A escasas 72 horas de la histórica investidura de Manuela Carmena, la conocida travesti Kika Lorace sube a Youtube “Adiós Botella”, haciendo ultraviral un vídeo plagado de luz, color y movimiento en emplazamientos emblemáticos de la capital, con una canción que destila regocijo y buen rollo para dar la bienvenida a la nueva alcaldesa de Madrid. La letra exhibe un comedido aunque indisimulado tono de “regodeo liberador” en la despedida de Ana Botella (al que contribuye sin duda, la estampa esperpéntica de las dos vedettes en segundo plano), dejando al descubierto el hartazgo de una amplísimo sector de la ciudadanía frente a las políticas ineficientes, excluyentes y homófobas de la derecha radical que ha gobernado la capital durante tantos años. La nefasta gestión de Ana Botella (desde el ridículo de la defensa de la candidatura olímpica, la imperdonable espantada en plena crisis del Madrid Arena, los coches y escoltas oficiales en sus escapadas a la peluquería, hasta más reciente y lamentable episodio de las bicis, por poner algunos ejemplos…), así como el vergonzante comportamiento de la marquesa Aguirre (con la propuesta de pactos imposibles a la desesperada para aferrarse al poder, sus verdaderas intenciones para limpiar la ciudad de mendigos, o perlas como la “sovietización de los distritos” en su patético intento de sembrar el miedo) han hecho el resto para que los vientos de cambio se celebren de forma jubilosamente entusiasta, y se dejarán sentir especialmente en las inminentes fiestas del Orgullo Gay 2015.
Sin embargo, la nota trágica a este inaudito acontecimiento post-electoral gracias a un juego de pactos que ha sabido escuchar el clamor de las urnas, la ponía el lamentable fallecimiento de Pedro Zerolo el pasado 9 de junio, un luchador incansable derrotado por el cáncer. Su amplia trayectoria en la defensa de los derechos del colectivo LGTB lo ha convertido en un auténtico símbolo de la lucha por la igualdad y justo acreedor de muchos de los logros alcanzados a nivel nacional. Ante este funesto óbito, no se hicieron esperar las muestras de reconocimiento, respeto, apoyo y homenaje a esta extraordinaria figura humana y política, por su carácter afable y su espíritu optimista y conciliador en su incesante lucha por el respeto incondicional del ser humano con independencia de su orientación sexual.
Dos sucesos absolutamente contrapuestos en su naturaleza (la esperanzadora regeneración democrática en el Ayuntamiento de Madrid y la pérdida irreparable de un activista social y político en la lucha por la igualdad de derechos) confluyen en la antesala de las Fiestas del Orgullo Gay 2015 para darle una fuerza inusitada, más conmemorativa y festiva que nunca. Unas fiestas que en los últimos tiempos han sido torpedeadas por las incomprensibles modificaciones del itinerario del desfile en un intento por reducir su visibilidad, la deleznable mercantilización del evento, los cambios de ubicación de espectáculos y escenarios alejándolos de Chueca, o las grotescas restricciones sonoras que rozaron el absurdo más absoluto hace unos años.
La naturaleza de los acontecimientos que analizamos desmantela cruelmente la lógica de los ciclos vitales. Él, icono del movimiento LGTB en la lucha por la normalización, nos deja de forma prematuramente trágica en plena madurez, enalteciendo aún más si cabe la nobleza de su legado. Ella, en las postrimerías de una carrera profesional marcada por la lucha por la justicia y la defensa de los derechos en el ámbito jurisdiccional, ha sido llamada por la ciudadanía para seguir trabajando, esta vez en el ámbito político, por la conquista de nuevas cotas de igualdad y a ser el emblema de la regeneración y el cambio en la capital. La memoria y el reconocimiento de uno, frente a la oportunidad de hacer historia de la otra. Esta azarosa confluencia de destinos podría ser el detonante que convierta esta edición del Orgullo Gay en la más significativa de los últimos años… Por el homenaje a Pedro. Por la ilusión por Manuela. Por un Madrid más justo y solidario.
Acabas de hacer historia con este post. ¡Bravo!
¡Bra-vo!
Maravilla de post!
Excelente!! Esperemos que el cambio sea lo que hubiese querido Pedro para su ciudad. Desde luego se parecerá más a lo que él siempre deseo que lo que había hasta ahora.
Desafortunadamente, los exabruptos de Guillermo Zapata ensombrecen cualquier atisbo de esperanza y ponen en duda el mensaje de tolerancia y compasión de la señora Carmena. El gobierno municipal de la señora Carmena no puede arrancar tolerando una muestra intolerable de xenofobia y ensañamiento con las víctimas del terrorismo. Si el cretino de marras no dimite a lo largo del día de hoy, debería ser destituido sin miramientos por la señora Carmena a primera hora del lunes. Éste sí que no nos representa.
Estos peperos q poko humor negro tienen caris, con lo hijoputas q luego son…
Ya ha dimitido. Aunque sólo sea a medias (renuncia al cargo pero no al acta de concejal). Aguirre: estamos esperando tu postura por tus cargos electos involucrados en Púnica, Gürtel y similares.
Ahí le has dado.
No creo en absoluto que Zapata tuviera que dimitir. Había contexto, había evolución y ya ha pedido disculpas y hablo con los afectados. Antes de él, y ya hay muchos artículos sobre el tema, decenas de cargos electos (y no electos, sino nombrados) del PP. EMPEZANDO POR Rafael Hernando, un infraser.
Dicho esto, el año pasado hice mi primer orgullo «político». Me calcé mi camiseta con la leyenda «maricon» y me puse justo detrás de Carla Antonelli. Pedro ya estaba enfermo y cantamos muchas veces que no estábamos todos, que faltaba él, y recuperé la ilusión, las ganas y el sentimiento activista de los años noventa, esos orgullos con caretas. Sé que voy a llorar este año, de felicidad pero también con mucha pena. Sé bine, no obstante, que Pedro nos ilumina.
Pedro hubiera reclamado la dimisión del indeseable Zapata, me parece hasta irrespetuoso comparar a Pedro Zerolo con ese cretino.
Nadie les ha comparado y, obviamente, no hay comparación. No obstante, quizá lo irrespetuoso es hacer asunciones sobre su posible comportamiento en vida para alinearlas y refrendar sus propias creencias.
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