El año de JADE

JADE lo tenía todo para ser un juguete roto de la industria. Sufrió anorexia nerviosa cuando era adolescente, tuvo que aguantar el racismo por sus orígenes musulmanes, participó en un concurso llamado TheXfactor del que resultó ganadora y pasó a formar parte de una de las Girl band más vendedoras de la historia: Little Mix. Lo que pasa es que JADE también tenía dos cosas muy necesarias para poder sobrevivir en su intento de ser estrella en una industria tan salvaje como la musical: talento y criterio. Bailarina consumada que compone sus propias canciones y que ha financiado distintos proyectos fuera de la música, hemos tenido que esperar a That’s Showbiz Baby (su primer album en solitario) para comprobar de lo que es capaz esta señora.

 

 

Y resulta que entra de lleno en la lista de las más grandes sin tener que darle ni un codazo a Dua Lipa, RAYE (que también colabora en el disco), Marina o Chappel Roan. El verbo «esperar» aquí es muy oportuno porque ha pasado más de un año desde que apareció el tremendísimo primer single y después han venido otros igual de buenos antes de que saliera el album, pero… ¿No deberían los musicos/as revisar el timing de lanzamiento de singles y discos? Porque un año y pico de espera a mí (y supongo que a muchos otros) me resulta una barbaridad.

 

 

Aquello ya anunciaba que se arriesgaría con un pop ecléctico sin complejos cuando maneja y mezcla otros estilos con bases electrónicas a las que suma unas letras llenas de critica y humor en las que pesa (y mucho) su paso por una industria que ha intentado exprimir su talento sin tener en cuenta su criterio, pero a la que necesita para ser la estrella famosa que siempre quiso ser (de ahí varios momentos en sus vídeos donde aparece cantando siendo niña aún). El resultado de este caótico mezclete en apariencia es un disco deslumbrante que la situaban en la liga de las estrellas más grandes. Eso explica que otros grandes hayan querido trabajar con ella, como es el caso de David LaChapelle en este maravilloso vídeo homenaje a la película Carrie.

 

 

Su talento quedó demostrado de sobra con su actuación en los BRITS, una de las mejores cosas que le han pasado a esos premios en su historia porque maneja una escenografía alucinante sin que se le vaya una sola nota (¡Menudo vozarrón!) y más de cuarenta personas entre bailarines, músicos y demás.

 

 

That’s Showbiz Baby es un trabajo muy bien pensando y planificado que estará sin duda entre lo mejor del año porque es una artista que ha sabido crear un universo personal a su alrededor para explicarse a sí misma y situarse en la cumbre de su madurez aunque aún sea muy joven. Es ahora cuando hay que  hacerse fan porque en unos años lo será todo el mundo.