Se llama matrimonio. Asúmelo.

De los creadores del “yo no soy racista, pero…”, “yo no soy machista, pero…” o del clásico “si yo tengo muchos amigos gays, pero…” encontramos, de un tiempo a esta parte, fuertemente instalado en las conversaciones de cuñado y en las opiniones de un euro, el consabido “a mí no me parece mal que los homosexuales se casen, pero que no lo llamen matrimonio.”

No falla, a cada noticia publicada relacionada con el tema le siguen una media de 5 comentarios reaccionarios que con la premisa “respeto la libertad de cada uno a hacer con su vida lo que quiera” introducen posteriormente la oración subordinada que delata la homofobia de sus autores “pero la palabra matrimonio se refiere a la unión de dos personas de diferente sexo, un hombre y una mujer”, y termina con esa coletilla que a mí me empuja a querer abandonar la conversación con todo aquel que osa decirla: “debería usarse la palabra gaymonio”.

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A estos desinteresados salvaguardias de la lengua castellana, a estos catedráticos en ciernes, aspirantes al asiento G Mayúscula (de Gilipollas), os quiero pedir cuatro cosas:

– que os entre en la cabeza que a finales de 2012 el asunto del recurso de inconstitucionalidad que interpuso el PP se resolvió de la siguiente forma: «El abogado del Estado entendió, a diferencia de lo que argumentaba el PP, que la Constitución “no contiene un concepto de matrimonio” sino “que se limita a reconocer el derecho del hombre y la mujer a contraer matrimonio en plena igualdad jurídica, con la evidente finalidad de consagrar la plena igualdad de la mujer en el matrimonio, rompiendo así con una tradición secular”. El abogado del Estado interpretaba que el artículo 32 de la Constitución “no prohíbe el matrimonio entre personas del mismo sexo, simplemente no se refiere a él”. (aquí la noticia)

– que consultéis el Diccionario de la Real Academia Española donde para “matrimonio” se incluye desde hace años la siguiente acepción: “En determinadas legislaciones (fíjate tú, la española, sin ir más lejos), unión de dos personas del mismo sexo, concertada mediante ciertos ritos o formalidades legales, para establecer y mantener una comunidad de vida e intereses”.

– si me podéis hacer una lista de todos aquellos inconvenientes que os supone el despojar de su significado arcaico al término matrimonio: ¿habéis tenido dificultades en el habla?, ¿principio de dislexia?, ¿se han originado conflictos diplomáticos con Corea del Norte por emplear mal el término?, ¿tenéis problemas de comunicación con vuestro entorno que os llevan a la depresión y al aislamiento por la amplitud polisémica de la palabra?, ¿ha supuesto cambios duros e inesperados el que la sociedad esté usando “erróneamente” un término creado para las uniones entre un hombre y una mujer para referirse también a las que se dan entre dos personas del mismo sexo?

– ¿me podríais explicar por qué os cuesta tanto ampliar el significado del término matrimonio a las uniones entre personas del mismo sexo y no habéis tenido problema alguno en llamar televisión al televisor, correo al correo electrónico o paella a esa mierda de arroz amarillo caldoso que hacéis en la olla y al que le ponéis lo primero que pilláis, bien sea bacon, chorizo o pimientos?

– que indaguéis en el hecho de que si quien muestra su rechazo a denominar matrimonio a las uniones entre dos personas del mismo sexo no es en realidad una marica amargada y despechada que, como no cree en el matrimonio y no lo quiere para ella, se niega a permitir que otros hagan uso de ese derecho y lo disfruten. Os aseguro que de este perfil provienen casi el 50% de los que se oponen más enérgicamente.

Y a mis queridos lectores les quiero pedir una cosa, que cuando se enfrenten al reaccionario, y en el fondo homófobo, comentario de que no hay que referirse al matrimonio gay como tal para no confundir a la gente y que eso provoque el caos en el entendimiento entre seres humanos que derive finalmente en un conflicto diplomático que nos lleve a la Tercera Guerra Mundial, que sepan que a quien tienen delante es a alguien potencialmente más peligroso para este mundo que quien usa «matrimonio» para referirse indistintamente a la unión entre un hombre y una mujer, entre dos hombres, entre dos mujeres o entre una nevera y un microondas.

26 comentarios en “Se llama matrimonio. Asúmelo.”

  1. Muy cierto todo. Lo de querer pegar a alguien y llamarle gilipollas son argumentos incontestables dignos de un ser de talla intelectual superior, además.

    1. Es que ya me dirás…Esos maricas que pretenden quejarse y no ser victimas y aguantar los insultos y descalificaciones continuas…¿Cómo se atreven?

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      FakePlasticBoy

      Si supieras lo que implica algo tan aparentemente nimio como resistirse a la ampliación polisémica de un término, que no es más que un reflejo de la ampliación de derechos de los seres humanos en una sociedad justa, y toda la lucha que esos derechos han supuesto, defenderías con uñas y dientes lo conquistado y no admitirías un paso atrás, un retroceso como el que conllevan ese tipo de comentarios a los que se refiere el artículo.

      1. Si supieras leer de forma comprensiva, habrías advertido que he empezado el comentario apreciando el contenido y lo he terminado criticando las formas. Te diré, además, que el matrimonio es uno de los pilares de la estructura normativa impuesta a la expresión del amor, convertida en contrato social, a la sombra del juicio religioso. Por eso la reivindicación realmente útil debería ser el fin del matrimonio y el abrazo a la auténtica libertad sexual. En un intento pseudo-progre, reivindicáis cambiar al verdugo, pero no os preocupáis por dehechar el látigo. Esta causa, en sí misma, es propia de un razonamiento temprano, parcial y precipitado, más basado en la tendencia que en la conciencia. Lee más. Y lee mejor.

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          FakePlasticBoy

          He leído y comprendido tu comentario perfectamente. De hecho, si fueras tú el que supieras leer, habrías advertido que cuando hago alusión a «defender con uñas y dientes lo conquistado» estoy justificando esas formas que criticas.
          Y en cuanto a tu reivindicación del fin del matrimonio, es querer sacar las cosas de contexto. En el post se habla del matrimonio. Punto. Y lo que apuntas son consideraciones que aquí no vienen a cuento. Ya te avisaré cuando debatamos la idoneidad del matrimonio como expresión del amor.

          1. Lo he entendido. Yo creo que es más importante profundizar en el contexto, por eso no he podido evitar sacar el asunto de la gran mentira del matrimonio a colación, pero también me doy cuenta de que el tema no era ese, efectivamente. Gracias por tomarte un tiempo en leerme y responderme.

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            FakePlasticBoy

            Gracias a tí por leernos y por aportar tu punto de vista.
            Y te lo dice alguien que no cree en el matrimonio, que conste. Pero no quiero que nadie que sí lo desee se vea privado de ello, y mucho menos que cuando hay una legislación y una academia de la lengua que lo permite y reconoce respectivamente otros se empeñen en fomentar anacronismos.

    3. Sin ningún miramiento. A quien intente discriminarme hostia que te crió.
      Ni que yo fuera gilipollas.

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        FakePlasticBoy

        Pues sí, Marto. Como diría Pepa en Mujeres al borde de un ataque de nervios: «Estoy harta de ser buena»

  2. Bravo!!! Que maravilla de post!! Es indignante que todavía estemos así…

  3. El Científico Loco

    El argumento de la paella me ha llegado a la vez al corazón, al cerebro y al estómago: ¡es felicidad dialéctica!

  4. Petra Delicado

    Yo creo que lo mejor para comprobar la normalidad de las parejas de homosexuales es poner estos dias Salvame y prestar atencion a lo que cuentan de la Angel Garo y sus maridos o novios o como Cristo bendito los llameis. Normallidad. Asumelo…

    1. Veo que tu visión de la realidad se basa en lo que ves en Sálvame. No añadas más.

    2. Mucho mejor mirar la lista de las mujeres asesinadas este año a manos de sus parejas para comprobar como es la normalidad de los heteros

      1. Petra Delicado

        Homosexuales tambien mueren a manos de sus parejas, pero no entran en la estadistica. Anda que sacar los muertos de las maltratadas a pasear es de una sensibilidad…

        1. En cambio, poner como ejemplo a Angel Garó y sus follones con su novio como ejemplo de normalidad gay, es muy oportuno y de una sensibilidad flipante cuando se habla del matrimono gay

          1. En cualquier caso, me resulta curioso que te cuestiones el matrimonio entre personas del mismo sexo por la existencia de la violencia doméstica y no lo hagas en el caso de personas de diferente. Tan demagogo como decir que existe una conspiranoia y se ocultan las muertes de hombres en el ámbito doméstico.

  5. David Miralles

    Mira que les den mucho por culer…

    Ni que la palabra matrimonio fuera católica, si ellos son los primeros que la roban del derecho romano y para hacerse pajas mentales, Que le den por culo a Alfoso X el sabio
    Tirad del RAE online y buscar la palabra connubio, que aun existe en el castellano.
    En la antigua Roma la unión conyugal se denominaba Connubium, y el estatus de matrimus o patrimus es una posición legal dentro del Connubium. Hay mucha pelea etimológica sobre ésto pero , la mayor realidad es que, dentro de una sociedad patriarcal como era la romana, la mujer tenía muchos más derechos que en época griega pero, no tenía derecho ni a votar ni a presentarse a política (Cosa que nunca les impidió dominar el imperio romano con su santo coño)
    El matrimonio/matrimonius/matrius era la condición legal que le permitía a una mujer dentro del connubium acceder a todos sus derechos como madre legal de la familia, al igual que la palabra patrimonio es el referente a lo heredado del propio padre y por tanto, la herencia familiar…No nos hemos apropiado de nada, ellos fueron los primeros

    Los católicos se apropiaron del año nuevo pagano el 1 de Noviembre y pusieron a Todos los Santos en vez de a Samhain (halloween maricones)

    Los católicos(cristianos) cogieron la basílica, que era un edificio administrativo romano (llenito de funcionarios) y decidieron hacerlo la bandera de sus templos religiosos porque tenía forma de cruz

    Los cristianos copiaron toda la iconografía religiosa de sus obras de los dioses romanos (porque obviamente los católicos nacieron en Roma y era la zona más de moda y con más caché) Rezamos al elenco de la película de Disney de Hércules y, encima, ni deberíamos porque la Biblia nos prohibe hacer estátuas y adorarlas

    Podría escribir durante décadas sobre esta mierda, pero el resumen es que la Iglesia católica y el cristianismo han basado su fe en un batiburrillo de creencias e ideas sesgadas de mil sitios distintos y ahora vienen a decirnos lo que es el matrimonio?…Mi cojones pelados con una foto pegada de Cañita brava es el matrimonio…

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