Todos tenemos fetiches sexuales. O casi todos. Algunos incluso tenemos muchos fetiches sexuales. Unos zapatos de tacón, unos pantalones ajustados, uniformes, un brazalete de cuero… El complemento ideal que hace que un tío o una tía pase de follable a súperfollable. Estos son los nuestros.
Polos (no de los de chupar): Yo soy muy humana, amo a todo el mundo. Al igual que Nati (yo bebo, ella me guía). Así que, puestos a tener fetiches, tengo cienmil. Me molan las barbas, desde antes de que se pusieran de moda. Me molan las gafas de pasta, de siempre me han puesto. Una carita de tonto, me pone cachondo y más si va acompañada con una lorzica en su justa medida. Lorza nivel «dos kilos más y tienes sobrepeso». Pero si hubiera que destacar algo por encima de todo son los polos. ODIO esa prenda de vestir, me parece el epítome del pijerío relajado, un hijo bastardo entre la camisa y la camiseta, que nunca me verás puesto… Pero es ver a un tío con un polo clásico de Fred Perry y me coloco el collar de perro si es necesario. La culpa la tienen el porno y Cazzo Berlin. Sr. Skyzos
La goma del calzoncillo: Definitivamente, hay una cosa que hace que los tíos multipliquen por varios enteros sus puntos de follabilidad: que se les vea la goma del gayumbo. Es muy de agradecer, sobre todo ahora en verano, ese típico grupito de universitarios sentados en el suelo haciendo botellón, todos sin cinto, y todos enseñando la parte baja de la espalda. Pero ojo, no me refiero a los gangsta de mercadillo que van con los pantalones por las rodillas, no. Esos me dan perecica. Son los otros, los naturales, los que no son conscientes de que van provocando, los que me ponen. ¡Solo les pido a Dios y a Anna Wintour que no se pongan de moda los cinturones! Para muestra, un botón… Hilde
Lengua traviesa: Pues nunca he sido yo de demasiados cachivaches en la cama, ni tampoco fetichista de complementos, déshabillés o cosas de desnudar. Pero bueno, como algo tengo que proponer prefiero una parte del cuerpo y con una función determinada: una lengua que me lama los pezones. C. del Palote
Naturalidad: Debo de ser muy soso en la cama, porque a mí lo que realmente me pone es la naturalidad. A mí los arneses, anillos, dresscode y demás lo que me dan es risa ( y además literalmente; en más de una ocasión tuve que volver a ponerme los pantalones entre risas mientras me echaban de la cama) Y es que me parecen la definición de postureo sexual, artificioso, vacío, mentira y falso. Y es que arrastro el trauma de haberme tirao a un osazo leather y un día verlo en la calle mientras acompañaba a su madre del brazo vestido de lagarterana. Bueno no, pero casi. MM
Rollito duro: Estaba pensando que soy bastante fan de los complementos y que muchos consiguen llamar mi atención. Sí, siempre he sido fácil, ¿para qué negarlo? Un tío de cuero me pone bastante, los suspensorios, los piercings (en los pezones o un buen PA), los tatuajes, una buena barba (sí, hoy en día es complemento), etc. Me encaaaaaantan. Aunque hecha la ley, hecha la trampa. He visto a mamarrachas con suspensorios a las que se les cae el culo o pezones que están tan dilatados que caen a nivel de las rodillas, que consiguen ponerme en modo libido OFF durante un lustro. Todo en su puntillo y si quien lleva el envoltorio es un chulazo pues… Ah! ¿Se considera prepucio como complemento? MuTarr
Gafitas: Mira, yo me declaro fan del rollito nerd. Unas gafas de pasta en un tío hacen que instantáneamente quiera explorarle la garganta con mi (por otro lado fuertemente publicitado) pene cabrio. No sé si será el morbo de que, además de pegar un buen polvo, puedas tener el ordenador funcionando como una bala o que con los -supuestos- conocimientos de física sepa la mejor postura para que el punto P esté apretadito todo el rato, pero un tío me aparece con unas gafas de pasta y ya ha ganado un 75% del pollazo. Flanagan McPhee
Zapatillas deportivas: Yo soy de los que tienen muchos fetiches. Pero no raros. Quiero decir: un tío calvo me pone un montón. Un tío gordito, un tío peludo, un tío con barba, un tío con perilla… Y luego está la vestimenta: la follabilidad de un tío suele doblarse gracias a un traje. Pero lo que de verdad hace que la follabilidad de alguien se multiplique exponencialmente para mí es la ropa deportiva. Esas mallas que marcan culo y paquete. Los tíos grandotes en chándal me pueden. En chándal sí, soy así de raro. Y luego están las zapatillas deportivas. Ay, las zapatillas deportivas. Especialmente las blancas. Y, sobre todo, combinadas con pantalones tejanos. Además, cuanto mayor es el tipo, más me pone que lleve zapatillas deportivas… El Perro de Toni
Si bueno, si me pones a ben cohen ya puede llevar zapatillas o una flor en el ojete que va a estar bien.
Hombre, lo de la flor en el ojete no lo acabo de ver, ¿eh?
Que si hombre, mira que te enseño
http://loquevenmisojos.com/wp-content/uploads/2011/01/flor.jpg
Los piercings en los pezones molan, hasta que se ponen de esos que pesan y se les mutan en ubres de vaca.
No soy yo muy de piercings. Pero ya el tema ubre me corta todo el rollo… O_o`
Ya te digo…que traumas guardo.
Jajaja «rollito duro» yo????
Botas.Forever.
No me puedo creer que no hayáis puesto los pantalones esos de chándal que tanto se llevan ahora que marcan hasta lo inmarcable. O un pijama de invierno.
Otro complemento fetiche son las cadenas de oro al estilo M.A que llevan algunos tíos, o los anillos grandes tipo sello; estas cosas también dan para dar rienda suelta a la imaginación.