Mariah Carey es la ecuatoriana tintá que canta como los delfines.
A ella le gustan muchos los charitys, es decir, los actos de «haz el bien y no mires a quien».
Y promulgando el bien, ella se encontró de esta guisa hace un tiempo, imagen que debemos recordar ahora que su música flopea y necesita ánimos.
Mari, como le dicen en el poblao, suele ir siempre a Mr Chow, su restaurante preferido de Beverly Hills, con todos los maridos que le han salido: LuisMi, Negritocósmico… Ella se arregla, se pone divina y cuando sale de zampar, ve a un homeless.
Así que hace lo lógico. Posa. El señor la mira con cara de querer comérsela. Con ketchup.
Mariah no le dio propina, pero se marchó feliz. Ella le dio su aura, su alma, su glitter..
Esta mujer es taaaaa disparate que es imposible no adorarla…Y acto seguido, sacar la metralleta…
Yo después de la foto de su zeppelin con una mariposa cuando estaba preñada…