Se sabe, se cuenta, se descubre y se afirma que hay un conjunto de directoras españolas jóvenes que están dando que hablar con películas que (se descubre,tras verlas) narran una cosa que se llama veracidad. Esa cosita tan complicada, muchas veces, que traspase la pantalla y te llegue, de los ojos al corazón. Pues sí. Una vez más, tras «Las niñas», «Chavalas», «Alcarrás», «Viaje al cuarto de una madre», «Libertad»,…la directora de Barakaldo, Alauda Ruiz de Azúa, entra «a codazos» abriéndose paso entre ellas; y situándose en primera fila con «Cinco Lobitos».
Entre todas estas compañeras que, por suerte para todos nosotros, elevan el listón del actual cine español; para que (así), los críticos de los festivales y programadores se quiten sus camisas sudadas de tanto cine tascendental y se den una ducha fría de autenticidad. No tengan miedo porque esto no va sólo de lo que cuesta dormir a un niño, de los problemas de pareja…que no, que no.
Aquí hay mucha miga y mucho más Bergman de lo que parece. Las cosas a la cara y bien claritas, sin rodeos. Una película muy bien narrada, excelentemente interpretada y con los planos-contraplanos de sus protagonistas en corto. Que luego queramos todos que Mikel Bustamante sea el marido de nuestros hijos, eso ya es otro cantar. «Cinco lobitos» es una de las cinco mejores películas de la primera mitad del año y estará en mi lista de lo mejor de 2022.
Háganse un favor. A su espíritu, por la vuelta al cine que deseamos. Vayan a las salas. Y lloren. Es reconfortante el baño de realidad. Les apuesto una semana con 25 niños en Eurodisney a que tengo razón.