Con el cartel de Sold Out colgado desde hace tiempo, ayer tuvimos la oportunidad de ver a unos Jesus and Mary Chain que han vuelto para quedarse. La sala repleta de parroquianos talluditos esperaban con ansias el desembarco de los hermanos Reid que venían a presentar su nuevo, y no tan flamante, álbum “Damage and Joy”.
Arrancaron con “Amputation”, primer single extraído de su ultimo lanzamiento, y desde ese momento fueron a piñón fijo soltando paso a paso cada una de sus grandes cumbres musicales y que les hace ser quienes son. Un extenso repaso a su carrera deteniéndose en el “Darklands” con “April Skies” , “Some Candy Talking”, “Nine Million Rainy Days“ y «Cherry Came Too”; en el “Automatic” con “Head On”, “Far Gone and Out”, “Between Planets“, “Blues From a Gun” y “Halfway to Crazy“; en el “Honey´s Dead” con “Teenage Lust“ o “Reverence”; en el “Psychocandy” con “Just Like Honey”, “Taste of Cindy”, “You Trip Me Up“, “Never Understand“, “The Hardest Walk“ y “The Living End” y un pequeño guiño al “Munki” con el “I Hate Rock ‘n’ Roll” que fue el broche de oro que coronó un gran concierto, en el que no se detuvieron prácticamente durante la hora y media que duró. Las nuevas canciones sonaron muy bien y encajan perfectamente en el formato del directo, extrajeron algunos de los aciertos de “Damage and Joy” como son “Always Sad”, “Mood Rider”, “All Things Pass” o “War on Peace”.
Con un sonido a veces demasiado limpio, teniendo en cuenta de donde vienen y que precisamente a los que nos gustan preferimos un poco más de distorsión, fue un concierto que no dejo indiferente prácticamente a nadie y que tuvo a bien hacer un repaso histórico que fue todo un guiño para todos aquellos que seguimos su carrera desde los inicios.
En lo que respecta a su relación, simplemente confirmar que los hermanos Reid se siguen llevando igual de mal que siempre y que vienen a ser como los hermanos Cano de Mecano (¿a que nunca te habías parado a pensar en ese juego de palabras de Mecano/Cano?), los Psoriasis (Oasis) o los Hermanos Calatrava (estos no sé si se llevaban mal, pero me ha hecho gracia acordarme de ellos) pero en versión Escocesa y aguardentosa.
Pues esto más o menos fue lo que dio de sí un concierto que mantuvo la nostalgia en su punto más alto.
Ahora con su permiso me retiro a mis aposentos a dormir la gran resaca, y no precisamente de emociones que también las hubo, si no más bien de la otra.
Qué pedal!