Querides Atroces, ya sabéis que en esta pajarera estamos encantados de recibir a nuevos colaboradores aunque sean ocasionales. Esta vez tenemos el placer de presentaros a un adorable zorrillo, que firma como Pepe LePew, quien nos trae la reseña de uno de esos libros ideales para leer en cualquier momento pero que, en estas fechas, parece que se hace con otro ánimo y la lectura resulta siempre más placentera.
Sin más preámbulos aqui os dejamos con el objeto de esta entrada.
El pequeño astronauta y el búho rosa – Jens de Fries
Cuando era un niño, siempre encontraba refugio en la lectura. El poder evadirte del mundo real y adentrarte en mil universos donde dejar volar a la imaginación, se convirtió en un refugio. La lectura de este libro me ha devuelto a la infancia. He hecho un viaje a través del tiempo para encontrarme con el niño que fui y darle un abrazo enorme y reconfortante.
El pequeño astronauta puede parecer un libro infantil, pero nadie caería en el error de llamar de esa forma a dos clásicos como son ‘El Principito’ o ‘Alicia en el país de las maravillas’. Subidos en un búho rosa haremos un viaje, que tiene mucho de iniciático, en el que descubriremos enigmas ocultos y verdades interiores. Aunque a primera vista pueda parecer el típico cuento para niños, las dobles lecturas, los guiños y la forma socrática de expresión, hará que el lector se sumerja en la lectura y sea partícipe de ella, como en ‘La historia interminable’.
La edición de Hidroavión es preciosa. No ha dejado nada al azar, la portada con forma de libreta, el color, las ilustraciones de Jose Padilla, la maquetación y el diseño. Quizás por este motivo duelan más las erratas. De todos es sabido que las editoriales pequeñas tienen que recortar, y casi siempre va en la corrección. Y he aquí mi pequeño tirón de orejas en relación a este aspecto.
Os invito a conocer a Finn, el niño que todos hemos sido, y a sus amigos el astronauta y el búho rosa porque sé que os va a encantar. Es una historia tan emotiva que no os va a dejar indiferentes. He de confesar que las lágrimas resbalaban por mis mejillas mientras me deleitaba con la lectura de los últimos capítulos de un viaje tan hermoso que no quería que se terminara.
Y es por eso que os exhorto a su lectura. Una lectura ligera y con buen ritmo, que no os va a dejar indiferentes. Hay tantos guiños y homenajes entre sus páginas, que estoy seguro de que se me habrán escapado unos cuantos. Un premio para quien los pille todos, que no a todos, que para eso ya estoy yo.
Y como me he puesto muy seria, más de una me dirá: Bonita, hacer una reseña sobre Jens y que no trate sobre carnaza, es un clickbait en toda regla. ¡Ay, ya sabía yo que me iba a bajar! Una hace un esfuerzo, ¡y pasan estas cosas!
Pues ya sabéis, ahora ya tenéis una excusa estupenda para saludar a Jens y decirle lo mucho que os ha encantado su libro.
Vuestra incorregible mofeta favorita Pepe LePew.
Ni que decir tiene que voy a ir de cabeza a por ese libro y ¿que añadir sobre su autor? Tras hurgar un poco en las redes buscando información debo decir, obviando lo evidente (por algo lo hemos incluido en la categoria de chulazos), que resulta muy edificante comprobar que, tras semejante muralla de vello y músculos, hay una mente sensible capaz de escribir con la delicadeza que nuestro nuevo colaborador ha descrito.
Gracias por tus palabras, esperamos leerte más a menudo por aqui.
Estoy de acuerdo con tus palabras y el recorrido que nos regala el libro. Está claro que la belleza exterior de Jens es un reflejo del sentimiento y el pensamiento interior que trae consigo.
Me ha encantado, muchas gracias por aconsejarlo. Está lleno de cariño, anima a recordar el mundo a través de los ojos de la infancia y ver lo esencial de la vida.