Hay decenas de discos en el pop español de los últimos lustros que intentaron conseguir el aprobado del público con éxitos remember, pero casi ninguno consiguió. Suponían un «premio de consolación» o una manera de cumplir el contrato con los artistas, con ventas aseguradas al fandom y nada más interesante que ofrecer. Incluso, hemos tenido que sufrir traducciones de grandes canciones en un español adaptado sin sentido alguno. Ahí tenemos el caso de triunfitas como Edurne, Lorena Gómez o Miguel Nández, con talento vocal indiscutible pero un material de pena. Otros artistas como Patricia Manterola o Pitingo tuvieron un dudoso éxito real en esta empresa.
Aún así, no hay duda de que a veces es fabuloso rescatar un gran éxito con cierta distancia, aprovechando la base musical (como hiciera Madonna con su disco de Confesiones) o bien utilizando partes y rehaciendo el producto (como J.Lo o The Black Eyed Peas). Incluso hay que decir que, al igual que Natalie Imbruglia en los 90s llegó a la fama a partir de un cover poco conocido como lo era Torn, hay artistas que han realizado un buen trabajo y relanzado una canción llevándola de nuevo a un fastuoso número 1 (Steps, Geri Halliwell, Lucie Silvas, Adele, Kylie, Britney Spears, Leona Lewis, India Martínez, Laura Pausini). También añadiremos el caso de Fangoria, que nos produce un absoluto ascogusto.
Sin embargo, en el 2006 y 2007 una Soraya Arnelas, que había salido de Operación Triunfo en 2005 con bastante éxito y con un álbum que dejaba un par de trallazos a sus espaldas («Es mi mundo sin ti», «Corazón de Fuego»), editaba dos discos donde versionaba hits de los 80s. Estos trabajos, llamados «Ochenta´s» (merece un mal grande el que le puso el nombre) y «Dolce Vita» le trajeron a la extremeña bastantes alegrías. El material ya era bueno de por sí, no hay duda.
Aunque cabe resaltar que la actualización de la producción de las canciones, siguen preservando los arreglos originales sin perder la esencia de la época. Además, Soraya, de gran potencial vocal, dejaba una impronta personal en las canciones que tampoco disgustaba. Algunas pistas funcionaron realmente bien y además, una de sus bondades extras fue acercar estas grandes canciones al público más joven. Y es que «Self Control», «Call me», «Because the night», «Bolero» o «Soul Survivor» volvieron a las pistas y jaranas de todo el territorio español.
Este inicio de Soraya en el mundo de la música de baile prosiguió con un disco de similar sonido inédito llamado «Sin miedo» (2008) con el que decidió que su estilo musical estaba dirigido al dance, publicando el exitoso «Dreamer» (2010) y «Universe in me» (2013). Bastante encumbrada en el panorama dance a nivel incluso europeo, cabe resaltar sus colaboraciones con Antoine Clamaran, Kate Ryan y Aqueel, que la llevó a actuar en diversos festivales donde el dance era el protagonista.
Soraya, que tiene un directo impecable y una presencia escénica indiscutible vuelve a la fórmula que le supuso un disparadero: las versiones. Ahora se sitúa en los 90s y publica un single junto a Julian Poker, la afamada canción «Mysterious time» que fue himno de las pistas de baile de la mano de Dj Sash y en la voz de la gran Tina Cousins.
No sabemos si esto será un prolegómeno de un nuevo trabajo, un single aislado o bien un testeo para conocer qué respuesta da el público. La artista presenta un video-lyrics cargado de reminiscencia noventera y donde volvemos a comprobar como se mantiene el arreglo original con una cierta actualización que es de agradecer. Además, la pista acoge fabulosamente su voz y le da un color interesante.
Pues lo vi en otro día en el BullDog y te juro que pensé que era una versión karaoke de mi intocable «Misterious Times».
No tenía idea de que fuese una ‘perpetración’ de Soyaya…
Ahora lo entiendo todo…
¿Por qué no se estará quietecita esta chica?
A mí no me disgusta la versión y oye, al menos tiene buen gusto para elegir lo que versionea.
Antes de nada, DISCLAIMER: Mysterious Times de Sash! (y la divina Tina Cousins) es probablemente mi tema dance preferido EVER. Por lo cual, me he acercado a esta versión de Soraya con muchísimo miedo y (figurativamente hablando) un hacha agarrado a dos manos dispuesto a cercenar cabezas…
Después de escucharlo…
Soraya, OLE. La parte vocal está impecablemente interpretada, suena de lujo y con gran reminiscencia a la original.
Y lo del sonido este post-ochentero synth-wave, aunque ya está acercándose a su cupo antes de empezar a saturar… pues como concepto, ni tan mal.
Peeeero… como que en su conjunto, no me convence y, aunque por los pelos, le doy un suspenso al conjunto (más por la parte instrumental). Aunque si se sacan unos buenos remixes… :-P
Te pasa un poco lo mismo que a mi Robert, solo que yo soy mas radical: no me gusta como canta soyaya, y no me va a gustar nunca: arrastra todas las mierdas que le implantaron en esa picadora de carne llamada OT y no lo soporto. ¿El arreglo? es solo pasable, cuando Poker se podía haber lucido inmensamente.
En fin.