recién salido de la ducha y en toalla, ¡y no era para una película porno! que no se por qué todavía no me han descubierto como madurete irresistible. Muy colega y muy espontáneo, hasta que llegaba a su despacho claro, que ahí ya la tiranía le rezumaba por los poros e hizo llorar en tres días que estuve a una de las compañeras y acojonar a otros cuantos. Él tuvo el placer de despedirme así como sin que se notase, lo digo porque cuando llegué a trabajar después del fin de semana me encontré a una tía sustituyéndome, ¡imaginad la cara de ambos! En realidad creo que me hizo uno de los favores más grandes de mi vida, no sería tan malo..C del Palote
El jefe más odioso que he tenido no es el actual, sino uno que tuve hace ya tres años, que un día me dijo que me tenía que «implicar más» en mi trabajo cuando me negué a trabajar fuera de mi horario estando de becario por 100€ al mes. Después de eso me habló de lo importante que era trabajar duro y arrimar el hombro. Habría sido muy creíble si mi jefe no fuera el hijo de los dueños de la empresa… Eso sí, no sabéis el placer que me dió hace unos meses descubrir que había cerrado su departamento.Fer Birkin
Sé que me van a caer hostias con esto, pero ahí va: prefiero mil veces a un mal jefe que a una mala jefa. Porque a lo largo de mi vida he tenido que sufrir a alguna jefa loca y es lo peor que le puede pasar a cualquiera. Hombre o mujer, que conste. La jefa loca te castiga por sus días malos, te castiga por sus días buenos, te castiga por lo que haces mal y te castiga por lo que ella hace mal, te castiga por lo que ella cree que tú estás pensando y te castiga por lo que ella cree que tú no estás pensando, te castiga por todo lo que haces y te castiga por todo lo que no haces. La jefa loca, insegura, que cree que todos estamos ahí para empujarla por las escaleras -perdón, pero yo es que soy muy de «Showgirls»- porque somos jóvenes y trepas y queremos quitarle su puesto de mando intermedio de mierda. Lo dicho: hay jefes locos, sí. Pero se les ve venir a la legua. Y sabe uno si se avecina tormenta o no. Pero con una jefa loca -y créame, he tenido alguna en mi vida- no sabes nunca por dónde te van a venir las hostias. Eso sí, standing ovation para las buenas jefas. Todo un tesoro, difícil de encontrar pero que vale muchísimo la pena. Desde aquí mi homenaje. El Perro de Toni
He tenido muchos jefes que han sido un desastre con el dinero, pero especialmente había uno al que aguanté durante una década y siempre era lo mismo. No te podemos pagar ahora…Ven en una semana..Ven en unos meses…Es que a nosotros todavía no nos han pagado…Y entonces se producía la llamada, normalmente seis o siete meses después:
-Oye, que te pases, que ya puedes cobrar
-Por fin!
-Estarás contento! No te quejarás…
.Bueno, tampoco vamos a tirar cohetes despues de seis meses…
-Eso sí, tengo que avisarte que no lo cobraras todo; solo una cuarta parte.
-¿Cómo?
Luego llegaba el momento de ir al banco, ya con la mosca detrás de la oreja y oye, que casualidad. Era un cheque sin fondos.
-Oye, que no hay fondos! Menuda vergüenza he pasado en el banco.
-¿No me digas? Qué raro…
.No digas que raro porque no es la primera vez que pasa. Oye, estoy harto. Cuando esté todo el dinero y de verdad, me avisas.
Cuatro meses después, en el despacho…
-Toma, aquí tienes tu cheque y la copia del contrato..¿Que, te gusta la nueva decoración de la oficina?
– Sí, menudo pastón os habeis gastado, no? Esas maderas…
-Ha sido un trabajo fino, sí. Y mira mi nuevo móvil, que me tiene todo el día loco, no paro de descubrirle cosas….
.Oye, que retención me habeis hecho?
-Esa que ves ahí
-¡Pero es poquísimo! Hacienda me va a dar un palo de cojones..Y además, aquí falta un montón de dinero…
-Ah bueno, por eso no te preocupes, es que te lo vamos a pagar en negro.
-¿Encima?
-No nos ha quedado otra. Ya sabes como está todo de achuchao. Toma, es esta bolsa.
-¡Pero si son monedas! ¡Esto pesa una tonelada!
MM
De la sartén al cazo:No es que pueda decir que he tenido o tengo un mal jefe, es que TODOS, absolutamente todos han sido terroríficos. Me lo han dicho ya varias veces: “Chica, el próximo puesto que vayas a coger huye en dirección contraria”. He tenido jefes inexistentes (que al final han resultado ser los mejores), jefes que me han hecho moobing, envidiosos, misóginos, acosadores, bipolares que un día te amaban y al otro te hacían la vida imposible… La verdad que o es mi mal ojo o el mal karma acumulado. He decidido cambiar y que el próximo sea mujer (para variar) ¿Apostamos a qué me va ir mal? MuTarr
Jo, viendo la fauna que corre por ahí, todavía tendré que sentirme afortunado. A mí lo de no pagarme bien y a tiempo no me ha pasado nunca… :S
Yo tuve un jefe loco que no tenía ni idea de gestión de una radio provincial y sólo hacía que comer con políticos y hacerles la pelota. Los programas ni los escuchaba, pero siempre lo hacían todos bien… Todos menos yo. Es más, tras un aumento de más de un 28% en el EGM me dijo que no era por la calidad de mi programa, si no porque me aprovechaba de la subida del programa nacional anterior (que había subido un 6%).
Tuve que aguantar frases como «vas a salir de la empresa con los pies por delante» o «no tienes ni puta idea de hablar», entre otras cosas. Un amor de hombre.
Eso sí, gracias a él, mi jefe actual no me parece tan malo.
En mi caso que trabajo en lo público y cuento con estabilidad en el puesto, el problema ha sido quitarse de enmedio a, no una, sino dos jefas acosadoras. Finalmente, después de años de recogidas concienzudas de documentación, de pruebas y registros de todo tipo y de mover escritos con el apoyo de sindicatos logramos, al menos, una evaluación de riesgos psicosociales de la que salió un informe y un alejamiento de la «elementa» tóxica (aunque el retiro fuese un premio por cargo y remuneración).
No obstante, lo más llamativo (y descorazonador) de todo esto es el comportamiento del resto de compañeros/as (salvo honrosas excepciones con las que «hice piña»). Cómo describirlo: primero minimizaban el tema, lo achacaban a algo personal, se hacían los huidizos (cuando no, el vacío)…hasta que se unieron a «caballo vencedor». En fin…eso ha sido lo más decepcionante de todo: ver la mezquindad de la gente que pretende pasar por la vida sin mancharse ni un poquito.
Ahora, como él mismo anticipa, una crítica – que no hostia ; ) – para «El perro de Toni»: De tu comentario interpreto que las mujeres somos más oscurillas y retorcidas como jefas malas que los jefes malos (¿más, simplones y directos?). Pienso que esto es un estereotipo. No es demostrable por lo limitado del muestreo que es…¡ muy pequeño!. No pasa de anécdota o de percepción subjetiva.
A mí me da igual tener jefa o jefe, lo que quiero es una persona que sea líder (con buenas habilidades para comunicarse de manera honesta, sin complejo de inferioridad, al que no le de miedo rodearse de talento, que sepa delegar y dé autonomía a su equipo, que aproveche las críticas para una mejora y una innovación constante, que reconozca los logros y que no tenga una obsesión por hipercontrolar absurdamente, con un equilibrio emocional que le impida volcar sus frustraciones personales en lo laboral…¿conocéis a muchos jefes con este perfil? ¿y con, al menos, un 20%? probablemente a tantos como a jefas…
Ni quiero crear estereotipos ni normativizar. Simplemente he contado mi experiencia personal. He tenido malas jefas y malos jefes y, si tuviera que escoger, prefiero a un mal jefe. Del mismo modo que digo que, si me dan a elegir entre un buen jefe y una buena jefa, prefiero a una buena jefa. No creo que sea machista por decir que creo que, según mi propia experiencia, las mujeres son capaces de ser las mejores y las peores jefas.
Pues por una vez, y sin que sirva de precedente, estoy absolutamente de acuerdo con El Perro de Tony…yo he tenido todo tipo de jefes, buenos (los menos), malos y dimensión absurda. Pero al igual que el mejor ejemplo lo tuve con una jefa de la que sólo puedo decir maravillas, el peor ejemplo lo he tenido con una mujer, y me vas a disculpar Rocío, pero creo que si que está relacionado.
Por desgracia el mundo empresarial es absolutamente machista y las mujeres que acceden al poder tienen que capear con muchos más escollos que los hombres para poder mantener ese estatus. Resultado, que como la persona no sea muy estable y sea insegura, se convierte en la personificación de Satanasa. Muy jodido todo, junta lo peor de un hombre y de una mujer y tienes a la elementa esta.
He tenido más de veinte jefes en mi vida, cinco de ellos tías. Pocos jefes he conocido que se salven…Las jefas fueron todas maravillosas, muy trabajadoras y las que mejor escuchaban y entendían a los subordinados…¿Con qué hacemos una norma, con lo vuestro o con lo mío?
Em…creo que la norma se hace con todo y se llega a la conclusión de que no hay norma, ¿no?
Mis jefas han sido también tan majas que las comía tol coño
Un último apunte: jamás he tenido a un jefe que montara el pollo, saliera gritando por el pasillo, bien fuerte, para que se enterara toda la empresa, que estaba hasta los cojones de mí y que me iba a echar a la calle. Para luego no hacerlo.
Pues bien, tuve una jefa que lo hizo no una vez, no: dos veces.
Casualmente, siempre en momentos en los que yo no estaba para poderme defender.
Insisto: es MI experiencia. Pero son cosas que se te quedan para siempre marcadas…
Yo he tenido de todo. Pero jamás olvidaré ese momento en el cual uno de ellos me llamó a su ilustre despacho, se bajó los pantalones, los calzoncillos y me dijo que qué podían ser esas ronchas que le habían aparecido entre sus testículos caídos y sus muslos flácidos. A los tres minutos estaba con un par de guantes untándole clotrimazol en todas sus partes… incluido el glande.
Así le siga escociendo aún. So cerdo.
Yo sólo puedo decir que este verano habrá sangre…. mucha sangre……