Esto iba a ser la crónica de un concierto de Kylie Minogue, pero lo cierto es que no sé si a 6 canciones se le puede llamar concierto. El caso es que el pasado fin de semana nos plantamos en Ibiza para ver una especie de adelanto de gira de la australiana pigmea, intentando sacar pistas de lo que será su Kiss Me Once Tour, que arranca el próximo mes de septiembre en Liverpool (UK). Pistas no sacamos demasiadas, pero nos lo pasamos teta y nos llevamos unos globos con forma de beso que nos hicieron muy felices.
El miniconcierto de media hora tuvo lugar en medio de una WE Party en el Hotel Ushuaïa, así que os podréis hacer idea del nivel de mariconismo y musculoquez que se respiraba en el ambiente. Ya desde las 5 de las tarde, muy lejos de las 22:00 a las que saldría Koala, la gente lo daba todo al ritmo de los DJs Brian Cross, Heidi y Pete Tong, bajo la solana y con los aviones pasando tan bajos que nos hacían la raya en el pelo.
Pero ya cuando cayó la noche se acabaron los chunda-chundas y apareció ella, minúscula y preciosa, delicada y adorable, cercana y reluciente, acompañada de seis bailarinas con bien de plumerío y dos bailarines… con bien de plumerío también. Por cierto, que el blanco de los dos está para hacerle un post aparte y esperamos que formen parte de la gira.
Abrió la noche con Spinning Around, que siempre es un acierto, para levantar al personal antes de meter el primer single de este nuevo disco, Into The Blue. El primer minibloque lo cerraba su megahit Can’t Get You Out Of My Head, con su coreografía correspondiente que todos repetimos como buenos fans.
Como interludio entre bloques, y mientras se cambiaba el vestuario a un vestido con más brilli-brilli aún, sonó el single promocional Skirt, que dio paso al número más sexy de la noche, el de la anodina Sexercise con las famosas pelotas de gimnasio que aparecen en el videoclip. El cierre de la noche, entre chorros de fuego, lluvia de confeti y demás mariconadas que nos vuelven locos vino de la mano de Love At First Sight y All The Lovers.
Dicen que lo bueno, si breve, dos veces bueno, y en este caso tenemos que darle la razón al dicho, aunque una duración de una hora hubiese sido más razonable, sobre todo para los cientos de maricas que pagaron 55 lereles para verla. Kylie, mírate a ver este tema, no sea que acabes pareciéndote a la judía avara de Madonna!
Los 55 pavos los pagaron los maricas para ponerse ciegas de todo… que es una WE…… Aquí en Madrid se han pagado hasta 70 euros por ver a los de siempre en La Riviera en un orgullo.
Sale a casi diez euros la canción…Ni la sangre de unicornio, oiga.
contando los chorris sale más caro.
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