Hace treinta años, treinta, que me compré mi primer disco. Realmente mi primera cassette. Un disco que cumple treinta años hoy, once de Mayo de 2015
Tenía doce años. Ya sabéis la edad que tengo.
Era otra época. Ni mejor ni peor, otra época. En esa época, en el 85, con doce años ibas solo al colegio. Bueno, yo iba solo la mayoría de los días, porque mi hermano, un año mayor, estaba labrando ya su incipiente carrera de absentista estudiantil profesional. Estábamos en esa edad indefinida de la prepubescencia, donde un año te separaba de estar obsesionado con los cómics de superhéroes a estar obsesionado con las chicas. Bueno, yo nunca llegué a estar obsesionado con las chicas, a no ser que fueran mutantes y salieran en los cómics de la Marvel. El caso es que la mayor parte de los días iba solo al colegio.
Esto es importante.
También es importante recordar que, si eras prepuber y español, solamente tenías una válvula de escape musical: los cuarenta principales. No había mucho más donde elegir. Tus referencias eran los cuarenta, Tocata y El gran musical. Radio tres, Metrópolis y Rock de Lux llegaban después. Con doce años no escuchabas «Escápate mi amor» y si tu madre te pillaba escuchando a las Vulpess te ponía la cabeza del revés del guantazo.
Y entre toda la mediocridad de repente aparecía alguna joya que destacaba todavía más. Estoy hablando de esta canción
Que si, que el soul ya estaba inventado, que no aportaba nada nuevo, que estaba visto ya. Pero intentad verlo desde mis ojos de doce años! Era nuevo! Era bueno! No era mecano ni modern talking ni todas esas cosas que sonaban en la radio. Era Soul!
Y luego estaba ella: Annie Lennox
Fuerte, vestida de cuero, con el pelo corto, platino. Lo más, lo mirases como lo mirases. Nada que ver con las Sabrinas, las C.C.Catch y con las niñas tontas de las Jesuitinas por las que tenías que ir solo al colegio.
El once de Mayo del 85 se publicó el disco que cambió mi vida.
Intenté que me lo comprarán mis padres, pero no les importaba la música. Lo consideraban un gasto innecesario – ¿Para qué quieres una cinta, si en la radio ponen música todo el rato?- así que me lo tuve que comprar yo, con mi paga. Que no era mucha. Para cuando conseguí ahorrar ya había salido el tercer single
Solo había un problema: la única tienda que lo tenía (Valladolid, 1985, recordad) abría a las diez de la mañana. Así que tenía que llegar tarde al colegio. Casi una hora y media tarde. Matemáticas y religión. Seguramente llamarían a mis padres y me tocaría ir a dirección a hablar con el jefe de estudios. Pero aún así lo hice. Luego en la universidad estuve sin ir a clase un curso completo, pero esa es otra historia.
Cuando llegué al colegio mi madre estaba allí, hecha un manojo de nervios, con el director. Me abrazó, me pegó un sopapo, me abrazó otra vez y me preguntó donde había estado. Evidentemente me castigaron sin paga y sin cinta. Para cuando la pude escuchar ya había salido el cuarto single, pero yo no lo sabía porque me castigaron sin radio.
Pero por fin pude escuchar el que probablemente sea el disco más importante de mi vida.
Unos años más tarde, ya en la universidad, una mañana sonó el teléfono de casa. Mi amiga Olga que llevaba varios meses trabajando en una tienda de muebles de Mallorca tenía una cliente importante y la había convencido para hablar conmigo. La mismísima Annie Lennox me dijo buenos días, y yo como buen fin me quedé en blanco y solo pude decir «yo very big fan de you». Así, como suena.
Ahora, de vez en cuando, me sigo poniendo «Be yourself tonight», Y treinta años más tarde sigue teniendo la misma energía. Así que, siempre, ser vosotros mismos. Esta noche, y todas las noches.
B
Apasionante, a la vez q , entrañable historia…nos dejas para siguiente post xq no fue a la uni un año???
Básicamente porque descubrí qie aprendía más en la cafetería de enfrente jejeje
Muy chulo el post, y veo que no soy el único fan ;)
Ains… La Lennoxa es mucha Lennoxa.
Wow, gran post.
Yo tengo algún vinilo que todavía conservo como oro en paño. Me la ponían de chiquitín y me flipaba. A esta y a Johnny Cash jaja vaya mezcla.
No hay que avergonzarse de los 40 y ElGranMusical de la época; eran capaces de ser minoritarios y comerciales a la vez sin que se les cayeran los palos del sombraje. La calidad media era mil veces más grande que lo es ahora, que seguramente el lugar de lo minoritario y comercial lo ha ocupado internet.
Estoy de acuerdo con MM. Por Los 40 Principales de los años 80 (lo de acortarse el nombre a Los 40 lo hicieron años después) pasó casi siempre lo mejor de lo mejor. Que no siempre era lo más comercial.
Fan del post!! Es súper cuqui!!
Justamente hoy he leído un comentario a un artículo de El País que me ha encantado. Decía algo así como que la mejor música es aquella que conocemos en la edad en la que estamos para ocuparnos de la música. Me ha parecido muy bonito, al tiempo que nostálgico.
Pues Sr. DiegoC habría que leer el artículo porque no puedo estar más en contra de que haya una edad concreta para ocuparse de la música. Yo lo hago todos y cada uno de mis días y soy feliz!!
En cuanto al post precioso, aunque a mi me gusta más su debut, que no quiere decir que sea mayor que tú!! Qué ni de coña lo soy!! :)
Recuerdo haber leído hace un tiempo que, según un estudio que se hizo (de esos serios, no de los de tontás), la música que tu cerebro acaba recordando para siempre y te marca para el resto de tu vida es la que escuchas durante tu adolescencia (sobre los 14 años es la edad clave).
Por eso muchos de los que escriben aquí solo se saben el «La, la, la» de Massiel!!
Solo para vuestra información yo tenía un compañero de clase que era igual de freakyfan que yo y una vez hicimos un concurso de a ver quién cantaba más canciones de Eurythmics en el orden que salían en los discos
¿Y no acabó la cosa en tijera?
jajajajaja así será en nuestra imaginación.
No os aguanto…
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