Purple Disco Machine hace temazos como churros

Al alemán Tino Schmidt se le conoce en todo el mundo como Purple Disco Machine y mucho hemos tardado en dedicarle un monográfico en esta web teniendo en cuenta la de temazos que ya atesora entre colaboraciones, discos largos y EPs, a lo que hay que sumarle que ha remezclado éxitos de las más grandes, desde Dua Lipa a Lady Gaga pasando por Kylie Minogue. Aunque en nuestro país no se prodiga mucho en festivales porque aquí parece que siempre vienen los mismos, su éxito es considerable en el resto del mundo teniendo en cuenta que Substitution, su último temazo, alcanzó un millón de visionados en apenas una semana. Después de un mes ya lleva más de tres millones…¡Casi na! Ojito al sampler de Alphaville y su clásico «Big in Japan«.

 

 

Por una vez hay que alegrarse de que la música más hedonista sea exitosa porque no da vergüenza y no es sinónimo de baja calidad.  Y es que alguno de sus éxitos más rotundos alcanzan cifras que se acercan a los veinte millones de visionados.

 

 

Purple Disco Machine sabe de melodías y estrofas pegadizas porque concentra en pocos minutos la fuerza del pop aunque la canción esté hecha para la pista de baile.

 

 

El aleman es productor y compositor, además de un reputado dj que se disputan los mejores festivales porque maneja muchos palos con bien de funk y de house, aunque al principio de su carrera se caracterizaba por una actualización del sonido disco.

 

 

Por eso no extraña que Kylie le pidiera una remezcla para Magic,  el single que inauguró su último trabajo al que llamó DISCO para que quedara claro el homenaje a una música que hizo bailar a medio mundo a finales de los setenta.

 

 

Pero Purple Disco Machine va más allá y su música también bebe de los ochenta más electrónicos aunque nunca suena a pastiche, entre otras cosas porque sus producciones son exquisitas y modernas, una demostración de buen gusto sutil tan escaso en tiempos donde la urban music parece grabada dentro de una lata vieja. Atención a la filigrana sonora que hizo con Devil in me.

 

 

En esa faceta ochentera molan especialmente sus colaboraciones con Sophie and the Giants que nos ha dejado dos putos temazos de los que se quedan en la cabeza durante muchos días.  Abre bien los oídos porque esto es canela fina.

 

 

Hypnotized es otra de las joyas que nos ha dejado un talento que parece inagotable.

 

 

A los ochenta también suena el pepinazo de Dished, otra de esas canciones para bailar que no necesita de remezclas o subidones horreznos para sonar como un clásico digno de la Ibiza que más mola.

 

 

Con tal capacidad de trabajo y de producciones de calidad, normal que todas sus canciones no consigan la misma trascendencia y hay maravillas que no han tenido el éxito que merecían. Es el caso de esta colaboración con la gran Agnes que aportó la sensualidad de su voz y una personalidad arrolladora.

 

 

Su colección de temazos empieza a ser asombrosa y no pasan tres meses sin que presente alguna novedad que vuelve a mostrarle al mundo su versatilidad y un talento para hacer arte en apenas tres minutos. Por eso si quieres triunfar en alguna fiesta y que todo el mundo baile no te puede faltar alguna de las grandes canciones que lo hacen merecedor de que todo el mundo sepa su nombre. No quiero acabar este post sin alguna de las muchas sesiones que tiene en youtube donde muestra su maestria pinchando, así que es normal que siempre desate la locura en una hora y pico en la que es imposible no bailar.