No voy a decir que Sebas Martin es el mejor dibujante de comics gays del país pero a mí me lo parece…O es el que más me gusta, vamos.Me gusta especialmente porque se ha hecho especialista en pintar osos guapos, ricos, comibles, masticables y muy pajeables.Él muy oso ( en tamaño y redondez) no es que sea mucho que digamos, osea que más merito tiener lo suyo porque se nota que ha hecho un trabajo de investigación profundísimo para introducirse en el mundo osuno con conocimiento de causa y para saber de kedadas, saunas, bares, apps, comportamientos, folleteo…Lo que decimos; ha debido introducirse pero mucho.
Desde su trilogía «Estoy en ello» hasta hoy han llovido unos cuantos chaparrones y aún más años que se notan en que cada vez dibuja mejor. Aunque cambien los personajes, las historias, las circunstancias, es inevitable pensar que Sebas Martin siempre está pintando su autobiografía, una vida con la que es muy fácil identificarse que va de la comedia al disparate pasando por la estupefacción. En medio, polvos, follescas y chulazos morbosamente dibujaos.Sus personajes protagonistas asisten estupefactos al mariconeo dislocao del siglo XXI al que por mucho que lo intenten, parecen no pertenecer. Porque ya están mayoras.
Y de eso va «No debí enrollarme con una moderna«; de lo complicao que se ha vuelto ligar en tiempo de hipsters, pero eso sí; con mucho humor. Al osito protagonista, «Peluche» no le pueden pasar más cosas desastrosas en el sexo y en el amor peeeero en el fondo, tú como lector te pones en plan psiquiatra de viñetas y piensas que se lo tiene merecido ; su problema no es que todos los que le rodean sean putas; su problema es que el también quiere serlo pero no liga tanto como los demás. La suerte es que el devenir sexual de Peluche sea tan divertido.
Evidentemente, como Murciana Marrana de pro, me da mucho gustirrinin que haya hecho un par de localizaciones murcianas, que la capital del Planeta Murciano queda de lo más pintón.
Por otro lado, Sebas Martin se ha convertido en un portento a la hora de pintar osazos, tíos peludos y polvos salvajes. No sé si para eso también habrá tenido que hacer mucho trabajo de campo pero vamos, olé y antes de leer tengan un paquete de kleenex a mano y …A disfrutar de Peluche.