Leonardo, Cervantes, Andersen y también Chopin

 Si preguntas a alguien con cultura media, es posible que sepa decirte que la mujer que más amó Antonio Machado se llamaba Leonor. O que la historia de Roma quedó marcada por el triángulo que formaban Marco Antonio, Cesar y Cleopatra. Si eres aficionado a la literatura, es muy probable que sepas que Petrarca escribió sus poesías pensando en Laura, que Garcilaso lo hizo pensando en Isabel Freire o que Dante y su obra quedaron marcados por Beatriz. Tampoco extraña que todos sepamos que Liz Taylor y Richard Burton vivieron un romance tórrido que los llevó a dos matrimonios. No son cotilleos. Son vivencias que ayudan a explicar a un autor o artista y sobre todo, explican su obra. Porque Frida Khalo es importante porque su vida y su obra son una, entonces…¿Cómo explicar su obra sin contar su relación con Diego Rivera? Son datos que en el cole servían de anzuelo, porque si te contaban que entre Góngora y Quevedo había una eterna rivalidad, te animabas a echarle un vistazo a sus poesías y aunque no entendieras mucho, se quedaba ahí el recuerdo para siempre. En la ensañanza, todo iba bien con estas anécdotas hasta que llegaron las bollos, los maricas, los negros, los latinos o las feminazis y lo jodieron todo. Empeñados en dar la turra a todas horas y cambiar la historia…

 Evidentemente, la última frase era puro sarcasmo, una imitación de lo que muchas veces me encuentro en las redes sociales cuando aparece una información que señala la homosexualidad en tal o cual figura histórica. Uno ya va teniendo una edad y no deja de asombrarme que pasen los años y siga ocurriendo lo mismo sin que nada cambie, porque hay gente que se resiste. Mentes cerradas que lo toman como si de una agresión se tratase, llegando al punto de convertir a un tal Cervantes (del que es muy probable que no se hayan leído ni dos páginas del Quijote) en un familiar directo al que quieren defender de la humillación pública que sería convertirlo en maricón.

 A propósito de Cervantes, traigo este documentado artículo que Daniel Eisberg le dedicó a la supuesta homosexualidad del escritor del Quijote. No te lo pierdas porque es una pasada. Dice el autor:

Sus experiencias y creencias sexuales pueden ser no sólo interesantes en sí, sino importantes para la interpretación de sus obras.

 

 El autor concluye que es imposible determinar si Cervantes tuvo escarceos homosexuales o si fuen cien por cien heterosexual porque no tenemos datos suficientes en su biografía. Tampoco hay rastro de alguna pulsión homosexual en sus escritos. Todo correcto. Pues bien; este artículo lo descubrí en un foro de libros. Alguien lo posteó, lo leí, me pareció interesante y listo. Cuando al día siguiente regresé al foro, me encuentro un lío de no te menees con mucha gente que se queja del artículo, que a ver qué necesidad hay de darle vueltas a las cosas, que dejemos en paz la vida privada de los genios y cosas así. En sus quejas demostraban que ni habían leído un texto (que disipaba dudas al respecto por pura falta de datos) y sin embargo, que se planteara la cuestión a muchos (hablo en masculino porque todos eran tíos) ya les parecía una provocación. Pero ofendiditos son los demás.

 Este caso nimio y personal se parece a uno bastante más grande ocurrido con Chopin y su país de nacimiento. Da la casualidad de que el famoso pianista es oriundo de una nación que destila homofobia llamada Polonia, famosa de un tiempo a esta parte porque se han puesto de moda las «zonas libres de ideología LGTB». Resulta que la radio suiza SRF difundió la tesis del periodista musical Mortiz Weber que lleva años estudiando la correspondencia de Chopin.

 

 En las cartas originales descubrió que las traducciones habían cambiado los pronombres masculinos por los femeninos y que se habían obviado expresiones demasiado cariñosas. No son misivas amorosas enviadas a un solo hombre, no…¡Llegó a cartearse hasta con cinco machotes!!  Con la cara de mosquita muerta que tenía…

Con alguno llegó a convivir en su piso de Paris y parece que Titus Woyciechowski fue el amor de juventud y el más persistente. Le dice cosas como…

«La gente suele escribir al final de las cartas ‘te abrazo de corazón, sin saber lo que están escribiendo. Pero créeme: sé lo que he escrito porque te quiero».

En esta imagen de abajo encontramos a Titus cuando ya era un señor mayor.

 Incluso hay quién lo relaciona con el Marqués de Custine, pionero en la literatura de viajes. Si al marqués hay que traerlo a colación es sobre todo por ser uno de los primeros personajes de la historia que vivió sus últimos años fuera del armario. Su vida tiene muchos paralelismos con Oscar Wilde, incluyendo el escándalo y el ostracismo social. Al morir, dejó todo al hombre que fue su pareja durante décadas.

 En Polonia se han tomado tan mal el mariconismo de Chopin que estuvo a punto de costar un incidente diplomático y usan la relación del pianista con la escritora francesa George Sand como argumento y defensa de su heterosexualidad (sin que les de la risa). Dejo aquí una imagen de la famosa escritora para que se entienda lo que digo;

 Acto seguido te sueltan que no es necesario saber de su homosexualidad por pertenecer a su vida personal y sin embargo, todo el mundo sabe que Chopin y Sand fueron pareja. Cuando la imagen de la supuesta pareja romántica se desmorona (y más parece un acuerdo de conveniencia sin amor en el que ambos salen beneficiados), entonces no interesa saber la sexualidad del pianista. El bucle sin fin.

 Si pensabas que la ocultación de la realidad es cosa del pasado, de cuando tradujeron por primera vez las cartas de Chopin hace cien años, te equivocas. La wikipedia tardó menos de una hora en borrar las nuevas traducciones que había hecho Weber, el periodista que descubrió el caso, así que ha decidido realizar un documental para librarse de la censura. En Polonia los chavales que estudien música seguirán ignorantes de que una de las grandes figuras de su país tuvo relaciones con hombres. Igual que ocurre con Tchaikovsky en Rusia, donde nombrar su homosexualidad en un colegio te podría costar la cárcel

 Tampoco es que en Occidente vayamos sobrados de explicar la sexualidad de artistas y famosos. Y pongo como ejemplo a Leonardo da Vinci, del que sería muy raro que te contaran cuando estudiabas que era un pedazo maricón. Claro que es pertinente la sexualidad del genio renacentista, porque nunca tuvo familia, eso le permitió viajar incluso a otro país, cambiar varias veces de lugar de trabajo y quedaba justificado que se hiciese acompañar de «ayudantes» que resultaban ser jovenes efebos bien guapos…ejem. En los colegios se sigue eludiendo su homosexualidad pese a que los oficiales de la noche llegaron a ponerle dos denuncias al joven Leonardo da Vinci por delitos contra la moral, lo que ahora llamaríamos mariconeo fino. Acabó en la cárcel. Sin esta información, seguiremos pensando que Francesco Melzi fue su asistente personal y que tuvieron una relación de padre e hijo, no vaya a ser que alguien se mosquee cuando se entere de que follaban como descosidos.

 Tal como está la educación de crispada, yo entiendo que haya profesores y maestros que no se atrevan a sacar la orientación sexual de nadie por miedo a ser crucificados por adoctrinamiento gay. Por eso, si alguna vez se te ocurre soltar en una conversación cultureta que La Sirenita en realidad es un cuento nacido de la represión y el sufrimiento homosexual de Andersen, te miraran como loca y te tratarán de perdida. Tendrás que entenderlo porque resulta que nadie se lo enseñó en el cole…

 Por cierto que Andersen es muy parecido a Chopin en espíritu atormentado y físico quebradizo hasta parecer hermanos. De nuevo, explicar su físico nos sirve para entender cómo nace un relato al que Andersen llamó « El patito feo«.

 En esa conversación cultureta, es posible que alguien te suelte que «ahora está de moda que haya maricones en todos sitios«…Como si la homosexualidad fuera cuestión de moda, como si fuera el capricho de cuatro locas… Ármate de paciencia porque tendrás que explicar que La Sirenita es el resultado de un fracaso amoroso que el danés sufrió al enterarse de que Edvard Collin, el hombre del que estaba enamorado, se casaba.

El desengaño de Andersen fue tal que llegó a dedicarle el relato con estas palabras:

«Yo te anhelo como si fueras una chica hermosa de Calabria»

Y lo llenó de imágenes que remiten a esa homosexualidad decimonónica y atormentada. Por eso la protagonista del cuento (que Disney pervirtió con un final feliz), es un ser intermedio que se queda sin voz cuando intenta mostrar sus sentimientos reales y muere condenada sin salvación, tal como los maricas iban al infierno por pecadores. Es el relato de un amor imposible…El interés de Andersen se mantuvo en el tiempo y fue tal, que pidió ser enterrado al lado de Edvard Collin.

Me ha salido un texto muy largo ¿Verdad? He tratado de poner muchos y variados ejemplos que demuestran que hay una pauta, una intención de ocultar y esconder. Pero dará igual porque todo esto no es casual y hay una intención detrás de quienes impiden que aprendamos estas cosas en el colegio. Cuando en las pelis, en las series o en los libros no había personajes LGTBI, cuando en ningún sitio te decían que Miguel Angel o Leonardo eran maricas o cuando no encontrabas un referente donde identificarte, te sentías solo, infeliz, un bicho raro y se te pasaban muchas ideas de suicidio. Si te daban un par de hostias en el cole, a lo mejor hasta llegabas a creer que te lo tenías merecido, por maricón..Y acababas tan hecho mierda como Andersen o Chopin. Por eso todas las iniciativas de grupos y partidos homófobos pasan por invisibilizar, crear el rollete de que son modas de viciosos que no existieron nunca, abocando a la gente LGTBI a sentirse sola en el mundo, para que crean que lo suyo es único y una enfermedad. Y para ello, esos homófobos inciden especialmente en la educación, para que los escolares de hoy no sepan que gente muy grande y muy importante tuvo una sexualidad que no era la mayoritaria. No lo soportan y lo llaman adoctrinar.

Como decía, da igual los ejemplos que ponga pòrque a esa gente nunca la vas a convencer, porque todo lo que he escrito tendría un resumen muy simple, asunto que Mikel López Iturriaga explicó requetebién cuando tuvo este momento en Twitter:

https://twitter.com/mikeliturriaga/status/1339876759198687233

 

 

 

 

 

 

15 comentarios en “Leonardo, Cervantes, Andersen y también Chopin”

  1. No es un texto largo para nada. Es más: lo creo absolutamente necesario para poner muchas cosas en su lugar. La reflexión del final es demoledora.
    Gracias por escribir cosas asi.

  2. Ayer me vi «Bohemian Rapsody», y la conclusión que saqué, si me tengo que atener solo a la peli, es que Freddie Mercury pilló el sida de beber y esnifar coca, que era hetero y estaba locamente enamorado de su mejor amiga, pero los hombres malos se lo ponían difícil.

    Todavía me acuerdo el electroshock de varios amigos heteros cuando se enteraron de lo de Mercury, gritaban, (como si fuese la única razón que los salvaba a ellos del manfloritismo), que Freddie era bisexual.

    En fin, la hipocresía.

    Enhorabuena por el texto.

  3. Siempre he pensado que el «A quién le importa eso de que…» era un eufemismo de «Me jode que…». Sin embargo este artículo lo deja todo muy bien argumentado. Gracias.

  4. Cuando yo era un mozalbete, allá por los tiempos del Pleistoceno, vi en el UHF de TVE (o sea, la 2) un documental de la RAI italiana sobre Leonardo que hablaba claramente de su orientación sexual. No se pueden ustedes imaginar lo que aquel descubrimiento me ayudó a asumir mis propios gustos y mejorar mi autoestima. Eran los años 70 y nadie se ofendía. Sé que hemos avanzado mucho desde entonces, pero… no es suficiente!

  5. Texto excelente. La historia contada con humor. Buena fuente para contar a los hijos

  6. Mariano Cesio

    Dices. «Cuando en las pelis, en las series o en los libros no había personajes LGTBI…» Eso no es tan así. A veces aparecían. Eso sí, siempre eran viciosos, delincuentes, traidores o sádicos y la mayoría de las veces, para regocijo de todos los demás, terminaban muertos.

    1. Mariano, que bueno leerte, no sabia que seguías Atroz con Leche. Muy cierto lo que apuntas.

  7. ¿Largo? Te has quedado muy corto, te quedaba historia y personajes para hacer la Espasa Calpe en rosa!

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