Así es, la Más Grande en el país del Fish&Chips ha puesto a su primogénito a servir mesas en un pub inglés a media jornada.
Victoria, que sabe que lo duro que es empezar a ganarse el pan a base de hacer como que se lo pasa bien mientras cuatro zorras cantan y mueven el parrús, le ha dicho al nene que menee la colita y empiece a recoger tips como cualquier hijo de vecino.
David, el marido que ejerce de “rubio” de la pareja, y la susodicha, creen firmemente en que esto forjará a Brooklyn en humildad y esfuerzo. Esto cooperará con la terapia que sigue el chico desde que se enteró que su madre lo bautizó así porque el polvete del que es fruto se echó en esta villa americana.
Victoria, aficionada a colocar su cuerpo hacia una postura hierática copiada de un lateral de la Keops, tiene otros 3 zagales a los que les da la paga en función de la cantidad de 3 en 1 que le suministran tras cada evento en ingles y axilas.
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