Ahora que cierras los ojos a la realidad, y con AHORA me refiero a desde siempre, deja que te suba los párpados y te clave agujas infectadas de verdad. Quizás así sepas observar.
Ahora que el cerumen de la felicidad te tapona los oídos a mis verdades, deja que clave una mecha, lo convierta en una vela y se funda para bailar al ritmo de una melodía de sinceridad.
Ahora que hablas peor inglés que tus padres y te excusas en un profesorado nefasto, toma el mapa que te doy, sigue las instrucciones y abre las mil puertas que te enseñé a millones de opciones.
Ahora que eres pobre, que robas cultura impunemente pero eres incapaz de reclamar aquello que te pertenece, deja que te cuente que el cine está hecho por artistas y jornaleros que, como tú deberías, se esfuerzan, lloran y sudan para hacer lo mejor.
Ahora que generalizas y etiquetas sin parar, deja que nadie te obliga a ver lo que ves y que, quizás si te informaras un poco antes, no quemarías tu vida en pérdidas de tiempo.
Ahora que te refieres al cine español como un género en si mismo, deja que te aclare que “español” es un gentilicio, no un género. Género es masculino. Género es femenino. Género es transgénero. Género es terror, thriller, drama, comedia y ciencia ficción. Animación no es un género, es una técnica.
Ahora que dices que el cine español, que sigues creyendo que solo va de maricones, putas, yonkis, franquismo, rojos y guerra civil, deja que te diga que tienes toda la razón. Maricones como Lorca. Yonkis como Carlos Berlanga. Franquismo como “El laberinto del Fauno”. Rojos como los que te dieron libertad. Y guerra civil como la que no viviste. Cierto, no es tan exótica como Vietnam. No tiene uniformes tan bonitos como los nazis. Ni siquiera tenemos cowboys, solo granjeros.
Ahora que dices que “La isla mínima” es el True Detective nacional demostrando que ni siquiera viste la serie, ni sabes que el rodaje de la película es anterior al de la serie de Cary Fukunaga.
Ahora que dices que el cine español apesta, una opinión muy válida, pero que te desacreditas cuando ladras que todo te parece del mismo patrón, deja que te hable de “Torrente 5”, “Magical Girl”, «La Distancia», «La Jungla Interior» y, otra vez porque coinciden en cines, “La Isla Mínima”. Todas clones de si mismas. Ambas del mismo gentilicio pero de géneros opuestos. De públicos dispares. De presupuestos variables y sí, del mismo idioma pero distinto padre y tutor educativo. Y a cada familia su hijo.
Ahora que dices que el cine español es una mierda, no dejes que te diga los premios que suman, porque no terminaríamos nunca.
Ahora que sigues creyendo que “Carmina y Amén” bien podría ser un spin-off de “Aída”, deja que, aunque vuelves a equivocarte, te pregunte ¿por qué si te gusta tanto la serie, no fuiste a ver la peli?
Ahora que vas a responderme que el cine es caro, deja que te dé la razón. Ojalá toda la cultura fuera gratis, y ojalá los que la crean pudieran vivir solamente de ilusión. Pero de momento no es así.
Ahora que te quejas de las subvenciones, deja que te diga que tu fútbol y tus coches también reciben subvenciones. Y pagas más caras sus entradas. Y tu diesel. Pero no permitas que defienda mi postura con otras industrias, porque me sobran motivos y experiencias para saber de lo que hablo. Tú solamente dos: lo gratis y la ignorancia.
Ahora que insistes en que el cine es caro, deja de subvencionar el 3D a menos que sea Alfonso Cuarón. Que no es español.
Ahora que generalizas diciendo que el cine hecho aquí es basura, no dejes que te ofrezca una pequeña tunda de bofetadas y collejas de verdades como puños. Y que te recuerde que en todas partes se cocinan mejores platos. Hay cocidos de recetas familiares, menú degustación, maridajes, tapas y platos combinados. Hay cenas románticas, meriendas de Bimbo con Nocilla. Vegetarianos, parrilladas y menús para celíacos. Cosas buenas y cosas malas, cosas mejores y cosas peores. Aquí, allí, ahora y siempre. El ser humano es así. A veces acierta, y a veces falla. A veces, por mucha hambre que uno tenga, no tolera ciertos alimentos. A mí el pimiento no me gustaba, y ahora casi me alimento solamente de él.
Ahora que no he logrado que cambies de opinión, deja que te diga que esa no era mi intención, y sin embargo has llegado hasta aquí. Y eso que no eres de los que lee. Gracias por tu tiempo, aunque el mérito es todo mío.
Spanish Cinema 2000-2013 from Roberto Bra on Vimeo.
Plas, plas, plas, plas…OLÉ!!
Me temo que a la persona a la que dedica usted este post nunca se molestará en leerlo, pero ellos se lo pierden; este post, y las buenas pelis del cine que se hace aquí.
Muy bueno!! Solo una objección si solo considera Animación como técnica y no como género, que yo personalmente si creo que es, aunque en realidad es un acortamiento de «Cine de Animación», en donde enmarcaría «Blancanieves y los siete enanitos» en el género del porno fetichista?? Enanofilia se llama la parafilia…
Blancanieves y los 7 enanitos: película de animación basada en un cuento infantil cuyo género es un drama de tintes fantásticos y de terror.
Uysss!! Qué aburrido!! Lo siento pero para mi la animación es una técnica y el cine de animación un género maravilloso y muy amplio.
Me ha encantado este post!