Bienvenido, Pablo

Hola Pablo.

Llegó el momento en que decidiste hacer pública parte de la intimidad que guardabas celosamente hasta ahora. Has considerado que comunicar oficialmente tu condición sexual es un paso necesario en tu vida y, desde esta humilde redacción, no podemos más que apoyarte y acompañarte a este lado del Arco Iris.

Como era de esperar, las redes sociales y otros medios se han llenado de voces recitando los mantras “yoyalosabía”, “menudanovedad”,puesyaerahora” y demás perogrulladas. No vamos a caer en ese recurso facilón, aquí somos de otra pasta y no precisamos de esas herramientas. También están los odiadores de turno vertiendo toda clase de comentarios envenenados. Ni caso: es solo ruido.

En tu decisión hay una cosa muy cierta y es el hecho de que una persona con relevancia pública, como tú, aún se vea en la necesidad de comunicar algo así. Todo esto nos da una idea del largo camino que aún queda por recorrer y hay quién se echa las manos a la cabeza por ello con toda razón. Pero mientras perduren la estigmatización, la criminalización, las muchísimas amenazas y la violencia contra las personas LGTBI, estos gestos continúan siendo indispensables.

Ahora, Pablo, aparte de la bienvenida, debemos darte las gracias en nombre de todas esas personas que continúan encerradas dentro de sí por miedo, por vergüenza, por pudor o por la razón que sea. Almas que van a encontrar en tus palabras una luz para su oscuridad y, probablemente, reúnan fuerzas para dar el paso definitivo a su libertad. En cualquier caso encontrarán compañía en su camino.

Lo has hecho de un modo tranquilo, elegante, sin dramas ni fiestas y usando unas palabras muy hermosas con las que, desde el amor, manifiestas tu repulsa ante cualquier manifestación de odio y das tu apoyo a todo ser que se sienta violentado. Dices haber dado este paso por todas aquellas personas que se están sintiendo mal en su condición pero, principalmente, has gritado sin chillar por ti, porque quieres ser un poco más feliz de lo que ya eres, sentirte responsable, coherente y consecuente.

Desde mi opinión particular considero que eres valiente porque has mostrado tu intimidad sin ningún tipo de presión, en un momento en que los valores y derechos humanos son muy vulnerables. Habrá quien piense que, desde el lugar en que te encuentras, es muy fácil hablar pero yo creo justo lo contrario: lo cómodo es callar. También hay quien afirma que todo esto no es sincero, sino que alguien o algo te ha empujado a destapar tu intimidad, y es que las mentes conspiranoicas, por no decir retorcidas o incluso sucias, gozan convirtiendo pájaros en balas trazadoras y se les debe dar el trato que merecen: la indiferencia.

Pablo: con tu gesto has dado oxígeno a las personas que se encuentran oprimidas por su condición y eso hace de ti una gran persona. No soy seguidor tuyo ni me gusta demasiado tu música, pero has conseguido todo mi respeto y admiración.

1 comentario en “Bienvenido, Pablo”

  1. Lo suscribo palabra por palabra, incluido lo de no ser seguidor de su música

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