El porno leído de RicBull Toro

Este confinamiento te ha servido para mucho, seguro. Te has encontrado contigo mismo (o contiga misma), has madurado ideas para esa nueva normalidad que se nos viene, eres feliz con poco, eres infeliz con poco, también.Has llorado y bebido mucho, te has acostado con tus miedos y has despertado con los mismos, más otros nuevos. Te has reencontrado con todas las series y películas atrasadas, con todos los libros apartados, con todos los mensajes químicos a los ex…Y has visto mucho porno, te has hecho muchas pajas. Lo que está siendo esta vida tóxica que nos está tocando vivir, vaya. Pues bien, hay un género literario que siempre me ha cautivado: el erótico. Fiel a la colección de «La sonrisa vertical» en estos días también ha llegado a mis manos otra compilación de relatos con un trasfondo igual de húmedo y excitante, pero en envoltorio bien distinto. Se trata de la colección del escritor Ricbull Toro que, bajo el titulo, Osos y Toros o Zona de Obras, nos sumerge en el mundo del sexo entre hombres grandes, rudos, de porte varonil imponente, empotradores con título.

Tocho sería un ejemplo, aunque no se dedica al porno, desgraciadamente…

Este autor anónimo, como buen escritor erótico, es todo lo explícito que se pueda llegar a ser, aquí se folla sin rodeos, si quieres leer a Shakespeare ya sabes donde encontrarloSus historias cumplen su objetivo principal: ponértela muy dura mientras lees. Las imágenes descritas son impresionantes pero no tan irreales como pueda parecer, porque hombres así y con esos instintos los hay y muchos, además. El estereotipo de gay, que no se vende en las televisiones, también existe y en la literatura  tiene su hueco. Nuestro Toro, protagonista de hoy, dice ser como los machos que dibuja en sus escritos: grande, gordo, peludo…con el equilibrio perfecto entre la bestia y el oso amoroso. Aunque va al grano: folladas a saco entre albañiles sudorosos, en plena obra, camioneros salidos, deportistas sin cuello, de dos por dos, cuartos oscuros y prohibidos, zonas de cruising…Todo bien medido con la vara del goce y para uso y disfrute de aquellos que soñamos con hombres reales. La industria del porno sí que los tiene bien catalogados: en el porno hetero  y en el porno gay, por supuesto, pero no los habíamos encontrado en los libros, hasta ahora. Hemos sacado del armario al artista para que nos explique el cómo y los porqués de tanta leche derramada en pechos enormes y culos como bosques. De sus propios miedos y complejos, de juventud, han surgido estos cuentos expiatorios. Todo un placer.

Escribir para expiar miedos. Leyendo tu biografía, vemos que para ti escribir es tan necesario como respirar…

No tanto miedos como fantasmas. Aunque ya había escrito otras cosas, que todavía tengo guardadas en un cajón, lo que pasó es que en una época de mi vida necesitaba contar lo que me estaba pasando y no tenía a quien. La escritura me sirvió como terapia primero y como liberación después.

Dices que antes de descubrir que te gustaban los hombres, llevabas una vida plena y feliz. Imaginamos que como hetero. ¿Cuándo y cómo te das cuenta de este “detalle”?

No hay un momento, quiero decir, no es una «revelación instantánea» y sobre todo no se centra exclusivamente en un deseo sexual, o al menos en mi caso no fue así. Como ya he dicho antes es un proceso, un cúmulo de vivencias que desembocan en ello. Aún así, y por aquello de alimentar el morbo, te contaré que en mi caso se materializó el día en el que un amigo, que sin yo saberlo estaba en el mismo trance, decidió poner una mano sobre mi muslo y jugársela.

¿Tus complejos, anteriores (o quizá actuales), te llegaron a marcar tanto como para sufrir de esa manera?

Yo no he sufrido por mis complejos ni por mi educación, he sufrido por intentar no hacer daño a las personas que me rodeaban. Hoy en día puedo decir que gracias a esas personas, que siguen estando a mi lado,  he conseguido ser feliz de nuevo. En la vida hay muchas buenas personas, hay que intentar rodearse de ellas.

Hablas de que tus relatos son pequeñas (o grandes) catarsis. ¿Qué te lleva a querer escribir sobre tu propia tristeza personal convertida en esas fantasías sexuales tan potentes?

Lo que desencadena ese deseo de escribir no es la tristeza sino el conflicto interno, que , como todos los conflictos, tiene un lado más oscuro y otro más luminoso. En un momento dado decidí que lo que quería mostrar era la parte más positiva de un mundo que acababa de descubrir. En mis novelas hablo de sexo, pero también hablo de lo maravilloso que es encontrar la complicidad y el amor de otro hombre.

 

Tus relatos están plagados de gente normal, o al menos la alejada del estereotipo de hombre que nos ofrecen el porno, internet, las RRSS… El sobrepeso, el vello, el albañil de hucha generosa y peluda, el tipo rudo también folla y fantasea. Lo interesante de tus novelas es que también sienten. 

Lo más gratificante que le puede suceder a un «escribidor» como yo es que sus lectores le digan que han experimentado las mismas sensaciones que yo sentí al escribirlas, que han reído, llorado o se han puesto cachondos en los mismos puntos en los que yo también lo hice. Y sobre los estereotipos, hay de todo en internet, mis protagonistas son hombres grandes, «osos y toros», sobre los que hay mucho porno pero poca literatura.

Ser gordo y peludo y enorme, como es tu caso, lejos de ser un hándicap, para follar, se ha convertido en obsesión para muchos. Fuera caretas y prejuicios, nos gustan los tíos, tíos. ¿Cuándo te das cuenta, y cómo, de que otro mundo era posible?

Ningún físico es un hándicap. Lo importante es que la persona con la que estés le parezcas guapo, atractivo y deseable. De lo que te das cuenta cuando entras en el mundo gay es que los estereotipos que se transmiten no son realmente representativos. Hay homosexuales de todo tamaño y condición, divertidos, extrovertidos, tímidos, reservados o reflexivos. Además es gratificante saber que no eres un bicho raro por ser más grande que la media, sino que para muchos hombres eres deseable y  te lo dicen sin complejos. A muchos heteros con estos físicos les invitaría a pasarse un día por un bar de osos simplemente para darse un baño de autoestima… y si luego quieren probar, bienvenidos.
 

Y por tu propia experiencia, ¿lo hacen tan bien como en tus historias?

He tenido experiencias de todo tipo, mejores y no tan buenas, pero cuando tienes a un hombre que te gusta a tu lado hasta un gatillazo puede ser una buena experiencia.

Empiezas a soltar lastre en un blog y luego llegas a Amazon. Cuéntanos ese proceso y cómo está resultando.

Empecé a escribir relatos en un blog, a vuelapluma. Mis seguidores me alertaron de que me estaban copiando sin nombrarme y uno de ellos me sugirió publicarlos para preservar mi autoría. Tras investigar sobre ello me pareció que lo más sencillo era autopublicarme en Kindle/Amazon. Al principio me preocupé solo de transcribir lo ya escrito, pero con el tiempo he sido más exigente por respeto a mis lectores. Eso implica que por ejemplo ahora me toma mucho más tiempo la corrección del legajo o la maquetación y, aunque a veces no sale tan bien como me gustaría, en general estoy satisfecho.

ÁREA DE SERVICIO: LOS RELATOS DEL JEFE (OSOS Y TOROS) de [RICBULL TORO]

Hay una serie de relatos, recopilados bajo el título de “Osos y Toros”, que defines como historias felices de osos que follan. Luego viene una novela corta como “Zona de Obras”, bastante más compleja en su planteamiento. Las bestias del ladrillo, la timba y el escupitajo también se enamoran…

En «Osos y Toros» los hombres follan, se relacionan y se enamoran también y en general son historias felices. Luego en «Área de Servicio», que es mi primer libro con un argumento continuo, los protagonistas son camioneros y, aunque la trama es más compleja, tiene el mismo planteamiento que los relatos anteriores. «Zona de Obras», centrada en el mundo de la construcción, describe un mundo más complicado en el que no todas las relaciones llegan a buen puerto.

Esta última fase parece que tendrá continuidad.

Sin duda, de hecho ya tengo encima de la mesa dos proyectos que avanzan a buen ritmo y una quinta entrega de «Osos y Toros» en la que habrá nuevos protagonistas y alguno de ellos no será ni un oso ni un toro.

 

¿Echas en falta este tipo de historias en el porno? ¿Eres consumidor?
Lo que hace falta es menos moralina. Yo asistí atónito al cierre de mi blog pese a que no era accesible a menores. El sexo no solo es natural sino que a veces es imprescindible para entender una historia. En mi caso sería difícil contar la transición de mis personajes sin explicar lo que sienten al tocar y gozar el cuerpo de otro hombre. Quizás lo que falta es un espacio intermedio para adultos que sea explícito pero que también cuente historias interesantes

Hay historias que, comentas, mezclan realidad con ficción. Por experiencia personal, en las zonas cruising uno se puede encontrar de todo y toparse con algún vecino del que ni imaginabas hasta qué punto le podían gustar las pollas…

Por experiencia personal entiendo el morbo que produce el riesgo o el anonimato de esas zonas que, de una manera idealizada, he incluido en mis relatos, aunque tengo que reconocer que nunca he frecuentado. Siempre he preferido que exista algo de relación con la persona con la que me he encamado, aunque sea a través de un chat. Y que a tu vecino le gusten las pollas es una buena noticia si a ti te gusta la suya.

 

Los armarios ya no están tan apolillados, pero aún duelen y hay mucha gente que, por miedo o comodidad ni quiere salir, ni lo ve necesario y piden respeto por ello. No todo el mundo quiere llevar la bandera. Tú te sientes cómodo en el anonimato, pero imagino que tu entorno más cercano sabrá de tus intereses, ya no solo sexuales…

En mi caso el anonimato es como «escribidor» de relatos eróticos y estoy «cómodo» porque es un juego, al fin y al cabo mi alter ego no deja de ser un personaje más. Si hay una bandera que me gustaría levantar es la de los creadores, artistas, escritores de todo tipo que intentan vivir de ello y que tienen que sufrir no solo impuestos, sino que se considere que un libro o un cuadro es caro cuando en muchas ocasiones sale más barato que una cena o una noche de copas.

¿Crees que esos hombres casados, como Dios manda, que acuden a los cruising, a las aplicaciones de ligoteo, a los cuartos oscuros, que viven sus fantasías en silencio…son realmente tan felices como venden, una vez que se han corrido?

Para mi este tema no está ligado a la orientación sexual. Hay muchos hombres y mujeres que son capaces de separar el sexo de todo lo demás, que está muy bien cuando no afecta a terceros. Para mi lo único criticable es cuando se hace sufrir a esas terceras personas, consciente o inconscientemente. Creo que más allá de la orientación sexual sería importante poner el foco sobre la lealtad, con uno mismo y por supuesto con quienes te rodean.

¿Y tú, eres feliz? 

En general sí. Intento no tener necesidades que no pueda satisfacer y no hacer daño a los demás, o corregirlo cuando no lo consigo, y así dormir tranquilo.

Cuéntanos tus proyectos de futuro, donde y cuando los podremos leer.

Esta etapa de encierro me ha dado la oportunidad de abrir varios frentes que tenía en mente y he intentado escribir de manera metódica todos los días pero no lo he conseguido. Es muy difícil evadirse cuando hay tanta gente sufriendo, algunos muy cercanos y mucho más cuando te toca personalmente. Pese a todo espero que pronto pueda ir acabando lo que he empezado y pueda anunciar nuevos lanzamientos, por ahora siempre en Amazon y Kindle, salvo que algún editor decida publicarme.