Una fantasía llamada PRIMAL

La serie animada PRIMAL no tiene ni una palabra en sus diez capítulos y podría resumirse entera con una frase escasa, pero eso sería obviar los detalles que la convierten en una de las propuestas más chulas, fascinantes y adictivas de todo el año. Detrás de esta maravilla está Genndy Tartakovsky, que a lo mejor te suena por ser el creador de El laboratorio de Dexter y Hotel Transylvania. Para disfrutarla debes olvidarte de todo lo que supones a nivel científico de la Prehistoria y admitir que un dinosaurio y un homo sapiens pudieron convivir y hasta ser compañeros, porque de eso va la serie. Pero hay muchísimo más.

El despliegue de diseño, de animación y de dibujos es un absoluto espectáculo que no deja ni un minuto de descanso. Un virtuosismo que no recuerda ni a Pixar ni a Ghibli ni a Disney y se demuestra en cada capítulo que se ha hecho con su propia personalidad, colores y hallazgos para no dejar descanso al asombro. El comic (el de papel) es una referencia más que clara a la hora de encuadrar escenas, plantear los capítulos y desarrollar las tramas, pero consiguiendo a la vez una sensación dinámica y vertiginosa. Un auténtico festival que no renuncia a la importancia de la policromía y eso es especialmente evidente con el manejo del color rojo de la sangre. Porque es una serie muy sangrienta, eso ya te lo advierto…

Pero también es cruel, salvaje y sin piedad, donde reinan los instintos salvajes y el ansia por la supervivencia en un mundo extraño que a los pocos episodios nos muestra que hay amenazas mucho más grandes y peligrosas que los propios dinosaurios. Pero no te puedo desvelar nada porque te jodería las numerosas sorpresas que te aguardan llenas de instintos animales que te removerán en el asiento, porque aunque sin una palabra, la serie tiene varias bazas para hacerlo; los gritos y alaridos de los personajes y sobre todo, los encudres centrados en los ojos…No has visto una serie que trasmita tanto con la mirada de los personajes y que expresen tanto.

Y si falfaba algo, unas luchas a muerte que te dejarán sin aliento y algunos toques de humor negro que te dejarán picueto y que te harán soltar una carcajada enmedio del horror y del sufrimiento. El conjunto la convierte en una serie que se ve en un periquete y que ojalá que tenga muchas más temporadas además de esta que se ha partido en dos partes, porque una se estrenó en el 2019 y la otra en este 2020.