«He hit me and it felt like a kiss
I can hear violins, violins
Give me all of that ultraviolence»
Al final me acabará gustando Lana del Rey. Debo reconocer que me aburría al principio por su voz tan lánguida, me recordaba a esas amigas con la boca dormida tras el primer gramo pero que insisten en seguir contándote su vida y milagros.
Me acaba de ganar con su «Ultraviolence«, que al contrario de lo que pudiera parecer, no habla de la violencia de género. En realidad habla del prototipo de pasiva agresiva que confunde tortas con besos. Esa que no duda en arrastrarse por el fango como el último recurso para dar pena y que no la dejen. Y lo que más me molesta es que van de dignas cuando bien que podrían divorciarse con dinero de sobra para vivir una vida «digna». Pero prefieren seguir recibiendo la lástima a falta de otra cosa mejor.
Bravo, Lana!